España se llena de pueblos fantasmas: ¿Adónde se va toda la gente?

La falta de oportunidades obliga a la población joven a emigrar

Por Leonardo Buitrago

22/08/2019

Publicado en

España / Mundo / Portada

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Durante el siglo XXI se han multiplicado las localidades con menos de 100 habitantes, al pasar de 913 en el año 2000 a unos 1.333 registrados en 2018, lo que supone un incremento del 46 %


Uno de cada tres municipios en España ha perdido más del 25 % de su población desde el comienzo del siglo XXI, a pesar de que el país ha aumentado el número de habitantes en 15,37 % (6,2 millones) entre 2000 y 2018. Además, actualmente existen 311 localidades en las que no vive ningún joven menor de 20 años y otras 402 donde más de la mitad de los vecinos supera los 65 años.

Así lo revela un estudio elaborado por la Consultora Estratégica de Comunicación Stratego, con base en  los últimos datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística español.

El informe plantea que el proceso de despoblación del sector rural crece a un ritmo imparable. Desde el año 2000, un total de 5.111 municipios, que equivalen al 62,86 % del total, han perdido habitantes.

En casi del 30 % de los municipios (2.288), el número de vecinos ha disminuido más de un 25 %.

En las comunidades que cuentan con zonas rurales, por ejemplo Asturias, la pérdida de población afecta a casi el 90 % de las localidades. En Castilla y León, el 87,19 % de sus municipios tiene menos vecinos que en el año 2000, mientras que en Extremadura la despoblación afecta al 84,27 % de sus ayuntamientos.

Por el contrario, hay 715 localidades que entre 2000 y 2018 han visto su padrón de habitantes crecer en 50 %, de las cuales la mayoría se concentran en Cataluña (177) y en la Comunidad de Madrid (111), que cuentan principalmente con zonas urbanas.

Durante el siglo XXI se han multiplicado los pueblos con menos de 100 habitantes en España. Foto: El Economista.

En la comunidad de Cataluña la población ha aumentado en más de 1,3 millones de habitantes, de los cuales el 65 % se concentra en la provincia de Barcelona, cuya capital sumó 124.077 nuevos habitantes en 2018.

Pueblos fantasmas

Según el informe, durante el siglo XXI se han multiplicado los pueblos con menos de 100 habitantes, al pasar de 913 en el año 2000 a unos 1.333 registrados en 2018, lo que supone un incremento del 46 %.

Si se acerca aún más la lupa, hay 14 localidades con menos de 10 vecinos y todas son áreas rurales. Siete de ellas se encuentran en Castilla y León, cinco en Castilla-La Mancha y las dos restantes en La Rioja.

Actualmente existen 311 localidades españolas en las que no vive ningún joven de menos de 20 años. Foto: Efecto Naim.

Ya no quedan jóvenes

Más allá del tamaño de cada localidad, lo que resulta aún más llamativo es la perspectiva de futuro, ya que  algunas zonas se están quedando sin población joven, lo que amenaza su continuidad en el tiempo.

En España hay hasta 1.108 municipios en los que no vive un solo niño de entre 0 y 4 años, 826 de ellos tienen ya menos de 100 habitantes. En 311 localidades el caso es aún más grave: ningún vecino tiene menos de 20 años.

Por otra parte, en España hay 402 pueblos donde el número de habitantes con más de 65 años ya está por encima del 50%.

El desplazamiento hacia la ciudad pone en peligro la dinámica demográfica para las zonas del medio rural, ya que la mayoría que emigra es la población joven y en especial  mujeres, lo que genera bajas de natalidad .

La pérdida del capital humano que representa la población más joven pone en riesgo el desarrollo de nuevos emprendimientos y proyectos productivos, por lo que  el declive demográfico puede conducir de manera irremediable al declive económico de las provincias.

Los españoles, y en especial la juventud, no dejan de desplazarse a Madrid y a otras grandes ciudades en búsqueda de oportunidades. Foto: Web.

¿A dónde va la gente?

La sangría demográfica se está evidenciando especialmente en aquellos pueblos y pequeñas ciudades españolas que ofrecen calidad del aire, tranquilidad y menos niveles de delincuencia que las grandes urbes.

Sin embargo, existen numerosos factores económicos que influyen en este proceso de despoblación, entre los que figuran: altas tasas de desempleo, falta de espíritu emprendedor e iniciativas, excesiva dependencia del sector primario, inexistencia de sectores productivos, falta de diversificación económica, déficit de desarrollo tecnológico, falta de financiamiento y de acceso a la educación, y deficiencias en infraestructuras y servicios.

Por tal motivo, los españoles y en especial la juventud, no dejan de desplazarse a la capital y a otras grandes ciudades.

Según datos de la Agencia Tributaria, citados por El Economista, de los 386.000 trabajadores españoles que cambiaron de provincia por motivos laborales entre 2016 y 2017, al menos 41.000 tuvieron como destino Madrid.

Esto quiere decir que la capital española atrajo a uno de cada diez trabajadores que se mudaron por motivos laborales, debido a que ofrece más puestos de trabajo, principalmente en el sector servicios. 

Al detallar las cifras, más de un tercio de los que salieron de la provincia de Andalucía tomaron como destino la capital, al igual que casi tres cuartas partes de los castellano-manchegos y casi la mitad de los castellano-leoneses.

Madrid es también la comunidad que mejor saldo tiene en cuanto a entradas de profesionales, ya que entre 2016 y 2017 ganó más de 17.000 personas con estudios técnicos o de licenciatura.

