Nature: la más prestigiada revista científica del mundo elogia el borrador constitucional chileno

La revista Nature resalta que mientras los investigadores en Chile estudian minuciosamente el texto, que podría remodelar el país si se aprueba este 4 de septiembre, han encontrado mucho que destacar. Sobretodo porque "el borrador contiene artículos diseñados para promover la ciencia, expandir la protección medioambiental y mejorar el sistema de educación en Chile".

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Este 28 de julio, la prestigiosa revista Nature Portafolio destacó en su portal la propuesta constitucional chilena que se enfrentará este 4 de septiembre a la constitución de Pinochet.

«Chile tiene un nuevo best-seller. Desde que finalizó, el 4 de julio, el borrador que podría convertirse en la constitución de la nación ha suscitado masivas descargas online y grandes multitudes esperando para comprar un copia física», así partía el artículo del famoso portal.

El artículo cita además a Ximena Báez, presidenta de la Asociación Nacional de Investigadores en Postgrado (ANIP), quien señala que el borrador «podría convertirse en uno de los textos más leídos en Chile en la historia reciente».

Nature señala que mientras los investigadores en Chile estudian minuciosamente el texto, que podría remodelar el país si se aprueba el próximo 4 de septiembre, han encontrado mucho que destacar. El borrador contiene artículos diseñados para promover la ciencia, expandir la protección medioambiental y mejorar el sistema de educación.

Estos artículos de la propuesta constitucional, señala el medio especializado, contrastan marcadamente con el contenido de la actual Constitución, redactada hace más de cuatro décadas atrás bajo la dictadura militar de Augusto Pinochet.

Citando al sociólogo, José Ortiz Carmona, autor del reporte «Ciencia, Tecnología, Innovación y Emprendimiento en las Constituciones del Mundo», publicado en 2021, Nature señala que la actual constitución contiene «sólo breves y débiles menciones sobre ciencia y muchos ven en esto una de las fuentes de la profunda desigualdad en Chile».

La publicación de Nature hace además referencia a las protestas de octubre de 2019. «Muchos chilenos protestaron por décadas de desigualdades sociales y económicas derivadas, a su parecer, de las políticas de Pinochet, y exigieron reformas políticas, así como una nueva constitución. Un año después, la nación votó abrumadoramente para reemplazar el documento«, señala la publicación.

Nature destaca también el órgano a través el cual se creó la propuesta de borrador constitucional: «Una asamblea democráticamente electa, que incluía científicos, profesores, estudiantes y representantes indígenas para escribir el borrador. El producto, han señalado algunos, es la primera Constitución en la historia de Chile que no está escrita por élites políticas, económicas o militares».

La revista señala, además, que pese a haber sido redactada por un grupo diverso, la visión del futuro de Chile no ha ganado el favor de todos. Y establece lo que al interior de Chile bien sabemos, que algunos académicos rechazan la propuesta y que la mayoría de las encuestas se muestran a favor del Rechazo.

Impulso a la ciencia y protección del medio ambiente

Nature destaca que, de manera similar a la constitución actual, la propuesta exige que el Estado “estimule” la ciencia y la tecnología, algo crucial para un país que, durante la última década, ha invertido sistemáticamente menos del 0,4 % de su producto interno bruto en estas materias.

Sin embargo, el borrador va un paso más allá, al agregar que los logros científicos y las soluciones tecnológicas deben servir para mejorar la vida de los chilenos. La revista toma de ejemplo uno de sus artículos, el que dice que el Estado debe apoyarse en la ciencia para asegurar la “mejora continua” de los servicios y bienes públicos.

Nature señala también lo centralizados que están los recursos para investigación en Chile, donde la mayoría de universidades y centros de investigación se encuentra en Santiago. Sin embargo, destaca que la propuesta de nueva constitución indica que el Estado debe crear las condiciones necesarias para el desarrollo de la ciencia en todo Chile.

Por otra parte, la revista especializada de ciencias señala que la propuesta de borrador constitucional ha sido llamada una «‘constitución ecológica’ porque enfatiza los derechos ambientales. Dice que el Estado tiene el deber de prevenir y adaptarse a los riesgos de las crisis climática y de biodiversidad, así como mitigar sus efectos».

Particularmente, Nature destaca que el documento establezca a la Naturaleza como sujeto de derechos propios, «lo que significa que puede protegerse legalmente, incluso en ausencia de daños directos a las personas», señaló. Nature citó al relator especial de las Naciones Unidas, David Boyd, quien señaló que «es probable que las principales industrias no estén satisfechas con las disposiciones ecológicas. Si se promulga la constitución, surgirán muchas demandas y el gobierno chileno deberá mantenerse firme para luchar contra estos ‘intereses creados‘».

Por último, la revista destacó que la propuesta constitucional «busca proteger por primera vez en su historia los derechos de los pueblos indígenas de Chile, alrededor del 13% de la población». Y así, señala también que «el borrador señala que la investigación debe ser ética y que el progreso científico no debe vincularse a la discriminación«, lo que podría impulsar los esfuerzos para repensar la relación entre los científicos chilenos y las personas que estudian, señalan citando a la investigadora y miembro de la Comunidad Autónoma Diaguita Mapochogasta, Constanza Silva, quien apunta a que el borrador de nueva constitución podría abrir un camino a procesos de investigación más participativos.

Aquí te dejamos el artículo completo de Nature, en su idioma original.

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