No lo mandó a decir con nadie: Gobernador Orrego responsabiliza a Piñera por inmigración irregular

"El Presidente de la República que fue a Cúcuta a decirle a todos nuestros hermanos venezolanos que vinieran a Chile no fue Boric, fue Piñera. Ahí empieza una inmigración irregular", afirmó Orrego.

El Gobernador de la región Metropolitana, Claudio Orrego, aseguró este lunes que es necesario declarar un Estado de Excepción debido a la crisis de delincuencia que vive Santiago.

Según declaró la autoridad en 24 Horas, durante las últimas tres semanas se han registrado 17 homicidios y 36 asesinatos frustrados, por lo que exigió que se decrete Estado de Excepción para «expulsar de forma inmediata» a los migrantes que cometen delitos, así como también «de inmediato al Comité Regional contra el Crimen Organizado» .

Estas acciones se sumarían a las ya aplicadas en el sur del país, donde la presencia de Estado de Excepción se mantiene vigente desde octubre de 2021.

«Si este Gobierno y el anterior han mantenido por todo este tiempo el Estado de Excepción en el sur, querrá decir de que ayuda», argumentó el gobernador regional.

«He sido alcalde por 8 años, he sido intendente por 4 años y he sido gobernador por 2 años. Este es el momento más críticos en materia de seguridad que yo he visto en Santiago en décadas. Nunca habíamos visto tantos crímenes, nunca habíamos visto tantos homicidios frustrados y armas de fuego», enfatizó.

A juicio de Orrego, la problemática de la inmigración irregular en Chile tiene su origen en gestiones anteriores, y responsabilizó directamente al expresidente Sebastián Piñera por sus medidas en materia migratoria.

«Acá tenemos que hacernos cargo de lo que no se hizo en mucho tiempo. El Presidente de la República que fue a Cúcuta a decirle a todos nuestros hermanos venezolanos que vinieran a Chile no fue Boric, fue Piñera. Ahí empieza una inmigración irregular», criticó.

Alza de ingresos ilegales a Chile tras visita de Piñera a Cúcuta 

Cabe recordar que durante la segunda presidencia de Piñera el ingreso por pasos no habilitados se disparó a cifras nunca antes vistas, en especial desde principios del año 2019 cuando viajó a Cúcuta y luego que él y sus ministros repitieran que recibirían venezolanos mientras el país resistiera y que era positivo para Chile.

 “Vamos a seguir recibiendo venezolanos en Chile”, fue la frase que manifestó en una entrevista a Deutsche Welle, a solo cuatro días de haber asumido su segundo mandato en marzo de 2018, cuando era visto como uno de los mandatarios más importantes de la región y considerado como “un refuerzo por los gobiernos latinoamericanos críticos con Nicolás Maduro”.

Posteriormente, el 22 de febrero del 2019, el expresidente Sebastián Piñera viajó a Cúcuta, Colombia, para entregar, junto a su par Iván Duque, “ayuda humanitaria” a los venezolanos y para respaldar una posible caída del Gobierno de Nicolás Maduro a manos de, en ese entonces, el autoproclamado Presidente Encargado de la nación, Juan Guaidó.

“La fe está más fuerte que nunca y no hay ninguna fuerza capaz de detener la fuerza incontenible de la libertad, de la democracia, que han expresado los venezolanos y sus amigos latinoamericanos durante los últimos meses y años”, señalaba Piñera en el acto.

No puede haber nada más cruel que un gobierno que le niega la ayuda humanitaria a su propio pueblo. No dejo de preguntarme cómo una persona puede tener tanta ambición y estar dispuesto a causarle tanto dolor y sufrimiento a su propio pueblo durante tanto tiempo por el solo afán de aferrarse a un poder que no le pertenece. Llegó el momento de decir fuerte claro que Maduro es parte del problema y no de la solución. La democracia es la solución para Venezuela, dijo Piñera a su arribo a Cúcuta.

