Calentamiento global: ranking de las 20 petroleras que están destruyendo el planeta

Responsables del 35 % de las emisiones de CO2

cuatro de cada diez dólares de estas empresas están invertidos en proyectos que no están en línea con los objetivos para frenar el cambio climático y que no serían sostenibles en el mundo post-fósiles que podría experimentarse en el futuro


El CO2 es uno de los principales gases causantes del calentamiento global que amenaza al planeta. Aparte del sector transporte, los procesos industriales son altamente contaminantes y responsables de las emisiones de gases de efecto invernaderos.

Tanto es así que una reciente investigación reveló que más de un tercio de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden de empresas destinadas a la producción de petróleo, gas y carbón.

Este análisis fue realizado por el científico Richard Heede, del Instituto de Responsabilidad Climática de Estados Unidos, la principal autoridad mundial sobre el papel que juega el petróleo en la creciente emergencia climática, evaluando lo que las corporaciones globales han extraído del suelo y las emisiones posteriores de las que estos combustibles fósiles son responsables en los últimos 54 años.

En su estudio, Heede pudo constatar que en el mundo tan sólo 20 empresas han contribuido al 35 % de las emisiones de dióxido de carbono y metano de la industria energética, algo que se traduce en 480.000  millones de toneladas de CO2 desde 1965.

Del total de empresas que conforman el listado más actualizado, solamente ocho son privadas, mientras que las 12 restantes son compañías públicas.

La empresa más contaminante del listado es la saudí Aramco, con 4,38 % del total global, que desde la década de los 70 empezó a despuntar y su escalada en el ránking ha sido imparable. En 2006 alcanzó el primer lugar para mantenerse y afianzarse en él hasta 2017, último año del que se tienen datos.

Otras compañías han ido variando sus posiciones, tal y como refleja el gráfico elaborado por el Instituto. Entre ellas se sitúan petroleras conocidas como las estadounidenses Exxon y Chevron, la británica BP, o la holandesa Shell, que en conjunto son responsables del 10 % de las emisiones de carbono en el mundo desde 1965.

Dentro de las 20 empresas más contaminantes también figuran Gazprom, National Iranian Oil Co, Coal India, Pemex, Petróleos de Venezuela, PetroChina, Peabody Energy, ConocoPhillips, Abu Dhabi National Oil Co, Kuwait Petroleum Corp, Iraq National Oil Co, Total SA, Sonatrach, BHP Billiton y Petrobras.

El análisis apunta que el 90 % de las emisiones atribuidas a las 20 empresas más contaminantes provienen del uso de sus productos, como gasolina, combustible para aviones, gas natural y carbón térmico. Una décima parte proviene de la extracción, refinación y entrega de dichos combustible.

El nuevo estudio respalda otra investigación publicada en 2017 por Peter Frumhoff en la ‘Unión de Científicos Preocupados’ (grupo de científicos sin fines de lucro), quien planteó que las emisiones de CO2 y metano de los 90 mayores productores de carbón industrial fueron responsables de casi la mitad del aumento de la temperatura global y cerca de un tercio del aumento del nivel del mar entre 1880 y 2010.

Las 20 compañías eran conscientes de la amenaza del cambio climático que significaban sus proyectos petroleros. Imagen: Web.

Las petroleras se hicieron la vista gorda

En su informe, Richard Heede aseguró que las 20 compañías eran conscientes de la amenaza del cambio climático derivado del uso de sus productos desde “finales de los años ’50”, pero prefirieron “ignorarla deliberadamente”.

Explicó que el objetivo de su investigación es empujar a las empresas más responsables de las emisiones de carbono a rendir cuentas y hacer que el foco del debate público y político deje de estar centrado en la responsabilidad individual.

Estas compañías y sus productos son sustancialmente responsables de la emergencia climática, han retrasado colectivamente la acción nacional y global durante décadas y ya no pueden esconderse detrás de la cortina de humo de que los consumidores son las partes responsables”, afirmó.

The Guardian acudió a las 20 empresas de la lista para conocer sus apreciaciones sobre la responsabilidad que tienen en las emisiones de CO2, pero solo ocho respondieron.

Algunas argumentaron que no eran responsables de cómo los consumidores usaban el petróleo, el gas o el carbón que extraían. La mayoría dijo explícitamente que aceptaban la ciencia del clima y otras afirmaron que apoyan los objetivos establecidos en el Acuerdo de París para reducir las emisiones y mantener el aumento de la temperatura global a 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales. 

