Soberanxs por una Asamblea Constituyente:

«La soberanía de Chile no se vende ni se transa»

Declaración pública emitida el 18 octubre de 2022.

Por Wari

21/10/2022

Publicado en

Chile / Comunicados / Economí­a / Política

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El 11 de octubre el Senado de Chile aprobó el TPP 11, como resultado de que el Gobierno no utilizara las facultades que le otorga la ley al Presidente, cuales son el articulo 132 del reglamento del Senado y el articulo 32 de la actual constitución que nos rige. Sobre esto, Soberanxs por una Asamblea Constituyente declaramos:

Al no retirar el TPP 11 del Senado, el gobierno encabezado por Gabriel Boric optó por continuar con el despliegue y profundización del capitalismo neoliberal en su versión más dura en nuestro país. Con este acto de omisión, Boric junto a los partidos de las coaliciones gobernantes, deja amarrada con fuerte candado la política económica chilena, siguiendo con firmeza y decisión la ruta iniciada por los Chicago boys en el gobierno de Pinochet y luego continuada por el duopolio Concertación – Chile Vamos. Los efectos de esta economía sobre nuestra vida cotidiana fueron la causa principal de la revuelta de octubre de 2019. No haber retirado el TPP 11 no es un acto democrático como alega Boric, pues esta pseudo democracia tiene sus reglas y al revés de lo que dice, se negó a utilizarlas, dejando al legislativo la tarea de conducir las relaciones exteriores que le corresponden a la presidencia, pasando por alto la lógica del actual ordenamiento jurídico que todas las fuerzas políticas institucionales dicen respetar. Así, concluimos que Boric junto a su gobierno optaron de manera premeditada y en conciencia a favor de la aprobación del TPP 11 por parte del Senado, colocándose desde el lado de los intereses del gran capital nacional y transnacional.

La encuesta CEP de junio de 2022 arrojó que solo un 4% de las chilenas y chilenos confían en los partidos políticos y que sólo un 10% confía en la Cámara de Diputados y el Senado, por lo que cualquier decisión que estas instituciones y personerxs tomen es por completo ilegítima, sobre todo considerando que estos valores se han mantenido por mas de tres años sin poder remontar. Más aún, esta ilegitimidad es indiscutible cuando se trata de materias que afectan nuestra soberanía y al modelo de desarrollo que queremos para nuestro país, como ocurre con la aprobación del TPP 11, por tanto consideramos que la votación del 11 de octubre en el senado está viciada y no la reconocemos como válida, siendo una muestra más de la corrupción de nuestras instituciones políticas y de sus prácticas cupulares, verticales y autoritarias que dan la espalda a los intereses y necesidades de las mayorías.

Al firmar y ratificar el TPP 11, Chile entrega nuestra soberanía a las grandes empresas transnacionales que invierten en nuestro país, otorgándoles la capacidad de colocarse por sobre nuestro Estado, interviniendo en nuestras decisiones soberanas en función de asegurar sus intereses egoístas y depredadores. El poder que dicho tratado entrega al gran capital se hará sentir sobre nosotrxs cada vez que las chilenas y chilenos queramos implementar políticas redistributivas, económicas, laborales, sociales, de salud y medioambientales, para mejorar nuestras condiciones de vida, por lo que nos quedaremos estancados por muchos años en la actual situación de inequidad, desigualdad, indignidad, subdesarrollo, trabajo precario y colonialismo, sin educación gratuita de calidad ni derechos sociales, en que nos encontramos por mas de 30 años y que rechazamos con fuerza y claridad durante el estallido. Esta pérdida de soberanía es un hecho peligroso y gravísimo para el futuro de la humanidad, pues perfila el desarrollo de un modelo de control político a nivel planetario, donde los dueños de los más grandes capitales privados se instalen en una cúpula supra nacional desde la cual dirijan las economías de los países, el futuro del medio ambiente, las condiciones laborales de los pueblos, los fines de la riqueza y en definitiva el destino de la vida. Situación propia de la ciencia ficción que nos presenta un futuro distópico.

El TPP 11 hace evidente la disputa de poder entre las dos almas que cohabitan al interior del Gobierno, mostrando que el conglomerado fundacional que llevó a Boric a la presidencia, Apruebo Dignidad (PC, FA y FRVS) terminó por subordinarse al programa de desarrollo capitalista extremo impulsado por el sector ex concertacionista (PS PPD y otras fuerzas menores), entregándose con docilidad a la administración de un modelo y al sometimiento de unas reglas jurídico-económicas que harán imposible los cambios fundamentales que Chile necesita y demanda, como el mejoramiento de las pensiones, NO + AFP, implementación de la jornada laboral de 40 horas, el alza real del sueldo mínimo, el financiamiento e implementación de los derechos sociales en salud, educación y vivienda, mediante la nacionalización y explotación por parte del Estado de nuestras grandes riquezas como el cobre, el litio y las grandes posibilidades de producción energéticas. Los derechos sociales no podrán ser financiables, ni posibles, como los queremos y merecemos, si además a lo anterior no podremos sumar una política de verdaderos royaltys junto a un desarrollo industrial y tecnológico que aumente y mejore el trabajo asalariado y la protección del medio ambiente sin extractivismo. Es a todo esto a lo que renuncia Apruebo Dignidad, por lo que su presencia en el gobierno de Boric aparece profundamente cuestionada, lo que le está llevando a perder gran parte de su base de apoyo si no logra revertir esta situación, impidiendo la ratificación del TPP 11 por parte del Presidente y abriendo una discusión profunda en torno a los TLC en general y sus consecuencias sobre la dirección hacia donde avanza nuestra sociedad.