Piñera quiso instalarse como un líder internacional, como un “salvador de la democracia” y un “defensor de los derechos humanos”, mientras se preparaba el escenario de que Chile sería sede de la Cop 25 y Apec. Sin embargo, se levantó el estallido social en el País, con millones de personas movilizadas exigiendo justicias sociales y finalmente el gobierno terminó violando derechos humanos de miles de personas, como uno de los más atroces episodios en la historia democrática del País, con los eventos mundiales suspendidos y con su estrepitosa caída en su “liderazgo” internacional.

«En dos años, Piñera pasó de ser un mandatario progolpista reconocido en el continente, a tener solo 6% de aprobación en enero de 2020, el más bajo de la región. Su popularidad era incluso más baja que la de Fernando De la Rúa, presidente de Argentina que en 2001 huyó en helicóptero desde la Casa Rosada tras la mayor crisis social y económica en décadas», recordó el analista Jorge Molina Araneda en su artículo «Piñera y el Tren de Aragua: Su último legado criminal», publicado por El Ciudadano en junio de 2022.

En el texto, Molina Araneda recordó que a raíz de la carta blanca otorgada por Piñera, integrantes de la megabanda criminal El Tren de Aragua ingresaron a nuestro país en 2021, provenientes de Venezuela, para instalarse en Tarapacá, La Serena, Valparaíso, Quilpué, Talca y Temuco, entre otras ciudades de suelo nacional, aprovechándose de la ola de migración.

Este grupo se dedica a una variedad de delitos como narcotráfico, sicariato y trata de personas para explotación sexual, con alta dosis de violencia, y se caracterizan por la utilización de armas de fuego.

También hay antecedentes que durante el gobierno de Piñera ingresaron al país otros grupos sicarios paramilitares de Colombia y Venezuela.

Cifras oficiales solicitadas vía transparencia p y reveladas en abril pasado por el analista  Ignacio Ortega, demuestran que durante el segundo período presidencial de Sebastián Piñera ingresaron 87.792 personas (especialmente venezolanos) por pasos no habilitados.

En 2018 ingresaron 101 venezolanos, y tras el viaje del exmandatario a Cúcuta en 2019 la cifra aumentó de forma exorbitante a 3.333 personas

Para 2020 la cifra subió a 12.935 y en 2021 marcó un récord de 43.449 personas. Entre enero y marzo del 2022 se sumaron casi 10.000 más.

Ortega planteó que los registros oficiales desmientes la decalraciones del ex director de Migraciones y director de Escuela de Gobierno de la Universidad Andrés Bello, Álvaro Bellolio, quien en un lavado de manos al ser consultado sobre el aumento de migrantes venezolanos luego del viaje de Piñera, a la ciudad colombiana limítrofe con Venezuela, se limitó a responder que “llegaron más venezolanos antes de Cúcuta que después”.

Los registros oficiales también demuestran que en la era de Sebastián Piñera ingresaron 5.672 personas de origen cubano por pasos no habilitados.

En esa oportunidad, Ortega hizo mención al abogado Mijail Bonito, cuyo ha salido a relucir durante los últimos días por haber asumido la representación jurídica de los atletas cubanos que decidieron abandonar a su delegación tras el cierre de los Juegos Panamericanos Santiago 2023.

Bonito se desempeñó como asesor de migración en el segundo gobierno de Piñera.

«Tal vez el ex e influyente funcionario de Piñera, Mijail Bonito -también cubano- podría explicar el fenómeno», preguntó Ortega en abril pasado.

Cabe destacar que estas estadísticas se suman las estimaciones del Servicio Jesuita Migrante y de la PDI (2021), que señalan que el 87% de los ingresos por pasos no habilitados de toda la última década se produjo bajo la segunda administración Piñera.

De acuerdo con estos registros, son ciudadanos venezolanos quienes concentran el mayor porcentaje de ingresos por pasos no habilitados: 2019 (41,4%), 2020 (76,8%), 2021 (75,2%).

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