Paraguay: El ‘estronismo demócrata’ defendido por el progresismo bienintencionado

La ANR (Asociación Nacional Republicana –Partido Colorado) aprendió del momento Lugo (2008-2012) que jamás de los jamases debe enfrentar elecciones importantes yendo separada, pese a todo, contra todo, comulgando con las ruedas de carreta que sean

Por Wari

26/01/2021

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Columnas

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La ANR (Asociación Nacional Republicana –Partido Colorado) aprendió del momento Lugo (2008-2012) que jamás de los jamases debe enfrentar elecciones importantes yendo separada, pese a todo, contra todo, comulgando con las ruedas de carreta que sean. El progresismo paraguayo no se ha dado cuenta de ello y sigue actuando como si fuera posible la alternancia en el poder bajo este monopartidismo perfecto que sufrimos[1].

El gobierno de Mario –Marito- Abdo ha exprimido este desconocimiento del progresismo paraguayo jugando la carta de “con Cartes sería peor” aunque no se esconde, para nada, que este gobierno es en realidad un co-gobierno con el cartismo desde hace mucho tiempo[2].

En el ataque antiderechos a la titular del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia[3] fueron los sectores progresistas quienes defendieron a la ministra, desgastándose y exponiéndose en ello. Mientras tanto ese ministerio (Minna) sigue desarrollando y auspiciando prácticas antiderechos pues está totalmente infiltrado y presionado por el fundamentalismo evangélico y católico, los cuales cuando se trata de menoscabar libertades y derechos de niñas y adolescentes comulgan conjuntamente sin ningún problema. El progresismo paraguayo asumió esa defensa de la ministra como una batalla propia, entrando de lleno en la interna colorada sin pudor ni vergüenza, asumiendo todos los costos y no percibiendo ninguna ganancia.

Tras el asesinato de las dos niñas de Yby Yau por las FTC[4] se realizó una protesta pacífica frente al Panteón de los héroes en Asunción. Alguien haciendo caso al “si no vuelvo, quemen todo” intentó encender los adornos del Panteón[5]. El progresismo bienintencionado diciendo “no es la forma” llamó al silencio y a silenciar la protesta. Como resultado de esa estrategia no solo no se ha investigado el asesinato de las dos niñas sino que las FTC aparecen fortalecidas en su impunidad.

La presencia de Euclides Acevedo, un político actualmente colorado con un historial de lucha antidictatorial ilustró muy bien esta estrategia de “estronismo democrático” e ilusionó a parte del progresismo ilustrado que pretendió lograr una ley para que la tierra de Marinakue quedase en manos de las familias de las víctimas de la masacre de 2012. La ilusión fue completa en tanto efectivamente se creó una ley impulsada desde una bancada colorada, esa ley fue votada favorablemente y quedó a la espera de su promulgación. Tras el despacho de la ley por el Senado vino una andanada de quejas de los gremios empresariales, incluyendo el gremio de los empresarios del medio ambiente, uno de ellos dirigido por alguien de apellido Cartes como para que no quedaran dudas de quién estaba detrás de la queja. La ley nunca fue promulgada. Marito, de impulsor de la ley pasó sin parpadear a vetador y crítico de la misma.  El progresismo optimista quedó echando culpas a cualquiera que no fuese su propia inocencia. Mientras tanto al ministro Euclides Acevedo le premiaron con el cargo de canciller en tiempos de renegociación de Itaipu.

Lo mismo pasó en la apuesta por la paridad, a cuya ley solo se le dejó en pie el nombre. En la ley de ollas populares otro tanto: quien primero aprovechó una ley dictada para la emergencia de hambre que dejó el tratamiento sanitario de la pandemia fue la ANR[6]. Ahora, otra propuesta legislativa progresista, la ley de Arancel Cero, tan bien intencionada como las anteriores, fue despojada de todo efecto, menos del nombre por una reglamentación a cargo del coloradismo para beneficio del coloradismo y sus aliados empresariales del rubro educación.

Este círculo vicioso del progresismo bienintencionado de crear o proponer leyes que cuando no sean deformadas o vaciadas serán aprovechadas por el coloradismo, dueño del gobierno y la oposición, de los poderes del Estado y de los poderes fácticos en este su monopartidismo perfecto.

Hasta el momento la única acción política efectiva para detener los avances del coloradismo en su afán de seguir exprimiendo el país ha sido la protesta social, tanto en la calle como –en tiempos de encierro y cuarentena- la relevada en redes sociales virtuales. La quema del Congreso en 2017 anuló la reelección de Cartes.  En Ciudad del Este la protesta social derrotó al coloradismo en 2018. La protesta en el panteón en 2020 puso el asesinato de las dos niñas dentro de las preocupaciones nacionales. Las protestas contra la falta de apoyo a quienes sufren los efectos económicos de las cuarentenas por la pandemia permitieron la ampliación de los subsidios Pytyvo.

El estronismo demócrata que vivimos, actualización del monopartidismo perfecto de la ANR no terminará mientras no se rompa con la ilusión de las leyes como herramienta para alcanzar cierta justicia social en este Estado Colorado. Esa ilusión legislativa solo beneficia al Partido Colorado y a quienes justifican su participación en el show de democracia en calidad de actores terciarios, pero no al pueblo que sufre y se desgasta.

Por Pelao Carvallo

24 de enero de 2021


[1]  http://ea.com.py/blogs/el-monopartidismo-perfecto/

[2] https://www.elciudadano.com/columnas/marito-cartes-la-misma-pandemia-colorada/07/27/

[3] https://www.ultimahora.com/cartistas-abren-fuego-contra-ministra-la-ninez-y-apuntan-su-cabeza-n2915575.html

[4] Fuerza de Tarea Conjunta: Policía, Ejército, Antidrogas

[5] https://www.elciudadano.com/columnas/todo-habla-del-dolor-por-el-asesinato-de-las-dos-ninas-en-yby-yau/09/10/

[6] https://www.anr.org.py/articulo.php?cod=2990

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