El TPP 11 no es resultado del rechazo del 4 de septiembre, pues ya antes el ministro de Economía, Mario Marcel, había manifestado la necesidad de aprobar y firmar el TPP 11 dentro de este año 2022, lo mismo que ex ministros de economía concertacionistas, personalidades afines y Ricardo Lagos, por lo que la negativa de Boric de retirar el TPP 11 del Senado es un triunfo del mundo concertacionista, avalado por él mismo, dentro del gobierno, dejando claro que en materia de economía y de relaciones exteriores la última palabra les pertenece, aún cuando ello signifique traicionar el programa gubernamental, como está ocurriendo.

Boric no cumplió su compromiso programático de realizar una amplia discusión antes de llevar a votación el TPP 11, por lo que le cobramos la palabra exigiendo un gran debate nacional y ciudadano, donde discutamos las consecuencias sobre los pueblos de Chile que tiene la ratificación del TPP 11, poniendo sobre la mesa el modelo de desarrollo que queremos para nuestro país. Este debate nacional debe contar con la participación de vocerias ciudadanas provenientes de organizaciones que esten en contra del TPP 11, de manera equivalente en proporción a quienes lo defiendan. Esta deliberación y acción comunicacional, informativa y formativa, para la cual aún tenemos tiempo, debemos iniciarla ahora por TV, radio y prensa, antes de que este acuerdo internacional se ratifique y firme por la presidencia.

Queremos señalar que la estrategia de las side letters por parte del Gobierno es una acción que no resuelve el problema de fondo, donde un aspecto estratégico y fundamental presente en el contrato TPP 11, es la obligación del Estado de Chile a indemnizar a las empresas transnacionales que vean afectadas sus auto consideradas razonables expectativas futuras de ganancias producto de sus inversiones en Chile, si es que cualquier repartición del Estado de nuestro país toma alguna medida que les disminuya dichas expectativas. Esta indignante cláusula, que no existe en los contratos entre privados, está dentro del TPP 11 y ya ha sido utilizada por las transnacionales en otros contratos con países, donde los consorcios han ganado los juicios en la mayoría de los casos, logrando indemnizaciones por unas cifras exorbitantes de dinero. Por ello, decimos que estos juicios se harán de todos modos, aún si se firman las side letters, en algún tribunal habilitado para el efecto, que siempre deberá existir para solucionar cualquier controversia entre el Estado y las grandes empresas, incluso en el mismo sistema judicial de Chile, siempre con gran posibilidad de éxito para los grandes capitales privados transnacionales, que tienen toda una máquina de lobbystas, abogados y señorxs con maletín, como parte de las necesidades y costos que demandan sus negocios para maximizar sus ganancias y retornos en el tiempo.

Por último, queremos dejar establecido que Boric no cumplió su palabra empeñada en su programa, ni hizo honor a su conducta anti TPP 11 desplegada cuando fue diputado, ni está impidiendo el desarrollo del neoliberalismo en nuestro país, como tambien lo declaró. Al contrario, los hechos de los que dan cuenta su acción nos muestran que su opción para Chile es continuar con el desarrollo y profundización del neoliberalismo duro en nuestro país, traicionando a sus electorxs y a los pueblos, haciendo exactamente lo contrario de lo que ha dicho durante su carrera política y por tanto, perdiendo toda credibilidad de su palabra, por lo que Boric debe renunciar a la presidencia de Chile.

Llamamos a construir un gran movimiento social nacional anti neoliberal, anti capitalista y antiimperialista, que siente las bases para la construcción de otro Chile: soberano, digno, solidario, equitativo, inclusivo, popular, para todos los pueblos oprimidos y explotados, donde la riqueza sea en beneficio de todxs y no de una minoría.

¡FIN AL SENADO!

¡RENUNCIA BORIC!

¡LA SOBERANIA NACIONAL DE CHILE NO SE VENDE NI SE TRANSA!

¡BASTA DE NEOLIBERALISMO!

¡QUEREMOS Y NECESITAMOS OTRO MODELO DE DESARROLLO PARA CHILE!

¡DEBATE CIUDADANO NACIONAL AHORA!

¡NO AL TPP 11!

SOBERANXS POR UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Fuente fotografía

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