Catamarca en estado de sitio por resistencia a la megaminería

La actividad de las transnacionales de la extracción minera en su insistencia por mantenerse explotando minerales en la cordillera de Los Andes han generado un estado de sitio en Catamarca, asambleístas han sido desalojados de cortes de ruta y se crea un frente pro minero que intenta defender la acción de las empresas amenazando a la población e incluso denuncian que portan armas de fuego.

Bochornosos episodios se han vivido en las provincias de Cuyo durante la semana que concluye y que ha afectado a quienes oponen resistencia a la megamineria extractiva en la cordillera de Los Andes, el poder político ha ordenado la represión con el grupo especial de la policía militar Quntur, creado en la zona por decreto provincial para impedir manifestaciones en contra el trabajo de extracción de mineral por parte de compañías mineras en el cordón cordillerano, columna vertebral de América Latina.

Durante toda la mañana de ayer domingo 12 de febrero de 2012, integrantes de la asamblea El Algarrobo denunciaron la permanente acción de grupos pro minero que han amenazado, golpeado e impedido cualquier acción civil de protesta popular apostadas en las rutas catamarqueñas por donde circulan camiones con explosivos y elementos contaminantes utilizados por la minería. Según lo detallan asambleístas, los grupos promineros se dedican a revisar bolsos, mochilas de personas que viajan en autos particulares y buses que circulan por las rutas provinciales de Catamarca.

A su vez denuncian que impiden la circulación de la prensa nacional que cubre el conflicto e incluso una comitiva del Servicio de Paz y Justicia (Serpaj) del premio Nobel Adolfo Pérez Esquivel tuvo que enfrentarse a las amenazas de grupos de pro mineros que atajan a vehículos que ingresan a Andalgalá, luego lo seguirían 50 km cuando la comitiva observadora de conflictos sociales se dirigía a la ciudad de Belén unos 170 km al norte de Andalgalá.

Destacamos que el pronunciamiento oficial tanto nacional como local ha sido categórico, el oficialismo en conjunto con medios de prensa de Buenos Aires montaron un plan de difusión donde pusieron en cadena nacional a la propia presidenta Cristina Fernández en diálogo directo mediante la tradicional teleconferencia con un supuesto trabajador minero que la mandataria calificó como “vox populi, vox dei” aclarando que ese minero presentado como Antonio Domínguez (finalmente se llamaba Armando) era un obrero sin afiliaciones políticas. Versiones de prensa posterior aclararon que Domínguez era dirigente del partido justicialista de Olavarría y dirigente del sindicato minero nacional desde donde participó de acuerdos salariales con los trabajadores para Barrick Gold.

El acto que presentó a la presidenta hablando con Domínguez esclarece la determinación del gobierno nacional sobre el modelo argentino de manejo de la economía a seguir. En la misma conversación Cristina Fernández tuvo palabras de aprobación hacia el polémico agroquímico glifosato producto elaborado por Monsanto para utilizarlo en los monocultivos de la soja transgénica que denuncian los movimientos campesinos e indígenas como principal responsable de los desalojos de campos, el desmonte incontrolado y la contaminación ambiental en campos y ciudades.

A raiz del conflicto que se vive en la provincia, una bomba molotov explosó en la casa de un proveedor minero y debido a ello, la policía inició un allanamiento a 12 viviendas de personas vinculadas a la resistencia; según los integrantes de la asamblea El Algarrobo «se busca vincular a los asambleístas con esa acción», declaran. El escenario es tenso en Catamarca y lejos de resolverse se vive un completo acto de violencia donde participan políticos ligados al oficialismo nacional encabezando las manifestaciones promineras y persiguiendo a los ciudadanos que se resisten.

Pedro Herrera

El Coyuyo

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