OCDE: Chile es el país con mayor desigualdad de ingresos

Nuestro país es el cuarto de los 34 países miembros de ese organismo con una mayor proporción de pobres, con un 18 por ciento de la población con ingresos inferiores al 50 por ciento de la media

Por mauriciomorales

20/03/2014

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bandera chile

Nuestro país es el cuarto de los 34 países miembros de ese organismo con una mayor proporción de pobres, con un 18 por ciento de la población con ingresos inferiores al 50 por ciento de la media.

El informe señala que Chile se destaca por ser el que mayor brecha presenta entre los miembros del «Club de los países desarrollados«, por los ingresos entre el 10 por ciento más rico y el 10 por ciento más pobre, según el coeficiente de Gini, que mide la desigualdad social.

Ese coeficiente es de 0,50 para Chile, seguido de cerca por México (0,47) y a más distancia por Turquía (0,41), Estados Unidos (0,38), Israel (0,38), Portugal (0,34), Reino Unido (0,34), España (0,34), Grecia (0,34) y Japón (0,34). La media en la OCDE es de 0,31.

Los países con menos desigualdades son Islandia (0,24), Eslovenia (0,25), Noruega (0,25) y Dinamarca (0,25).

Según la presidenta Michelle Bachelet, «Chile tiene un solo adversario y se llama desigualdad», y su programa de gobierno busca reducirla con dos reformas: la tributaria, para que los que ganen más contribuyan más, y la educativa, con el fin de garantizar oportunidades iguales para los chilenos.

El tema de la desigualdad en el país ha sido motivo de numerosos estudios, como el más reciente de la Universidad de Chile, titulado «La ‘parte del león’: Nuevas estimaciones de la participación de los súper ricos en el ingreso de Chile».

Utilizando datos del Servicio de Impuestos Internos y ajustando por dispositivos que existen en el sistema tributario chileno que permiten esconder parte de estos elevados ingresos, los académicos llegan a resultados muy preocupantes.

Entre ellos, se menciona a los pilares que sostienen estructuralmente la desigualdad entre los chilenos:

1) Un sistema tributario con dispositivos creados y utilizados para esconder los ingresos y eludir el pago de impuestos (Fondo de Utilidades Tributables, exenciones al por mayor e integración de los impuestos que pagan las empresas con los impuestos que pagan los dueños de esas empresas).

2) La falta de la negociación colectiva y el derecho a huelga, haciendo que los trabajadores no tengan capacidad de disputar las ganancias de las empresas, y deben parar 20 días (saltándose las leyes) para obtener 30 minutos para almorzar o para frenar las persecuciones sindicales.

3) Una matriz productiva sin industrias, extractiva, dependiente del cobre, rentista, llena de oligopolios y que condena a las pequeñas empresas a ser unidades de segunda clase que deben soportar pagos a 120 o 150 días por parte de los grandes grupos económicos.

Modificar esos pilares significaría «afectar las ganancias de los superricos, los mismos que financian las campañas políticas y son capaces de aguantar movilizaciones y el repudio nacional con tal de no cambiar la distribución entre capital y trabajo«, según el informe.

«El problema de la desigualdad es que vivimos en un país burbuja, donde mientras un pequeño grupo vive mejor que los ricos de Suiza, el 50 por ciento de los trabajadores gana menos de 500 dólares, y en el 65 por ciento de los hogares el ingreso mensual es de unos 400«, agregó.

4) Hay mucho menos para repartir, y lo poco que repartimos se concentra en un pequeño grupo. «Una pequeña elite equivalente al 1 por ciento de la población, se queda con un pedazo casi 3,5 veces más grande que lo que toma la elite de Suecia en términos proporcionales».

5) «Si nos concentramos en el 0,1 por ciento de los chilenos que tienen mayores ingresos, veremos que éstos concentran entre 17,6 y el 19,9 por ciento de los ingresos totales del país«.

6) Pero «si toma sólo al 0,01 por ciento de los chilenos de mayores ingresos, se observa que éstos tienen entre 10,1 y 11,5 por ciento de los ingresos totales del país».

Según la investigación universitaria, «el diagnóstico es más duro de lo que pensábamos, o lo que las encuestas nos permitían concluir hasta ahora. Desde el gobierno militar (1973-1990), prácticamente no se han tocado las bases del modelo que permite la super acumulación de unos pocos«.

Ese modelo es el ahora fracasado «neoliberal» que auspiciaban el Fondo Monetario Internacional (FMI) y otros organismos económicos internacionales.

La investigación plantea la necesidad de una gran reforma tributaria «que grave en mayor porción a los mayores ingresos, libere sustancialmente la carga de aquellos que apenas perciben ingresos de subsistencia y capture las rentas económicas de los recursos naturales del país».

También propone reducir el regresivo impuesto al valor agregado (IVA) a un rango cercano al 10 o 12 por ciento (ahora está en 19 por ciento), y que excluya los alimentos y los productos culturales, a fin de ayudar a las personas de los tramos de ingreso medio y bajo y haya más inversión en capital humano.

Finalmente, insta a las autoridades a «recuperar la renta de los recursos naturales, lo que significaría aumentar la eficiencia económica y obtener recursos cuantiosos para financiar las múltiples demandas sociales».

A instancias de la campaña electoral de la presidenta Bachelet, se instaló en la agenda del país el tema de la desigualdad, y ahora se espera que el gobierno envíe al Congreso los proyectos de ley que puedan conciliar las diferencias sociales entre los chilenos.

 

Fuente: Agencias

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