El secuestro sionista de los espacios judíos

Los sionistas organizan este tipo de eventos en espacios culturales y religiosos, usándolos como escudo y secuestrando a la religión judía, mezclándola con este movimiento político.

El secuestro sionista de los espacios judíos

Autor: Wari

Por Stephanie Elías Musalem

El pasado domingo en Los Ángeles, California, simpatizantes de Palestina protestaron en las afueras de la sinagoga Adas Torah. La manifestación se volvió violenta luego de que personas pro israelíes salieron al encuentro, donde se reportaron empujones y golpes. A pesar de que la confrontación fue entre ambos grupos, la inmensa mayoría de las autoridades culpó exclusivamente a los manifestantes árabes.

«Quiero dejar claro que Los Ángeles no será un refugio para el antisemitismo y la violencia. Los responsables de cualquiera de estos actos serán encontrados y responsabilizados», dijo la alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, en un comunicado oficial. El presidente Biden también se sumó a las críticas, catalogando la protesta de antisemita.

«Estoy horrorizado por las escenas fuera de la sinagoga Adas Torah en Los Ángeles. Intimidar a los feligreses judíos es peligroso, inconcebible, antisemita y antiestadounidense. Los estadounidenses tienen derecho a protestar pacíficamente. Pero bloquear el acceso a una casa de culto y participar en actos de violencia nunca es aceptable», publicó en su cuenta de X.

Autoridades y varios medios de comunicación dejaron fuera un componente clave: la sinagoga Adas Torah, durante la mañana del domingo, no estaba realizando una ceremonia religiosa ni un encuentro de la comunidad judía, sino un evento de bienes raíces, organizado por “My Home in Israel Real Estate”, una empresa de corretaje que ha estado implicada en la venta de terrenos de la Palestina Ocupada, incluyendo áreas como Efrat, Neve Daniel y Ma’ale Adumim, tres asentamientos ilegales. Dicha acción constituye un crimen ante el derecho internacional, violando gravemente la Cuarta Convención de Ginebra.

Lucas 19:46: «Mi casa es casa de oración; mas vosotros la habéis hecho cueva de ladrones.» Así dijo Jesús a los mercaderes que usaron el Templo Sagrado de los judíos para el comercio de bienes, y si hoy presenciara a estos grupos vendiendo tierra robada, diría lo mismo.

No es la primera vez que la narrativa sionista ocupa esta táctica de “secuestro” de espacios judíos para organizar eventos moralmente cuestionables o francamente criminales.

En Chile también ha pasado. El 28 de marzo, diversas organizaciones de la Comunidad Judía convocaron a una charla con soldados que venían de servir en la invasión de Israel a la Franja de Gaza. Esto, a pesar de que dicho Estado está siendo investigado por la Corte Internacional de Justicia por cometer un genocidio contra la población gazatí. El evento fue organizado en el Estadio Israelita. Cuando adherentes a la causa palestina se manifestaron, la Comunidad Judía de Chile también los acusó de antisemitas por protestar fuera de una de sus instituciones deportivas y culturales, aunque, por supuesto, omitieron cuál era el motivo de la manifestación.

Los sionistas organizan este tipo de eventos en espacios culturales y religiosos, usándolos como escudo y secuestrando a la religión judía, mezclándola con este movimiento político. Así, mientras los sionistas criminalizan las críticas a Israel, logrando la condena por parte de los líderes y autoridades a quienes luchan por Palestina, el Estado sionista ha destruido con impunidad al menos 117 sitios religiosos en Gaza desde el 7 de octubre, algunos de ellos considerados las iglesias más antiguas en la historia de la humanidad.

Por Stephanie Elías Musalem

Directora de Contenidos Centro de Información Palestina

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