Rechazan concesión a CELCO para construir ducto en Mehuín

La Subsecretaría de Marina rechazó la solicitud de concesión marítima que presentó CELCO para construir su ducto en la playa Pichicullín, de Mehuín, que arrojaría los desechos de la Planta Valdivia directamente al mar

Por Mauricio Becerra

08/02/2009

Publicado en

Medio Ambiente / Regiones

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La Subsecretaría de Marina rechazó la solicitud de concesión marítima que presentó CELCO para construir su ducto en la playa Pichicullín, de Mehuín, que arrojaría los desechos de la Planta Valdivia directamente al mar. Organizaciones ciudadanas advierten que sigue siendo necesaria la acción de la ciudadanía y de las comunidades lafkenches porque CELCO insistirá.

La Celulosa Arauco y Constitución (CELCO) sigue tropezándose en su carrera por construir un “emisario submarino” o ducto para arrojar sus desechos en el mar de la región de Los Ríos. A la masiva oposición de las organizaciones de ciudadanos, pescadores y las comunidades lafkenches ahora se suma un nuevo rechazo de las autoridades.

Esta vez fue la Subsecretaría de Marina la que rechazó la solicitud de concesión marítima de la playa Pichicullín, en Mehuín, para la construcción de un ducto al mar. La solicitud había sido presentada en septiembre pasado por la Planta Valdivia para poder seguir funcionando sin contaminar el Río Cruces, donde provocó un desastre ecológico desde 2004.

La empresa forestal solicitaba acceso a una franja de 213 metros de ancho por 2 mil 10 de largo, es decir, una superficie de 407 mil 787 metros, para la instalación de una cámara de carga y un emisario submarino (ducto) de más de 2 kilómetros de largo que excretaría los desechos de la Planta Valdivia directamente al mar.

“Esta Secretaría de Estado, en uso de las facultades que le otorga la normativa legal vigente, ha resuelto no acceder a lo requerido, en virtud de las observaciones que a continuación se indican y disponer la devolución de los antecedentes presentados», dice la carta dirigida a CELCO y que firma la subsecretaría Carolina Echeverría Moya.

La primera razón del rechazo se funda en que las áreas de seguridad de la cañería de desagüe totalizan una superficie de 387 mil 410 metros cuadrado que «resulta excesiva y no se ajusta a la reglamentación vigente» de concesiones marítimas.

La segunda es que el anteproyecto presentado junto a la solicitud no se ajusta a reglamentación porque omite “el plazo para dar término a las obras y la identificación del profesional competente que lo suscribió».

MASIVA Y RESUELTA MOVILIZACIÓN CIUDADANA

Hasta ahí la respuesta de la Subsecretaría es casi una carta tipo, pero agrega en tercer lugar «que se ha recibido una oposición de la comunidad de Valdivia, para su trámite de concesión marítima, por considerar este lugar altamente típico de desarrollo económico local, regional e interregional, además de ser un área de esparcimiento público, social y comercial».

En efecto la oposición ciudadana al ducto llegó a tal punto que a través del Comité de Defensa del Mar una serie de organizaciones de pescadores, comunidades lafkenches y dirigentes sociales de Valdivia, hicieron llegar 10 mil cartas personales que rechazaban la iniciativa de CELCO.

“Nosotros creemos que ese fue el principal argumento, la subsecretaria simplemente no podía aprobar la solicitud con tal nivel de masividad de la oposición ciudadana, no sólo de Valdivia, sino que de toda la región”, asegura Eliab Viguera, uno de los directores del Comité de Defensa del Mar.

CELCO sin embargo puede presentar una nueva solicitud a la Capitanía de Puerto si subsana las observaciones y adjunta una resolución que fije la línea de la playa, la zona de protección del litoral y un documento de la Seremi de Vivienda y Urbanismo que revierta las opiniones vertidas por el mismo organismo.

¿Qué tan fácil será para CELCO revertir el rechazo de la subsecretaría y avanzar en la instalación del ducto? Viguera estima que por la vigencia de la llamada Ley Lafkenche, que reconoce el espacio costero marítimo de los pueblos originarios en base al uso consuetudinario de sus recursos “a CELCO debiera hacérsele mucho más engorroso ganar la aprobación de su solicitud, porque en realidad una concesión marítima es sólo un trámite”.

Pero Viguera recuerda que el principal elemento que puede detener a CELCO en su obstinación por construir el ducto es la acción ciudadana: “así lo paramos esta vez y así tendremos que seguir parándola”.


El Ciudadano

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