Bagheera Kiplingi: Una araña vegetariana

Científicos norteamericanos reportan la existencia de una araña que vive al sur de México, la que a diferencia de otros arácnidos, no tejen telas para cazar insectos, las hembras no se comen al macho después del apareamiento y estos cuidan a las crías

Científicos norteamericanos reportan la existencia de una araña que vive al sur de México, la que a diferencia de otros arácnidos, no tejen telas para cazar insectos, las hembras no se comen al macho después del apareamiento y estos cuidan a las crías. Claro que su rareza principal es que prefiere el néctar de las acacias a una deliciosa mosca.

Entre las 40.000 especies conocidas de arañas existe sólo una sola araña vegetariana. Vive en el sur de México y en Costa Rica, según un artículo publicado en la revista Currente Biology.

“Es verdaderamente la única araña cazadora de plantas y la primera para la cual las plantas son su fuente alimentaria primaria”- señaló Christopher Meehan, de la Universidad Villanova, quien junto a Eric Olson, de la Universidad Brandesi, reseñaron la especie, a la que llamaron Bagheera Kiplingi en recuerdo de la pantera Bagheera del ‘Libro de la selva’, escrito a fines del siglo XIX por Rudyard Kipling.

La dieta vegetariana de esta araña fue observada el 2001 en Costa Rica por Olson, aunque las que vio completaban su vegetariana dieta con larvas de hormigas.

Años después, en 2007, Meehan observó que las Bagheera mexicanas también se nutrían de un néctar secretado por las acacias, llamado cuerpos Baldian, sustancia rojiza  rica en proteínas y fibras, claro que sin acompañarlas con insectos, lo que quedó registrado en 136 de los 140 vídeos que grabó.

Si bien ya se habían hecho observaciones de arañas que se tomaban gotas de polen, esto era fortuito y pasaba sólo cuando algunas gotas caían sobre su tela. Meehan sostiene que  las arañas no comen alimentos sólidos, sino que digieran la presa filtrando sus jugos sin comer el cuerpo, sobre todo cuando se trata de trozos grandes.


RELACIÓN EVOLUTIVA

La araña vegetariana vive en una especie de acacia junto a colonias de hormigas, las que llegan a ser colonias de 15.000 obreras.

Esta especie de acacia ha sido profusamente estudiada en los últimos 50 años, porque ha coevolucionado con unas hormigas en una relación simbiótica. Estos insectos protegen a la planta de los herbívoros y las acacias les proporcionan cobijo bajo sus espinas y también los cuerpos Baldian como alimento. Por su parte, las hormigas defienden a estas acacias de depredadores herbívoros.

Pero a las arañas Bagheera también les gusta este suculento jugo de fibra, que llega a constituir el 90% de su alimento, según detalla Meehan. Para obtenerlo, la araña vegetariana engaña a las hormigas guardianes imitando sus movimientos y su olor para robar su comida.

Los investigadores vislumbran interesantes estudios evolutivos respecto de estas especies, ya que dicha relación mutua y esta transición alimenticia implica un cambio del comportamiento social de dichos arácnidos.

Meehan sostiene que las Bagheera “tienen unas habilidades sociales muy avanzadas y una gran agilidad en sus ocho patas, con lo que logran escapar y hacer sus telas en las zonas menos atractivas de las hojas”.


LAS TELAS Y LOS MACHOS

La Bagheera kiplingi es de color rojizo y tiene pelos, alcanzando un tamaño de no más de cinco centímetros de largo.

Otra singularidad de esta especie es que al no cazar insectos, no tiene la necesidad de tejer una tela para atrapar a sus presas. Eso le permite concentrar todas sus energías en construir hogares para su familia, nidos que las madres utilizan para criar a sus crías.

Por si fuera poco, los científicos identificaron que, en esta especie, las hembras han prescindido de la costumbre de comer a sus parejas sexuales inmediatamente después del apareamiento. Además, a diferencia de las demás arañas, los huevos y las larvas están encomendados al cuidado del macho y no de la hembra.

Mauricio Becerra R.
El Ciudadano

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