Denuncian que Carabineros fue cómplice de los ataques racistas contra comuneros mapuche en La Araucanía

Los familiares de los prisioneros políticos mapuche de Malleco denunciaron que los ataques racistas perpetrados contra comuneros de las municipalidades de Victoria, Curacautín, Ercilla y Traiguén, en la región de la Araucanía, contaron con la complicidad de Carabineros.

A través de una declaración pública, exigieron «que se investigue y llegue hasta las últimas consecuencias para sancionar a los verdaderos responsables de los graves hechos de violencia», así como «sus organizadores y quienes participaron».

En el texto dieron a conocer el testimonio de una vecina de Victoria, que presenció lo ocurrido la noche del pasado sábado 1 de agosto en esta ciudad, y aseguró que el objetivo de los grupos de ultraderecha era entrar a la municipalidad con fardos encendidos para quemar a los comuneros que estaban dentro.

Los familiares indicaron que el domingo acudieron a la 4ª Comisaría de Victoria, con el objeto de conocer la situación de los mapuches detenidos, cuando una habitante de esta comuna se acercó a un Werken de la Comunidad Mapuche Autónoma de Temucuicui para relatarle cómo se produjo la agresión racial contra los comuneros que realizaban una toma pacífica en la municipalidad, en apoyo a la huelga de hambre, que desde el pasado 4 de mayo, mantienen el machi Celestino Córdova y otros compañeros encarcelados.

“El día sábado 01 de agosto, alrededor de las 23:30 de la noche, junto a mi hijo nos acercamos a observar lo que estaba ocurriendo en la plaza. Fue así como pudimos ver a un grupo de personas, en su gran mayoría gente conocida de la ciudad, dueños e hijos de particulares de la zona, unas 40 personas más menos, que llegaron y se mezclaron entre la gente para incitarlos a ingresar a la municipalidad”, señaló.

“Entre la agitación y expectación que se estaba generando, ellos mencionaban la idea de ingresar con fardos encendidos para quemar a los que estaban dentro de la municipalidad, mientras el resto de la gente ya estaba alterada por la situación”, explicó.

Relató que posteriormente los integrantes de los grupos violentos se dirigieron a la parte posterior de la municipalidad y lograron entrar para iniciar la golpiza en contra de los mapuche que se encontraban en el interior del recinto.

La vecina de Victoria recordó además que al momento de organizarse y repartirse en la plaza  de la ciudad hablaban de que en Curacautín ya estaba “hecho el trabajo”, y que “en Traiguén la Gloria está en camino a la municipalidad”, refiriéndose a Gloria Naveillan,  quien es la vocera de la Asociación para la Paz y la Reconciliación en la Araucanía (APRA),  un grupo de ultraderecha integrado por latifundistas, agricultores y empresarios forestales de la región.

En un audio que circula en las redes sociales, se puede apreciar a Naveillan, convocando a participar en el ataque violento contra los comuneros.

Con base en los testimonios y otras informaciones recabadas, los familiares de los prisioneros políticos mapuche llegaron a la conclusión de que la decisión de “acudir a la municipalidad con palos y con lo que sea necesario”,  fue una acción violenta “completamente concertada, y coordinada” por la APRA.

En la declaración pública, los familiares  de los presos políticos mapuche condenaron que durante el ataque racial, los ultraderechistas contaron con la total complicidad de Carabineros, “que dejó la municipalidad a merced de estos vándalos por largas horas, habiendo toque de queda, quemando las camionetas de nuestros hermanos mapuche, algunos de ellos armados con palos y fierros, y haciendo destrozos”.

Asimismo, denunciaron el doble rasero para afrontar los ataques violentos registrados el fin de semana en  las municipalidades de Victoria, Curacautín, Ercilla y Traiguén; así como la nula voluntad política y de diálogo por parte de las instituciones de gobierno, encabezadas por el Ministerio de Interior, la Intendencia Regional y la gobernación.

A su vez, exigieron que se investigue y se llegue hasta las últimas consecuencias para sancionar a los verdaderos responsables de las agresiones.

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