El fantasma de la recesión persigue a la administración Trump

La señal de alerta se encendió la semana pasada cuando se invirtió la curva de rendimiento de la deuda pública a corto y largo plazo de EE. UU.

La administración de Donald Trump empieza a mostrar signos de preocupación por la situación económica de Estados Unidos.

Pese a que la guerra económica contra China estalló el año pasado y Trump se empeña en mantenerla, la señal de alerta se encendió la semana pasada cuando se invirtió, por primera vez después de 2005, la curva de rendimiento de la deuda pública de EE. UU. a corto y largo plazo.

Ese día, el miércoles 14 de agosto, la rentabilidad de los bonos del Tesoro a 10 años se situó en torno al 1,596 % y la de los títulos a 2 años en el 1,593 %, reseñó EFE.

El hecho de que la deuda a dos años resulte más rentable que a diez significa que los inversores ven un mayor riesgo en la economía a corto plazo que a largo y tradicionalmente se ha visto como un síntoma de recesión, explicó el medio español

En este contexto, se despertó la incertidumbre en los mercados y los analistas pronosticaron una recesión en EE. UU. en los próximos 36 meses.

Aunque el mandatario estadounidense ha querido mostrar que impulsa una economía fuerte, empezó a contradecirse en sus declaraciones y responsabiliza de todos los males a la Reserva Federal (Fed) por su política con las tasas de interés.

Este jueves, Trump volvió a cargar contra el presidente de la Fed, Jerome Powell, a quien tildó de ser «como un golfista que no puede dar un golpe suave» porque «no tiene tacto».

Lo más grave es que la curva de rendimiento de los bonos se invirtió este jueves por tercera vez desde la semana pasada.

La rentabilidad de la deuda estadounidense a dos años era del 1,596 %, en tanto que los rendimientos de la deuda a 10 años era unas milésimas porcentuales inferior, del 1,594 %.

Mientras tanto, en Jacskon Hole se reúnen los responsables de los bancos centrales del mundo para debatir el asunto.  

La atención se posará sobre Powell, representante estadounidense, quien en julio decidió rebajar, por primera vez en más de una década, los tipos de interés hasta el rango de entre el 2 y el 2,25 %.

El comportamiento de la curva guarda semejanzas con el que tuvo antes de que se registrara la recesión por la crisis financiera de 2008.

Fuente: EFE, Sputnik, Telesur.