Contribución por el medioambiente

Orugas que comen plástico tienen bacterias que pueden vivir de polietileno más de un año

Los científicos aseguran que comprender este fenómeno podría ayudar con el desarrollo de herramientas para eliminar este peligroso contaminante del medio ambiente

Por Pedro Pérez

29/03/2020

Publicado en

Animales / Medio Ambiente

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Una especie de oruga que come plástico tiene bacterias intestinales que pueden metabolizar el polietileno y sobrevivir en este durante más de un año, según los científicos.

Estudios anteriores realizados en las larvas de la polilla de cera Garlleria melonella demostraron que esta especie es plastívora, lo que ha mantenido a los investigadores tratando de explicar esta peculiar capacidad para digerir plásticos.

Los científicos aseguran que comprender esto podría ayudar con el desarrollo de herramientas para eliminar este peligroso contaminante del medio ambiente.

En 2017, científicos del Reino Unido y España descubrieron de manera accidental una especie de oruga capaz de descomponer el polietileno, parecían metabolizar el plástico y producir etilenglicol como subproducto.

Se han encontrado otros organismos con esta misma capacidad, pero las orugas  tomaron ventaja al lograr romper el plástico con mayor velocidad. Sin embargo, el mecanismo interno que lo impulsaba no estaba claro.

En un estudio publicado en la revista Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, un equipo liderado por Bryan Cassone, de la Universidad de Brandon, Canadá, ha identificado cómo el microbioma de estos «plastívoros» controla el proceso.

Las orugas alimentadas con panal mostraron una forma sólida ( a ), mientras que las orugas alimentadas con polietileno mostraron una forma líquida dentro de las 24 h posteriores a la alimentación ( b ).

Clasificación de la especie

Para llevar a cabo el estudio, el equipo dividió las orugas en tres grupos. Uno fue alimentado con panal, otro fue alimentado con plástico, mientras que el tercero fue hambriento. Luego analizaron el microbioma intestinal de cada uno de los grupos: el material genético de las bacterias, hongos y virus que viven dentro del intestino.

Los resultados mostraron que las larvas consumen y digieren el polietileno. Las bacterias intestinales parecían mantenerse estables «independientemente de la dieta», pero hubo un «aumento de la abundancia microbiana» en el grupo que come plástico. Esto significa que hubo un aumento en el número total de bacterias en el intestino de las orugas.

«Fue bastante interesante que las orugas alimentadas con una dieta plástica hayan aumentado la abundancia en relación con las alimentadas con su dieta normal de panal o hambrientas», destaca Cassone en el estudio.

“Presumiblemente, esto se debe a que algunas de las bacterias involucradas en la descomposición de este polímero están proliferando en esta dieta. Lo que es genial es que aislamos algunas de estas bacterias del intestino de la oruga y las alimentamos durante más de un año con el plástico como fuente exclusiva de alimento», agregó Cassone en su publicación.

Gusano de cera Garlleria melonella, especie capaz de metabolizar el plástico.

Aporte ecológico

Es importante que las bacterias hayan podido sobrevivir en el plástico durante más de un año, ya que significaron que pudieron identificar microorganismos que parecen estar involucrados en la descomposición del plástico.

Sin embargo, «el problema de la contaminación plástica es demasiado grande como para simplemente lanzar gusanos y aún queda mucho por hacer antes de poder analizar este trabajo para hacer una contribución significativa».

Se estima que cada año alrededor de ocho millones de toneladas de plástico terminan en los océanos de todo el planeta. Según las Naciones Unidas, se han producido más de 8.300 millones de toneladas de plástico desde principios de la década de 1950, y alrededor del 60 por ciento terminó en vertederos o en el medio ambiente natural.

«Además, las larvas tienden a comer menos plástico con tiempos más largos en ese tipo de dieta. Al comprender el proceso, por qué la descomposición del plástico ocurre tan rápidamente en el gusano de cera, entonces podemos comenzar a desarrollar formas de tener un impacto significativo para contaminación plástica «, agrega el experto.

Este hallazgo podría conducir al desarrollo de tecnologías más eficientes para eliminar este agente contaminante de forma permanente.

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