18 sindicatos

Federación Minera apoya a huelguistas de Minera Escondida y exige rol activo del Gobierno

Por medio de un comunicado, la Federación Minera de Chile (FMC), entidad que agrupa a 18 sindicatos, manifestó su apoyo a los trabajadores del sindicato Nº 1 de Minera Escondida, quienes comenzaron una huelga el pasado jueves 9 de febrero, por mejores condiciones laborales

Por Felipe Menares

13/02/2017

Publicado en

Chile / Comunicados / Sindical / Trabajo

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Por medio de un comunicado, la Federación Minera de Chile (FMC), entidad que agrupa a 18 sindicatos, manifestó su apoyo a los trabajadores del sindicato Nº 1 de Minera Escondida, quienes comenzaron una huelga el pasado jueves 9 de febrero, por mejores condiciones laborales.

Desde la FMC manifiestan que la huelga de los trabajadores de Escondida y todo conflicto de la “gran minería del cobre en Chile”, no puede constituirse en un mero asunto entre privados. ya que buena parte de las exportaciones e ingresos del Fisco dependen de estos resultados.

A modo de ejemplo, los trabajadores citan los 4 meses de huelga del platino, que afectó a 3 mineras privadas sudafricanas, Anglo American entre ellas, y que supuso una pérdida de US$ 2.000 millones.

Para la FMC, el Estado debe asumir un rol activo. Según dicen «el Gobierno no puede permitir que una estrategia empresarial comprometa tan gravemente la economía de las regiones mineras vapuleadas por la cesantía y la contracción económica».

Además, creen que la huelga de los compañeros de minera Escondida «marcará la pauta de las negociaciones mineras que vienen, no sólo por el precedente de los resultados económicos que se produzcan, sino porque se ha puesto en escena la estrategia concertada de las patronales mineras, que no dudan en desplazar su producción a periodos más prolíficos esperando los ajustes de precio que se presagian».

A continuación, el resto de los puntos levantados por la FMC:

  • El cierre patronal ilegal, al cual recurren de manera permanente las empresas mineras, constituye una tentativa de “criminalizar la huelga”, presentando como una situación que implica inseguridad para las personas , a la única herramienta de lucha efectiva con que cuentan los trabajadores.
  • El factor común de respuesta a las movilizaciones, regladas o no, es el cierre de faenas unilateral bajo el pretexto de la seguridad de instalaciones y trabajadores. No obstante este mismo criterio de seguridad desaparece cada vez que se exige forzar la marcha, acelerar el ritmo de labores de alta peligrosidad y reducir significativamente la dotación de trabajadores.
  • Minera Los Bronces, de la transnacional  Anglo American, Minera Florida y El Peñón de propiedad de Yamana Gold, minera Escondida de Bhp Billiton, Rio Tinto PLC y JECO (Mitsubishi Corporation) han utilizado este mecanismo. Se podría escribir varios capítulos de criminología empresarial con el prontuario de éstas.
  • Es importante tener en consideración que el precio promedio real del cobre, desde el año 2000 a la fecha, en los meses de enero, son los menores registrados durante el año. Son un 6,5% menores a los del mes de abril. La estadística de precios no engaña, es menos oneroso no producir en enero que en los meses posteriores, particularmente a partir del segundo trimestre.
  • Minera Escondida , un milagro geológico, el puntal de la producción cuprífera mundial, cuenta con reservas probadas para los próximos 100 años. Sólo el año 2009 amortizó completamente su inversión con las utilidades anuales. Posteriormente, en abril del 2016 , cuando el precio mensual promediaba US $2.42, inauguró una tercera planta concentradora con una inversión de US$4.200 millones.
  • A diferencia de la mayoría de las legislaciones europeas, en nuestro país existe el cierre patronal, el denominado “lock-out”, instancia de autotutela que confiere al empleador la facultad de cerrar temporalmente la empresa por un periodo máximo de 30 días, plazo que parece no operar cuando no se declara formalmente el cierre de faenas.
  • Este lock-out encubierto que debe ser analizado en su legalidad, tiene un notorio sentido simbólico, orquestado desde el Consejo Minero a partir del concepto de “huelga pacífica”, y constituye una criminalización de la huelga, generando un clima artificial de inseguridad y riesgo para las personas.

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