Celebración de la religiosidad católica

Festividades tradicionales en América Latina por la Semana Santa

Diversas actividades se desarrollan en países como Ecuador, Brasil, Colombia, Guatemala, Chile y Venezuela

Para conmemorar la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, los latinoamericanos realizan diversas festividades en la Semana Santa que son consideradas importante para la religión cristiana.

Entre las naciones que desarrollan actividades se encuentran Ecuador, México,  Brasil, Argentina, Guatemala, Chile, Colombia, Honduras, Nicaragua y Venezuela.

Los ecuatorianos

En Ecuador realizan el ritual romano “Arrastre de Caudas”, donde se recuerda la crucifixión y resurrección del Maestro Jesús. La actividad que se lleva a cabo en la capital desde siglos, rinde culto a un general muerto en batalla que era devoto de Cristo.

Los fieles se congregan el miércoles santo, en la catedral Metropolitana para observar el cortejo que ha sido adaptado por los peruanos, quienes lo han consagrado en los últimos años.

En México

A diferencia de los ecuatorianos, los mexicanos efectúan la procesión del Silencio en San Luis de Potosí, donde los devotos cargan diversas imágenes religiosas cuando caminan en silencio para hacer alusión al dolor de la Virgen María.

Otra de las tradiciones en la Semana Mayor y no menos importante para los mexicanos, es la representación de “La Pasión de Cristo” y que se convirtió en 2012 en el Patrimonio Intangible de la capital de la nación.

Esta representación en Iztapalaya; un joven escogido de la comunidad que encarna a Jesús muestra los últimos momentos del hijo del hombre Dios.

Ángeles con martillos y cinceles

En cambio, en Popayán, situado al occidente de Colombia se recrea la muerte de Jesús mediante un esqueleto de origen Alemán del siglo XVIII que junto a ángeles cargan martillos y cinceles. Estas procesiones fueron inscritas en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en septiembre de 2009.

Hombres encapuchados

Desde hace más de 270 años, en Brasil miles de personas asisten a la procesión del jueves Santo, para hacer un recorrido en 270 kilómetros de Goiania, la capital regional.

Esta procesión que revive la pasión y muerte de Jesucristo presenta a 40 encapuchados como los soldados judíos enviados por el sumo sacerdote Caifás, para arrestar a Jesús y llevarlo ante las autoridades romanas.

Salta y Tucumán

En cambio, al norte argentino específicamente en Salta y Tucumán, se desarrollan las tradicionales “ermitas”, confeccionadas con frutos, hojas y semillas del lugar, que representan las distintas estaciones del Vía Crucis y engalanan las calles principales.

Para los que no son de la religión católica, Semana Santa es tiempo para el descanso, viajar o disfrutar en los sitios más cercanos.

Igual que en Sevilla

En la ciudad de Guatemala se conmemora la Semana Mayor, con vistosas procesiones que los turistas comparan con las más conocidas en Sevilla, España; ya que los guatemaltecos  convierten las calles escenario de una vivencia inolvidable para devotos y no cristianos y que ha sido considerada esta conmemoración como una de las representaciones más bellas del planeta.

Santos indígenas

En el altiplano chileno, santos con rasgos indígenas pasean por las calles el Viernes Santo, donde la procesión de San Pablo  de Atacama y el viacrucis  español de Chiu Chiu como parte del sincretismo de los quechua y aymara.

Mientras que en la iglesia de El Totoral del litoral central y  el Domingo de Resurrección es animado por los guitarrones con Misa a la Chilena.

Pero, en el templo de los Benedictinos, en Santiago, los monjes lavan los pies en la Última Cena del jueves y en las islas de Chiloé los devotos sacan de las iglesias de madera los tesoros religiosos.

A su vez,  en el templo de adobe de Toconao, el fuego se enciende el sábado en la noche, esperando la resurrección con la bendición de la luz y al su de la nación, se enciende en Andacollo, a través de la música para la celebración del Domingo de resurrección.

Nazareno de San Pablo

Los venezolanos peregrinan en procesión por Caracas, para venerar al Nazareno de San Pablo, uno de los rituales más antiguos del país.

Los feligreses desde la madrugada del jueves Santo acuden con túnicas de moradas a la primera de las dieciocho misas que se realizan a cada hora,  por distintos sacerdotes. Los devotos para pagar su promesa o hacer una nueva al Nazareno entran al templo  de Santa Teresa caminando, descalzos e incluso de rodillas, uno de los centros religiosos católicos de Venezuela.

Esta procesión también se desarrolla en otras entidades del país.

La Semana Mayor, ha sido tomada por los devotos del cristianismo como una fecha para la reflexión y reconciliación con la fe, mientras que los no creyentes prefieren disfrutar de unas vacaciones cortas en los sitios turísticos de cada nación  u otros deciden quedarse en sus hogares para compartir en familia.

 

 

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