Cafeteros colombianos amenazados por caída de precios en el mercado internacional

Algunas localidades colombianas, como el municipio Santuario, se quejan por el “comercio injusto” del grano en estos momentos

Por Pedro Pérez

28/05/2019

Publicado en

Colombia / Latinoamérica

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Colombia es el tercer país productor de café y el mayor productor de café suave en el mundo, pero la calidad de este rubro se ha visto afectada por la plaga de la broca (Stephanoderes hampei) y una caída de los precios en el mercado internacional durante la primera recolección del año.

La situación ha obligado a los campesinos y productores del rubro a vender el grano a pérdida. Incluso, algunos ya tumbaron sus arbustos y han optado por vender sus fincas.

Después de Brasil y Vietnam, Colombia es el primero en producir un café suave, de mayor calidad, y es el principal sustento de unas 540.000 familias, muchas de ellas podrían desaparecer como cafeteros, según un reporte de la agencia AFP.

Se dice que de cada 10 hogares del mundo en los que se consume café, en 9 de ellos proviene de América del Sur, específicamente de Colombia, Venezuela, Brasil, Perú y Ecuador.

Sin embargo, algunas localidades colombianas, como el municipio Santuario, se quejan por el “comercio injusto” del grano en estos momentos. Los productores de esta zona temen lo peor: dejar de ser netamente cafeteros por tradición.

Actualmente, producir una arroba de café (12,5 kilos) cuesta el equivalente a USD 22, pero en los centros de acopio la pagan a 21 dólares en promedio, esto augura un panorama crítico para el sector, ubicado en el tercer puesto luego del petróleo y la minería en Colombia.

La federación que agrupa a los agricultores en el país neogranadino reportó que el pasado mes de abril el comportamiento productivo del café fue positivo, creció 18%. Foto: Web

Mientras la Federación Nacional de Cafeteros promueve la venta de parcelas como único aliciente en medio de esta situación, los productores del campo señalan que mientras en 2016 la libra se cotizaba internacionalmente a USD 1,5 en promedio, este año el precio cayó al mínimo histórico, por debajo de un dólar.

Gustavo Echeverry, un hombre de 50 años que se ha ganado la vida produciendo el grano de café, denuncia que quienes lideran el negocio “pagan una miseria” por el rubro y no alcanza ni para cubrir los costos de producción.

«Ya no estamos en nuestra zona de confort, entonces nos toca reinventarnos y hacer nuevas cosas y nuevas actividades para surgir. Una de ellas es el turismo”, declaró.

El alcalde Everardo Ochoa, citado en El Comercio, asevera que el éxodo en Santuario, debido a la merma de este mercado, se acentúa cada vez que estalla una crisis del café.

Guillermo Ochoa, antiguo productor de café, tomó la decisión de ser productor de panela, cuenta cómo tumbó 100 mil árboles de café y sembró caña para panela en su finca.

Lo hice “para producir panela y no me arrepiento, nunca. Yo veo a los cafeteros y me da tristeza”, manifiesta.

Actualmente, producir una arroba de café (12,5 kilos) cuesta el equivalente a USD 22, pero en los centros de acopio la pagan a 21 dólares en promedio.

Oferta y demanda, ley del mercado

Se trata de una sobreoferta de café, acompañada por mínimos históricos en su precio, lo que ha hecho que algunos caficultores replanteen la idea de continuar con la tradición de cultivar el grano, mientras que otros resisten con la esperanza de ver un cambio.

Según la Organización Internacional del Café, se prevé una producción 2018/2019 de 167,47 millones de sacos de 60 kilos, una cifra mayor al consumo mundial, que será de 165,18 millones de sacos.

La próxima cosecha de café será en octubre y noviembre de este año. Los expertos alertan que, si para entonces nada cambia, otras fincas saldrán a la venta.

A esto se suma el ataque indiferente de plaga de la broca sobre las plantas y cultivos de café, que termina destruyendo los granos y representa una amenaza siempre latente para los productores.

Después de Brasil y Vietnam, Colombia es el primero en producir un café suave, de mayor calidad, y es el principal sustento de unas 540.000 familias.

Comercio justo

De acuerdo con información de la enciclopedia virtual Wikipedia, el café es uno de los principales productos del llamado comercio justo. Su precio se fija en la bolsa de los mercados internacionales, aunque sea producido en su mayoría por pequeños campesinos y empresas familiares.

No obstante, los caficultores colombianos señalan que en la Bolsa de Nueva York se negocia el rubro en “futuros” contratos con un precio estimado antes de que se encuentre comprador o llegue a su destino, pero también a conveniencia de corredores, que especulan con los títulos de valores de café, revela El Comercio.

La federación que agrupa a los agricultores en el país neogranadino reportó que el pasado mes de abril el comportamiento productivo del café fue positivo, creció 18 %.

El país pasó de producir 874.000 sacos de café, en abril de 2018, para alcanzar 1.031.000 durante el mismo período del año en curso.

Un reporte de la Federación Nacional de Cafeteros de Colombia, recogido por El Espectador, destaca que durante los primeros cuatro meses del año 2019 también se registró un crecimiento con respecto a la producción de enero a abril de 2018.

“Este incremento fue del 2,2 %, y se alcanzó porque los 4.347.000 sacos producidos este año, superan los 4.254.000 que se habían alcanzado, para la fecha, en 2018”, precisó el medio colombiano.

El problema, evidentemente, es la baja de los precios en el mercado internacional, pues según la Federación, en lo que va del año cafetero (octubre 2018-abril 2019), las exportaciones del grano alcanzaron 8,1 millones de sacos, 6,2 % más frente a los 7,6 millones de sacos exportados en el mismo período anterior.

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