Además de Madrid, también atrajeron más profesionales: Barcelona (5.359), Baleares (3.878), Málaga (969), Las Palmas (934), Murcia (366), Santa Cruz de Tenerife (314) y  Girona (274), que cuentan con centros de atracción turística y comercial.

Madrid cerró 2018 con un incremento en el precio de la vivienda en alquiler del 4,3 % . Foto: Web.

Alquileres más altos

Según cifras oficiales, entre 2017 y 2018 la Comunidad de Madrid ganó más de 70.000 nuevos habitantes, lo que supone la mayor cantidad en casi una década.

Este escenario ha ocasionado la subida del monto de los alquileres en la capital por encima de lo que ocurre en otras ciudades

Madrid cerró 2018 con un  incremento en el precio de la vivienda en alquiler del 4,3 %, lo que situó el precio del metro cuadrado en la capital en 16,2 euros al mes.

El 43% delos jóvenes españoles está dispuesto a emigrar al extranjero para encontrar trabajo. Foto La Vanguardia.

Los jóvenes se van de España

La crisis obligó a los españoles que se quedaron sin trabajo o que vieron frustradas sus expectativas vitales y laborales a buscarse un futuro en otros países.

La cifra no para de crecer, pues en 2017 fueron 76.197 las  personas las que decidieron seguir engrosando esa lista, que ya agrupa a 2,5 millones de personas, un millón más que la cifra de 1,5 millones del año 2010.

Reino Unido, pese al BrexitEstados Unidos Francia y Alemania son los países donde más ha aumentado la presencia de españoles, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Asimismo, la mayor parte de quienes se han marchado, el 60%, está en edad de trabajar (de 16 a 64 años).

De hecho, entre 2016 y 2017 el saldo migratorio de jóvenes (20-40 años) fue de 23.000 personas.

Muchos de ellos deciden mudarse al extranjero una vez que han terminado sus estudios, y entre las razones por las que toman esta decisión se encuentran: mejorar la formación, tener nuevas experiencias, avanzar profesionalmente y encontrar mejores oportunidades de empleo.

El paro ha provocado que la emigración española se produjera en peores condiciones, tanto de preparación como en la capacidad de negociación”, reseña el portal 20 minutos.

Estudios realizados por la Oficina Estadística Europea (Eurostat) revelan que la falta de oportunidades en España está ocasionando que los jóvenes sean cada vez más receptivos a la posibilidad de encontrar un empleo en el extranjero, ya que las oportunidades no abundan tanto como en otros países europeos.

Incluso, el 43% de ellos está dispuesto a emigrar al extranjero para encontrar trabajo, lo que coloca a España como el tercer estado europeo con más desempleados con edades entre 20 y 34 años que se plantean irse fuera para trabajar por detrás de Portugal y Suecia.

Los jóvenes son uno de los colectivos que más han sufrido los efectos de la crisis económica española, que registra una tasa de paro del 36 % entre los 20 y los 29 años, además de inestabilidad, precariedad y bajos salarios.

El monto de 1.050 euros que cobra de sueldo mínimo un trabajador español es bajo si se compara con el de otras naciones europeas como: Luxemburgo (1.999), Irlanda (1.614), Holanda (1.578), Bélgica (1.563), Francia y Alemania (1.498) y Reino Unido (1.401).

El Gobierno español desarrolla un proyecto para impulsar la actividad turística en las zonas rurales. Foto: Web.

La respuesta del Gobierno

Para frenar la despoblación rural, el Gobierno español implementó la Estrategia Nacional Frente al Reto Demográfico, que incluye medidas para generar empleo para jóvenes, reindustralizar zonas industriales, mejorar la conectividad territorial y la conexión de banda ancha, y digitalizar el sector agroalimentario y forestal.

También contempla medidas para favorecer la igualdad de oportunidades para las mujeres en el mundo rural, impulsar la actividad turística mediante la Plataforma de Turismo Rural y de Interior, y mejorar las instalaciones que tiene el Ministerio de Defensa en zonas rurales.

El Gobierno quiere incluir la perspectiva demográfica en la elaboración de leyes y planes de inversión, y busca prestar atención a la educación y el ocio en zonas rurales para luchar contra la desigualdad y la pobreza.

Otro de los objetivos es lograr un “mayor equilibrio entre el mundo rural y el urbano, entre mayores y jóvenes y entre todos los territorios».

El objetivo es desarrollar proyectos socioeconómicos que hagan que los jóvenes quieran quedarse en los pueblos. Foto: Web.

Por tal motivo, busca poner en marcha proyectos socioeconómicos que hagan que los jóvenes quieran quedarse y garanticen el relevo intergeneracional, incluidas facilidades para «la crianza de hijos e hijas» en las zonas rurales, como los servicios, infraestructuras, centros educativos y de salud .

Sin embargo, para el investigador español Nicasio Peláez Peláez, los gobiernos de la nación europea no se han comprometido con el diseño de planes específicos contra la despoblación

En un artículo publicado por el portal Lanza Digital, se denunció la inexistencia de políticas específicas que puedan dar respuesta a cuestiones como el desarrollo local, la despoblación o los problemas demográficos.

El texto sostiene que la gestión del Estado español hacia las provincias se ha enfocado solo en lo político y ha dejado olvidado el aspecto territorial.

La descentralización no ha logrado su compromiso inicial de promover el reequilibrio territorial y armonizar aún más el equilibrio entre el mundo rural y urbano”. Por último, el medio agrega que no ha existido la debida colaboración para “poner en marcha proyectos estratégicos cualitativos que pudieran dar respuesta al silencio prolongado y callado de la España vacía”.

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