Carabineros impidió que el Negro Matapacos llegara a la Quinta Vergara

Por primera vez el querido perro, emblema del estallido social chileno, salió de los límites de Santiago y arribó a Valparaíso.

Por Leonardo Buitrago

24/02/2020

Publicado en

#ChileDespertó / Chile

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El famoso perro «Negro Matapacos» que se ha convertido en ícono del movimiento social, y que llegó el viernes a Valparaíso en un viaje clandestino que duró más de seis horas, fue expulsado por Carabineros poco antes de arribar a la Quinta Vergara.

La figura del perro negro con un pañuelo rojo en el cuello encabezaba una caravana,  realizada para funar el festival de Viña del Mar por su carga simbólica y exceso de banalización en tiempos de crisis social.

«El Festival de Viña representa una banalidad exacerbada y una negación a todo lo importante que está ocurriendo en el país a nivel social, político y cultural» explicó uno de los organizadores, citado por El Mostrador.

Debido a la represión de Carabineros el Negro Matapacos debió regresar a Valparaíso empreder su retorno a Santiago.

Sin embargo, no emprendió su camino de vuelta precisamente con la cola entre las piernas, ya que el famoso can protagonizó muchas aventuras en la Quinta Región.

Foto: El Mostrador

Recorrido en Valparaíso

«A un día de su arribo al Puerto (viernes), el Negro Matapacos inició su histórico recorrido por Valparaíso poco antes del mediodía de ayer. Desde el cerro Cordillera pasaron al Playa Ancha (el más grande de la ciudad), bajando a la playa Las Torpederas, donde fue recibido con cariño por los cientos de bañistas sorprendidos con la llegada del popular caniche», recordó el periodista Diego Bravo Rayo en un artículo publicado por El Mostrador.


Acompañados de aplausos, bocinazos y expresiones de alegre bienvenida, la comitiva enfiló por la avenida Altamirano hacia la plaza Echaurren, lugar en el que iba a ocurrir uno –de los tantos– momentos de encuentro con los porteños.

“Consideramos que era un lugar emblemático de la estética del puerto y así fue que al momento de parar nos encontramos con diferentes artistas, músicos y payasos, con quienes armamos algunas presentaciones que se gestaron allí mismo, varias de ellas dedicadas al perro”, indicó Marcel Solá, creador del primer modelo del Negro Matapacos.

A eso de las seis de la tarde, el aguerrido quiltro hizo su entrada a la explanada de la Plaza Sotomayor, recibiendo el cariño de más de cinco mil personas que se encontraban en el lugar celebrando el Carnaval de la Dignidad. 

Foto: El Mostrador.

Fue a la altura de la plaza Aníbal Pinto donde hubo mayor concentración de público, conformado por familias y transeúntes ocasionales del céntrico enclave, quienes continuaron hacia la Plaza Victoria, lugar donde tuvieron que realizar una parada obligada. 

“Dada la alta presencia de familias en la marcha y la posibilidad de que al acercarnos al Congreso se nos viniera la represión, decidimos tomar la ruta de regreso. Teníamos que cuidar al perro y a las personas del eventual choque con los piquetes de Fuerzas Especiales que pudieran estar organizados”, indicó Marcel Solá.

Durante el camino de vuelta, el Negro Matapacos pasó nuevamente por la plaza Sotomayor, momento en que la caravana se topó con otra protesta: en el monumento en honor a Arturo Prat, algunos manifestantes entraron a la zona resguardada por oficiales de la Armada.

“Estábamos pasando por ahí, vimos una barricada ínfima y me consta que algunos de los manifestantes, que oficiaron de escuderos, protegieron a los marinos que custodiaban al monumento de los peñascazos que algunos lanzaron”, señaló el escultor.

“Los porteños me dieron a entender que era muy necesario un acto de esta naturaleza, para descriminalizar la manifestación en los espacios públicos. El perro, en el fondo, proyectó una sensación de seguridad a las personas que habían empezado a temer integrarse a las marchas, porque se nota que en Valparaíso hay un temor a marchar”, agregó Solá.

Cientos personas de distintas partes de la región acudieron especialmente a Valparaíso para ver el desfile encabezado por el famoso perro.

“Es que el Negro Matapacos no es un ser violento –añade el artista- si no que genera un sentido de pertenencia único. Además siempre quisimos que la marcha fuese pacífica”, subrayó el artista plástico.

El Negro Matapacos retornó a la capital, pero su recorrido parece aún no terminar. Según Marcel Solá, es probable que el can visite otras ciudades.

“Pretendemos ir a Petorca el próximo 22 de marzo, lugar emblemático de la brutal crisis hídrica y el abuso que se ha hecho con el agua de parte de grandes empresarios agrícolas”, adelantó.

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