Este miércoles, la Policía Federal de Brasil, en coordinación con la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile, logró detener en la ciudad de Cuiabá (estado de Mato Grosso) a Martín de los Santos Lehmann, imputado por una brutal agresión contra un conserje de 70 años en Vitacura. La captura se da a más de 1.500 kilómetros de Sao Paulo, donde se creía que estaba oculto, según información preliminar de Interpol.
La Fiscalía Oriente había confirmado el sábado pasado que el agresor se encontraba en territorio brasileño, luego de que se verificara su salida desde Chile el 19 de junio, en un vuelo de Latam rumbo a Florianópolis, cuando aún tenía solo medidas cautelares menores. Pocos días después, la justicia decretó su prisión preventiva, pero ya estaba fuera del país.
Mentiras sobre su paradero y episodio con la jueza
En la audiencia telemática del 24 de junio, De los Santos habría dicho que estaba en su casa en Pichilemu y pidió no asistir presencialmente porque eventualmente temía por su vida. La jueza Cecilia Villanueva del 4° Juzgado de Garantía de Santiago le concedió participar a distancia, sin saber que ya se encontraba en Brasil. No solo habría mentido sobre su ubicación: también increpó a la magistrada.
“Usted está haciendo un show mediático. Todo lo que ha dicho es falso (…) Está modificando su opinión por la presión pública, y eso es ilegal”, le dijo durante la audiencia. La jueza lo escuchó, y luego resolvió dictar la prisión preventiva, tras una reformalización en ausencia.
Una imagen pública construida sobre humo
De los Santos se jactaba de ser un terapeuta financiero certificado para clientes de alto patrimonio. Ofrecía retiros espirituales a 7.000 dólares, invitaba a “facturar desde una casa con vista al mar” y vendía terrenos en Pichilemu, que incluso intentó ofrecer como compensación a la familia de Guillermo Oyarzún, el conserje agredido. La familia rechazó la propuesta.
En entrevistas anteriores, también dijo haber pertenecido a las juventudes de la UDI, uno de los partidos de ultraderecha en Chile, y aseguró que la noche de la agresión fue drogado sin saberlo, o fue víctima de una «sumisión química» como dijo su exabogado, como forma de exculparse.
Una agresión brutal con consecuencias irreversibles
El ataque contra el conserje ocurrió en un edificio de Vitacura, donde cámaras de seguridad captaron a Martín de los Santos golpeando salvajemente a Guillermo Oyarzún, de 70 años. La víctima quedó con fractura de mandíbula y pérdida de visión en un ojo. El video del hecho causó conmoción en redes sociales y presión pública sobre el sistema judicial.
Pese a su historial de violencia, De los Santos había logrado evitar sanciones serias en el pasado. Según información publicada por Radio Bío Bío, tiene antecedentes por lesiones, amenazas, maltrato de obra a Carabineros, ocultamiento de identidad, y un episodio particularmente violento en 2019, cuando golpeó a un abogado que había estado con su expareja. En todos esos casos, salió bien librado: sobreseimientos, indemnizaciones o suspensión condicional del procedimiento.
Ahora viene la extradición
Tras su detención en Brasil, el siguiente paso es su extradición a Chile, para que enfrente la prisión preventiva y avance la causa judicial por lesiones graves y desacato. Se espera que la Fiscalía y la PDI entreguen más detalles durante las próximas horas. El caso ya es emblemático: interpela a la justicia, la prensa y a una sociedad que empieza a decir basta ante los privilegios blindados con impunidad.