(Videos y fotos) Policía de Brasil desaloja violentamente a cientos de familias refugiadas en terreno de Petrobras

Efectivos policiales de Brasil realizaron este jueves un operativo para desalojar por la fuerza a cientos de familias sin hogar que desde hace dos meses habitaban el campo de refugiados 1.º de Mayo, un asentamiento colocado en un terreno de la empresa semipública Petrobras, en el estado de Río de Janeiro.

La mañana de este jueves, integrantes de la Policía Federal de Carreteras bloquearon la entrada al municipio de Itaguaí, en la Región Metropolitana de Río de Janeiro, tras una orden judicial dictada por el Juzgado Segundo Civil, que mandó a restituir el terreno a la petrolera estatal. 

Frente a la resistencia de las familias sin hogar, la Policía utilizó bombas aturdidoras para dispersar manifestantes y utilizó un vehículo blindado para arrojar agua a presión hacia los residentes y hacia las casas de campaña improvisadas, según reportó la Agencia Brasileña de Noticias. 

A través de la cuenta Twitter «Red de los Pueblos», que se define como un medio de articulación de organizaciones políticas, territorios, pueblos y movimientos sociales, se divulgaron las denuncias del desalojo forzado, así como videos donde varios de los afectados dan sus testimonios.

«Fue un ataque cuidadosamente planeado para que el Movimiento Popular no pudiera defenderse. No hubo aviso, las máquinas llegaron destruyendo todo», describe uno de los mensajes divulgados en la Red, en referencia al procedimiento ejecutado por los uniformados.

«Lanchinho», uno de los afectados e identificado como coordinador del asentamiento, denunció que las autoridades policiales en ningún momento procedieron a dialogar sino que llegaron a reprimir violentamente. «Vinieron a disparar, golpear y bombardear».

¿Cómo fue el desalojo?

Según las informaciones divulgadas, las autoridades policiales llegaron al lugar y sin mediar palabras lanzaron bombas lacrimógenas, dispararon chorros de agua contra las carpas habitadas por las familias, con bebés y niños, y utilizaron retroexcavadoras para quitar del medio lo que estuviera a su paso.

En medio del violento operativo, miembros del campamento de refugiados intentaron defenderse y resistir el desalojo, pero terminaron lesionados por la represión policial.

Los presentes denunciaron que las autoridades les negaron incluso entrar a sus carpas para retirarlas y buscar sus pertenencias más básicas, entre camas, ropa, calzados, alimentos y documentos. Además, sostienen que ahora han quedado en la calle, expuestos a pasar la noche a la intemperie, con una temperatura que está por debajo de los 12 grados.

Una jubilada de 60 años, Valdete Rodrigues de Oliveira, contó al sitio de noticias G1 que sus ingresos no le permitían pagar un alquiler. 

«No puedo pagar el alquiler, comer, ni comprar medicinas. Soy del [estado de] Espíritu Santo, llegué a Río hace seis meses. Siempre he luchado por tener una morada y nunca he podido», dijo la mujer desde el campamento.

Respuesta de Petrobras

En un comunicado de prensa, recogido por medios locales, Petrobras informó que suministró a las familias sin hogar alcohol en gel y mascarillas de protección. 

Además, la compañía estatal detalló que puso a disposición servicio de transporte, alimentos, colchonetas y mantas para atender a las personas que se quedarán temporalmente en los refugios habilitados por el municipio de Itaguaí. 

Desempleo en Brasil

De acuerdo al Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE), la tasa de desempleo en Brasil se ubicó en el 14,7 % en abril. Esto equivale a más de 14,8 millones de personas sin trabajo en el país suramericano.

Además, según datos citados por el diario local Folha de São Paulo, de la fundación brasileña FGV Social, los indicadores de pobreza extrema también dieron un salto negativo a principios de año, al ubicarse en 12,8 %, 27 millones de personas, de las 211 millones que habitan el gigante suramericano.

La situación se agrava, además, por los efectos negativos de la pandemia del covid-19 que ha dejado a más de medio millón de personas fallecidas y que su presidente, Jair Bolsonaro, ha intentado minimizar.

Previo al inicio de la pandemia, la tasa de desempleo en Brasil era del 11,2 %. En este tiempo, más de tres millones de personas se quedaron sin trabajo, según información del IBGE. 

Cortesía de RT

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