Protesta de países africanos pone en vilo cumbre sobre clima

Los países africanos afirman que las naciones ricas están intentando destruir el Protocolo de Kioto

Por Wari

14/12/2009

Publicado en

Economí­a / Medio Ambiente

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Los países africanos afirman que las naciones ricas están intentando destruir el Protocolo de Kioto.

La segunda y última semana de la Cumbre sobre Cambio Climático en Copenhague arrancó este lunes en crisis con la salida de un grupo de países en desarrollo de la mesa de negociaciones.

Se trata de una protesta liderada por las naciones africanas que puso un alto en las conversaciones tras acusar a los países ricos de tratar de destruir el Protocolo de Kioto, que establece en cuánto deben reducir los países sus emisiones de gases con efecto invernadero.

El grupo en cuestión retiró su cooperación y exigió a los países ricos reducir en mayor medida sus emisiones de CO2. Tras el anuncio, señalaron que no retornarían al grupo de trabajo hasta que no se hallara una solución al problema.

En conferencia de prensa Kamel Djemouai, un funcionario argelino a cargo del grupo africano, aseguró que los países desarrollados están tratando de hacer colapsar esta cumbre en la que participan 192 países.

«Están abandonando las negociaciones en protesta por el proceso y la forma, y no por el contenido. Esto es lamentable», dijo por su parte la ministra de Cambio Climático de Australia, Penny Wong.

La conmoción generada por la protesta es, sin duda, un mal comienzo para esta fase de la cumbre. Esta semana -en la que intervendrán más de 110 jefes de gobierno y de Estado- resulta crucial para llegar a un acuerdo vinculante que regule las emisiones globales de gases con efecto invernadero.

Además de definir en qué porcentaje los países industrializados deben reducir sus emisiones y en cuánto deben frenar los países en desarrollo el crecimiento de las suyas, el acuerdo debe establecer cuánta ayuda será destinada a los países más pobres para mitigar las consecuencias del calentamiento global.

SIN GRANDES AVANCES

Hasta el momento, las conversaciones no parecen haber logrado un acercamiento entre los diversos puntos de vista.

Según señala uno de los enviados especiales de la BBC a Copenhague, Roger Harrabin, aún existe una brecha entre lo que los países desarrollados consideran un buen acuerdo y la opinión de las pequeñas islas estado que temen que un aumento en el nivel del mar, debido al aumento de las temperaturas, les haga perder parte de su territorio bajo las aguas.

Por el momento se está lejos de llegar a un acuerdo sobre en cuánto se deben reducir las emisiones de CO2.

Al final de la primera semana surgieron dos borradores para un posible acuerdo y algunas fuentes señalan que la cumbre podría finalizar no con un texto final sino con dos.

Uno compilaría una visión compartida sobre las medidas a implementar de manera conjunta a largo plazo y el otro sería una extensión del Protocolo de Kioto, algo que favorecen los países en desarrollo.

Muchos de los elementos presentes en estos textos preliminares están aún entre paréntesis, lo que significa que todavía no se han tomado decisiones al respecto.

Un ejemplo claro que resta determinar es el límite del aumento de la temperatura, que algunos delegados creen que debe fijarse a un máximo de 2ºC mientras que otros creen que el incremento no debe superar 1,5ºC en relación a la era preindustrial.

ACUERDO AMBICIOSO

Las naciones africanas temen que los países ricos traten, con un segundo acuerdo, de desestimar los compromisos establecidos en Kioto. Mientras que para las naciones desarrolladas, uno de los puntos cruciales es que los países en desarrollo grandes, como por ejemplo India y China, se comprometan legalmente a reducir el crecimiento de sus emisiones.

A medida que se van sumando a la cumbre los líderes mundiales -se espera que la mayoría llegue a Copenhague el jueves- y después de meses de expectativas, aumenta la presión para llegar a un acuerdo global ambicioso.

Sin embargo, después de una semana de idas y vueltas y tras la partida de un grupo de países africanos, no todos creen que sea posible.

Según Ed Milliband, ministro de Medio Ambiente del Reino Unido, el giro que están tomando las negociaciones no está encaminado hacia el logro de un acuerdo cabal.

Según el funcionario, hasta el momento no se ha progresado lo suficiente como para lograr un tratado para reducir las emisiones de CO2 y financiar a los países más pobres para adaptarse a las consecuencias del calentamiento global.

BBC Mundo

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