PORTO ALEGRE, Brasil – Los mismos vientos que hace 500 años trajeron las carabelas portuguesas a Brasil, permiten ahora diversificar la oferta energética nacional.
La energía eólica es renovable y limpia, y en sólo cinco años ha probado ser económicamente viable en Brasil, haciendo que soplen aires nuevos en todo el país.
El Gobierno prepara un plan que creará 71 proyectos para generar energía eólica. Los proyectos estarán en el sistema interconectado nacional, que representa 1.805 megavatios (MW) de potencia. Todos deberán comenzar a funcionar a finales de 2012, sumándose a los actuales 1.200 MW que la energía eólica ya genera en Brasil.
Las nuevas ‘granjas eólicas’, como se las llama, se instalarán en los estados de Rio Grande do Norte (23), Ceará (21), Bahia (18), Rio Grande do Sul (8) y Sergipe (1). El proyecto cuenta con un presupuesto de 9.400 millones de reales (6.700 millones de dólares) procedente de inversiones privadas.
“Esta capacidad [energética] situará a Brasil en otro nivel», afirma Pedro Perrelli, director ejecutivo de la Asociación Brasileña de Energía Eólica (ABEEólica, por sus siglas en portugués). «Hasta el final de 2010, la enegía eólica supondrá el 1% de la oferta energética nacional, pero será del 3% a finales de 2012”.
Según datos de la Agencia Nacional de Energía Eléctrica (ANEEL) la hidroeléctrica representa en la actualidad el 70,7% de la producción energética nacional, seguida de la termoeléctrica (23,9%), las pequeñas plantas de energía hidroeléctrica (2,77%), la energía termonuclear 1,88%) y la eólica (0,56%).
Perrelli sostiene que la energía eólica no puede competir con las grandes plantas hidroeléctricas, ya que su escala de producción es mucho más pequeña.
Pero estudios del Instituto Nacional para la Investigación Espacial (INPE en portugués) muestran que Brasil cuenta con un gran potencial en el uso de sus vientos: una extensa línea de costa, unida a un sistema constante de circulación ventosa y a una intensidad idónea para la generación de energía eólica.
Enio Bueno Pereira, un veterano investigador de la INPE sobre el clima y la energía renovable, señala que tener mucho viento no es suficiente. Son fundamentales una infraestructura para crear las granjas eólicas, una cadena de distribución adecuada y políticas públicas de incentivos.
“Al igual que ocurrió con el Programa de Alcohol Nacional (Proalcool en portugués) en los 70, cuando [el ethanol] fue subvencionado, la energía eólica necesita un buen empujón», declaró Pereira.
Los estados brasileños del nordeste y el sur destacan por sus iniciativas. Rio Grande do Sul, en el sur, cuenta con el complejo de energía eólica más grande de Latinoamérica.
El Parque Eólico de Osório (en la ciudad de Osório, 95 kilómetros al norte de la capital, Porto Alegre) lo componen 75 aerogeneradores (turbinas de viento) instalados sobre sendas torres de cemento, de 100 metros de altura. La planta, con capacidad para 150 MW, necesitó un presupuesto de 670 millones de reales (385 millones de dólares) de sus inversores en Ventos do Sul Energia, que controla el grupo español Elecnor. Es capaz de generar energía suficiente para abastecer el consumo energético residencial de ciudades con poblaciones de 750.000 habitantes.
“Hemos producido energía en la ciudad de Osório durante tres años usando un método limpio y socialmente responsable», afirma Telmo Magadan, presidente de Ventos do Sul Energia. “Las áreas rurales donde están enclavadas las plantas de energía eólica también pueden emplearse para la agricultura, proporcionando ingresos al campo».
Cuando el año esté más avanzado, 14 granjas eólicas ya estarán generando 500 MW en el estado de Ceará, gracias a la reciente subasta promovida por el gobierno federal. Asimismo se añadirán más de 542 MW a sus plantas de energía eólica en los próximos años. La demanda energética en Ceará es de 1.200 MW y la mayoría proviene de otros estados.
Según indica Otacílio Borges, secretario adjunto en el Secretariado de Infraestructuras, «no generamos mucha producción propia. La energía eólica es la oportunidad de cambiar este panorama y atraer nuevas inversiones».
Por Patricia Knebel
Foto cabecera: El complejo de energía eólica más grande de Latinoamérica está en la ciudad de Osório, al sur de Brasil. (Cortesía de Ventos do Sul Energia)
Fuente: infosurhoy.com