La experiencia comunitaria para el cuidado de los bosques marinos en la Bahía de Ancud, Chiloé

Una medida de administración y manejo integrado en un espacio geográfico definido, impulsado desde organizaciones locales, que busca recuperar y mantener las pesquerías bentónicas artesanales en esta zona

La experiencia comunitaria para el cuidado de los bosques marinos en la Bahía de Ancud, Chiloé

Autor: Seguel Alfredo

Plan de Manejo de Recursos Bentónicos para la Bahía de Ancud: Una experiencia comunitaria sustentable que cuida los bosques marinos.

El proceso de implementación de las áreas de manejo y explotación de recursos bentónicos en la bahía de Ancud, Chiloé, Región de Los Lagos, surge luego de una serie de inconvenientes y problemas a causa de la limitación del acceso a espacios para la pesca bentónica entre organizaciones de pescadores artesanales, quienes, prácticamente, tenían que competir entre ellos para la extracción.

Así, luego de sortear una serie de obstáculos, desde la propia comunidad de la pesca artesanal, conscientes de la necesidad de generar formas sostenibles, se busca el ordenamiento y la administración de estas pesquerías. En 2013 se promulgó la Ley N° 20.657, que definió la conformación de los Comités de Manejo de Recursos Bentónicos, reanudándose así la idea de conformación del Comité de Manejo de la Bahía de Ancud, elaborándose mancomunadamente un “Plan de manejo”, que se consolida formalmente  con un documento oficial en abril del 2017, aprobado por la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura (Subpesca), que abarca el sector Este de la Península de Lacuy, el Golfete de Quetalmahue y la Bahía Ancud en la comuna de Ancud, sin embargo, previamente, ya se venían impulsando una serie de iniciativas de manejo sustentable y comunitario.

El objetivo del Plan de Manejo de la Bahía de Ancud es obtener los mayores beneficios posibles socioeconómicos, educativos y de calidad de vida para los participantes de las pesquerías bentónicas de la Bahía Ancud, promoviendo la recuperación, mantención y explotación de los bancos y praderas naturales en forma sustentable y el desarrollo de actividades productivas asociadas. Para ellos se estableció un trabajo priorizado por etapas, recomendando medidas de administración, que nacen desde el Comité de Manejo y son transmitidas la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura.

Cabe consignar que, desde la experiencia de la comunidad pesquera bentónica, se identifica y valora a los bosques marinos, las macroalgas pardas, también llamadas “bosques azules”, como ecosistemas altamente productivos, que ofrecen hábitats para una amplia variedad de organismos marinos.

La mirada desde el Sindicato Muelle de Ancud

Don Fernando Almonacid, Presidente del Sindicato Muelle de Ancud y de la Federación Bahía Ancud

En esa línea, don Fernando Almonacid, Presidente del Sindicato Muelle de Ancud y de la Federación Bahía Ancud, ha sido un incansable gestor y defensor de los puertos pesqueros artesanales y del manejo pesquero sustentable, junto a otros dirigentes de la comuna. En efecto, destacaba ante Conapach sobre el muelle: “«La administración tiene que seguir siendo de los pescadores artesanales porque sabemos las necesidades específicas de las caletas, los servicios que se pueden prestar, las funciones que se deben desarrollar en su interior y qué cambios son los que se requieren. Esperamos de la autoridades comunales, regionales y nacionales colaboren con nosotros pero que no se nos imponga nada».

Con respecto a los planes de manejo que se están desarrollando en estos momentos, don Fernando relata: “Nosotros estamos en un repoblamiento de la Bahía de Ancud, aquí son 21 recursos marinos que hay para sembrar. Empezamos acá con el choro maltón y tenemos sembrado luga negra. Asimismo, hay otros productos como la ostra, que hay que seguir sembrando. Después tenemos sembrado luga roja, luego que fuimos a instalar unos bloques para que la luga se pegue, se peguen en eso y está yendo muy bien con el repoblamiento de la bahía. Importante decir, que se le puso una veda a la luga, que fue muy buen resultado, que hasta la fecha nos ha dado”.

El dirigente del Muelle de Ancud, también señala que deben hacer una transformación de almejas “para que sigamos repoblando nosotros aquí en la en la Bahía y eso es lo que tenemos, lo que estamos desarrollando, pongámosles, en este espacio concesionado aquí en la Bahía Ancud. Eso ya está como hace 7 años, sin sacar la producción”.

Don Fernando Almonacid, también destaca que toda esta gestión comunitaria, ha permitido que el presente esté bien productivo “y eso tenemos que trasladarlo a otros sectores y que ahí vamos a ir repoblando con lo mismo”.

El dirigente señala que buena parte de lo que se está haciendo, se impulsa con el propio esfuerzo colectivo, “con nuestro querer”, indica, agregando: “No con plata del Estado todavía”, salvo,  “en la traslación de almejas donde nos dieron un poco de plata”.

Cabe señalar que el plan de manejo inicial, cuyo proceso de elaboración tomó dos años, trabajó sobre 25 recursos bentónicos establecidos por el comité: 9 de ellos son algas; 11 moluscos; y 4 corresponden a otras especies (erizo, pepino de mar, piure y picoroco). De estos, se priorizaron 8 para la primera fase: luga roja, luga negra, choro zapato, ostra chilena, almeja, pelillo, huepo, y chicoria de mar (chasca).

La conservación de los bosques marinos en la Bahía de Ancud

Don Fernando Almonocid, con respecto a las macroalgas pardas o bosques azules presentes en este espacio, resalta que desde antes que se estableciera formalmente el plan de manejo, no permitían su extracción, señalando al respecto: “Dentro del repoblamiento de la bahía, el huiro no se saca. Un tiempo, por ahí como el 2010, estuvieron sacando huiro, pero nosotros no lo permitimos, porque allí es donde se producen casi todos los recursos marinos, como es el erizo, la lapa, en fin, de todo se producen en los huiros”.

Agrega: “El sargazo menos lo permitimos para sacar y un tiempo también se estuvo sacando para el abalón (para alimentar cultivos de abalones), pero tampoco lo permitimos, porque son de enorme importancia para la biodiversidad, como los mariscos”. Recuerda don Fernando que cuando lo sacaron hubo una escasez de algunas especies como los cangrejos, “pero realmente nosotros no lo permitimos más”, asevera.

Con respecto al cochayuyo, señala: “ese si lo sacan, pero por abajo en el lado norte donde están las áreas de manejo (de recursos bentónicos o AMERB), ahí lo sacan la gente, pero el cochayuyo aquí es poco lo que tenemos, donde estamos en el repoblamiento de la bahía”.    

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