Edwards y la multimillonaria donación a sus hijos
La sombra de Agustín Edwards Eastman sigue oscureciendo la vida de Chile aunque falleció en abril de 2017. Por estos días se instaló la controversia en la opinión pública debido a que la viuda del ex dueño de El Mercurio, María Luisa Del Río, solicitó a un tribunal comenzar el proceso de donación de parte de su patrimonio a sus seis hijos.
Se trata de 51 inmuebles, unos $9 mil millones, según el albacea de la herencia Felipe Lyon. La polémica se ha desatado, porque la operación implicaría descontar millones en impuestos a una familia que no solo arrastra actos criminales documentados, sino que también ha experimentado su devenir sin castigo disfrutando de bienes ensangrentados.
El representante de la familia agregó que el patrimonio adjudicado a la viuda asciende a los $100 mil millones. Parte de esa herencia la componen inmuebles situados en la Región de Los Ríos: una isla, fundos, criaderos de caballos, lecherías. El Ciudadano se aproximó y registró mediante fotografías dichas propiedades, cuyos bienes repasamos a continuación.
La isla Illeifa
La isla Illeifa está en el lago Ranco, comuna de Futrono. Se trata de un terreno que visitaba de forma frecuente el instigador del golpe militar contra Salvador Allende en 1973. Se especula que aquí acudía cuando el banquero David Rockefeller visitaba el país. Este es un paisaje privilegiado: senderos, cuidados jardines y centenarios árboles nativos flanquean a una mansión emperifollada al estilo británico.
Un cristo asoma en la cumbre del cerro para espantar a los malos espíritus, práctica que se reitera en todos los fundos que legó Edwards, quien también fue el creador de Paz Ciudadana. Una institución que guía las pautas sobre políticas públicas respecto a la seguridad de los chilenos.
Muy pocos han sido favorecidos con el privilegio de caminar por la isla, una herencia que dejó el hombre que apadrinó a los Chicago Boys en El Mercurio. Al terreno, que se accede por helicóptero y lancha, debías ser invitado expresamente por la familia. Además los carteles que dicen “recinto privado” hacen nata en la orilla.
También ostenta una guardería náutica, donde alberga lanchas y botes.
Además, el informante de la CIA construyó el mejor muelle del lago, cuyas instalaciones abrigan a dos vapores que fueron cuidadosamente restaurados por expertos artesanos navieros.
Asimismo, construyó dos mástiles. Estas banderas al estar izadas indicaban la presencia del magnate mediático, cuya fortuna salvó la dictadura y la Concertación. Recordemos que para salir de la quiebra El Mercurio junto a La Tercera, como bien apunta la investigadora Nancy Guzmán, «le roban dinero a ese banco [Banco del Estado], que fue creado para ayudar a los pequeños ahorrantes y pequeñas empresas, para salir de las quiebras. El Mercurio estaba completamente quebrado«. Luego la Concertación pagaría favores comprando publicidad para el Estado en los diarios de un conglomerado mediático que fue cómplice de delitos de lesa humanidad.
Fundos y criaderos
Edwards, criador y ganadero por excelencia, transformó la Compañía Agrícola Chilena en el Criadero Santa Isabel, donde producía caballos chilenos y otras especies fina sangre, ya que fue el presidente histórico de la Federación de Criadores de caballos chilenos y ferviente defensor del rodeo practicado en nuestro país.
El rubro lácteo tampoco escapó a las inversiones de quien fuera expulsado del Colegio de Periodistas: Edwards mantenía miles de vacas lecheras en la veintena de fundos que maneja entre las comunas de Paillaco y Futrono.
Finalmente, indicamos que todos los habitantes de la zona saben que las estacas con punta celeste son las que demarcan las propiedades del ex dueño, quien forjó su imperio de manera ilícita, brutal y conspirativa.
Texto y fotografías (menos la de Edwards), El Ciudadano.
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