“Todas subrayaron los esfuerzos que estaban haciendo para invertir en fuentes de energía renovables o bajas en carbono”, pero no ofrecieron detalles concretos, indicó el diario.

Las petroleras suman 50.000 millones de dólares en negocios incompatibles con el clima. Foto: Energía 16.

Empresas energéticas no cumplen el Acuerdo de París

Las más grandes compañías petroleras del mundo están quebrantando el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Según el último informe de la consultora especializada Carbon Tracker, desde 2018 empresas como Shell, BP, Exxon, Chevron, han aprobado más de 50.000 millones de dólares en proyectos que no serán económicamente viables si los gobiernos implementan el Acuerdo que pretende limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.

“Las grandes compañías de petróleo y gas gastaron al menos 30 % de su inversión en 2018 en proyectos que no son coherentes con la idea de limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados”, reveló el documento, al tiempo que indicó que si  se concreta la cartera de inversiones prevista, la temperatura debería subir hasta los 2,7 °C.

Hay firmas como Shell o Exxon que están involucradas en proyectos de exploración y extracción de hidrocarburos muy costosos, como los del Ártico y los de las arenas bituminosas (esencialmente Canadá) y crudos más pesados, como las aguas profundas en Angola o Azerbaiyán.

Son inversiones que exigen mucho dinero y tienen un elevado costo medio ambiental. Para que sean rentables las compañías esperan un fuerte consumo y precios elevados (un barril de $ 80, que hoy se cotiza en $ 60), lo que sin duda contribuirá a superar los límites del calentamiento del planeta.

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La estadounidense Exxon Mobil es la empresa que desarrolla más proyectos que no están en línea con los objetivos para frenar el cambio climático. Foto web.

Carbon Tracker destacó que aunque  las compañías energéticas tienen algún proyecto incompatible con el Acuerdo de París, Exxon es la que tiene menos en cuenta la emergencia climática y la que más tiene que perder si las demandas de petróleo y gas caen.

De hecho, precisó que cuatro de cada diez dólares de esta empresa están invertidos en proyectos que no están en línea con los objetivos para frenar el cambio climático y que no serían sostenibles en el mundo post-fósiles que podría experimentarse en el futuro.

Por otra parte, recordó que Estados Unidos, el país que cuenta con las petroleras más grandes, se retiró del Acuerdo de París por decisión de su actual presidente Donald Trump.  

Esto significa que, en su territorio, las empresas no están sujetas a restricciones medioambientales a la hora de invertir en proyectos. Aunque sí lo están cuando deciden hacerlo en otros países que sí se han comprometido a cumplir los requisitos.

 “Más allá de lo que decida cualquier país, el miedo para las compañías es que el mercado les castigue y esto supone un riesgo para sus accionistas”, indicó Carbon Tracker.

Las empresas no apuestan por el desarrollo de energías alternativas para abastecer el mercado. Imagen: Web

Energías renovables y consumo

Por otra parte, las petroleras plantean que debido al auge de la demanda de energía en los países emergentes en los próximos años sólo con inversiones en energías renovables no será posible satisfacer el consumo.

La Agencia Internacional de la Energía (AIE) planteó que se necesitarán unos 20 mil millones de dólares en los próximos 20 años en inversiones en proyectos de este tipo de energía para abastecer el mercado.

No obstante, de cara al público las compañías dicen otra cosa. La británica BP y la noruega Equinor  aseguraron este mismo año que su estrategia era “consistente con los objetivos de Paris” y que su gasto de capital “se situaría hacia un escenario de un incremento inferior a 2 ºC”.

“Mientras las firmas energéticas afirman que apoyan el Acuerdo de París, digan lo que digan, esto no se refleja en su comportamiento”, dijo Andrew Grant, analista de Carbon Tracker”.

Michael Mann, uno de los principales científicos que estudian el cambio climático señaló que ante los hallazgos que comprueban la responsabilidad de las compañías de combustibles fósiles en las emisiones de CO2, los políticos deben tomar medidas urgentes para controlar sus actividades en la próxima Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (COP25), que se desarrollará en Chile en diciembre próximo.

“La gran tragedia de la crisis climática es que 7.500 millones de personas deben pagar el precio, en forma de un planeta degradado, para que un par de docenas de intereses contaminantes puedan continuar obteniendo ganancias récord. Es un gran fracaso moral de nuestro sistema político que hayamos permitido que esto suceda”, condenó.

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