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Lorenzo Tondi, economista italiano: “El gobierno de Meloni utiliza una retórica muy agresiva contra los inmigrantes, pero esta no ha sido acompañada por medidas eficaces”

Entrevista a Lorenzo Tondi, economista, dirigente sindical y militante de la organización política de izquierda radical Potere al Popolo, con quien conversamos sobre el gobierno de Giorgia Meloni y la caracterización de los partidos de derecha que han gobernado Italia como también sobre la situación de la izquierda y los movimientos sociales.

Lorenzo Tondi, economista italiano: “El gobierno de Meloni utiliza una retórica muy agresiva contra los inmigrantes, pero esta no ha sido acompañada por medidas eficaces”

Autor: Javier Pineda

En la ciudad de Roma, Italia, entrevistamos a Lorenzo Tondi, economista, dirigente sindical y militante de la organización política de izquierda radical Potere al Popolo, con quien conversamos sobre el gobierno de Giorgia Meloni y la caracterización de los partidos de derecha que han gobernado Italia como también sobre la situación de la izquierda y los movimientos sociales.

Por Javier Pineda Olcay, Director de El Ciudadano

Javier Pineda: Lorenzo, muchas gracias por esta entrevista. ¿Cómo caracterizan al gobierno de Giorgia Meloni? ¿Cuál es el análisis que realiza tu organización, Potere al Popolo? ¿Podemos hablar de un gobierno fascista, neo-fascita o neoliberal autoritario?

Lorenzo Tondi: Nosotros pensamos que el gobierno de Giorgia Meloni, y Giorgia Meloni en particular, a pesar de haber comenzado su carrera en un partido neofascista como el Movimiento Social Italiano, desarrolló una estrategia política diferente desde una corriente moderada dentro de ese partido. Su función histórica era servir como punto de referencia para los capitalistas cuando necesitaban intensificar la oposición al ascenso de la izquierda.

Creemos que hoy, Fratelli d’Italia no es un partido fascista, sino un partido neoliberal, fundamentalmente un neoliberal autoritario que propone una especie de autoritarismo neoliberal. Hay una diferencia fundamental entre estos partidos con raíces neofascistas que ya no son fascistas y otros, como los de Bolsonaro o Trump, que sí buscan movilizar y radicalizar a las masas utilizando, por ejemplo, el fundamentalismo religioso.

JP: ¿Y cómo es la relación de Giorgia Meloni con la Iglesia Católica?

LT: Es una relación normal, que no es particularmente intensa. Fratelli d’Italia no se caracteriza por ser un partido particularmente religioso. No hay esa relación intensa entre patria, religión y Estado. Meloni se presenta como líder de un partido nacionalista y soberanista, pero el discurso religioso no es muy importante. El fenómeno sobre el cual Meloni se apoya es la “pacificación” de las masas, lo que es exactamente lo contrario a lo que buscan Trump y Bolsonaro. Ella promueve un mecanismo de delegación: le dice a la gente que no se preocupe por cambiar, que simplemente les delegue el poder para que ellos gestionen todo.

JP: ¿Y ahí cómo ha marcado la diferencia respecto a otros gobiernos de derecha como los de Berlusconi o Salvini?

LT: Hay una especie de continuidad, no solo con los gobiernos de derecha, sino también con los de centroizquierda y los gobiernos técnicos, como el de Mario Draghi. Básicamente, en los asuntos económicos la política ha sido bastante similar. El neoliberalismo ha sido un factor de continuidad en los últimos 30 años; la mayoría de las leyes que liberalizaron el mercado de trabajo fueron aprobadas por gobiernos de centroizquierda.

Lo que Meloni hace diferente en relación a los gobiernos de centroizquierda es una actitud de tolerancia completa hacia la evasión y la elusión fiscal. Es un gobierno que dice que la evasión fiscal se puede tolerar y ha impulsado una reforma fiscal bastante regresiva. Por eso es una derecha neoliberal. En los asuntos sociales y éticos, hay una retórica conservadora y de derecha.

JP: Respecto a la retórica sobre la población migrante, ¿cuál es la diferencia entre el discurso y la efectividad de esas políticas?

LT: El gobierno de Meloni utiliza una retórica muy agresiva contra los inmigrantes, pero esta no ha sido acompañada por medidas eficaces. Un ejemplo es su proyecto de externalizar los campos de detención. La idea fue colocar un campo en Albania, creando una “solución” extraterritorialidad, pero ha sido un fracaso total. Desde un punto de vista de eficacia, es una locura: el coste de trasladar y mantener a los inmigrantes allí es enorme. Actualmente, ese campo en Albania alberga apenas a unas 30 personas y han transitado por allì unas 130 personas, de las cuales 32 han sido repatriadas. Además, la política contra la inmigración clandestina, incluida la creación de estos campos, se inició con la ley Turco-Napolitana, promovida por un gobierno de centroizquierda, lo que refuerza la continuidad.

JP: Respecto a la posición soberanista de Meloni, ¿cómo ha sido su despliegue en la Unión Europea y su relación con la OTAN?

LT: Tenemos que diferenciar entre Giorgia Meloni y Matteo Salvini. Salvini tiene una postura más agresiva y filorrusa. En cambio, Meloni, cuyo partido era originalmente euroescéptico, ahora se ha integrado perfectamente en el mainstream europeo. Dialoga y gobierna con los otros partidos conservadores y socialdemócratas en la UE, actuando con un apoyo externo a la gran coalición. En el plano intergubernamental, se sitúa perfectamente en el ámbito de la UE.

Respecto a la OTAN, hoy Italia es uno de los países más atlantistas. Meloni ha mantenido una postura muy fiel a las decisiones que se toman en Bruselas y Washington. La posición del gobierno italiano es de apoyo incondicional a la política de la OTAN.

JP: Ya analizando los sectores en la oposición, ¿qué actores podemos diferenciar en el campo político y social? ¿Qué ha sido del Partido Democrático y el Movimiento 5 Estrellas? ¿Y qué proyecto representa Potere al Popolo?

LT: La oposición la podemos dividir en dos campos. Primero, el campo de centroizquierda o izquierda moderada. El partido más importante es el Partido Democrático, que, irónicamente siendo heredero del Partido Comunista Italiano, ha impulsado numerosas reformas neoliberales en las últimas décadas. Luego está el Movimiento 5 Estrellas, un partido populista que ha perdido su carácter de protesta antisistema al aliarse con el Partido Democrático. Y está Alianza Verde e Izquierda, un partido socialdemócrata que siempre termina alineándose con el Partido Democrático.

El segundo campo es el de la izquierda radical. Ahí se encuentra Potere al Popolo, junto a otros partidos como el Partido Rifondazione Comunista. Nosotros, desde Potere al Popolo, creemos que estamos jugando un papel muy importante. Nuestro objetivo general es organizar las luchas en el territorio y darles una perspectiva general y estratégica para construir una nueva representación político-social para las clases trabajadoras. Nosotros creemos que la construcción de un campo alternativo al de centroizquierda es la condición para reconstruir también una representación popular dentro de las instituciones, que se perdió tras las elecciones de 2008. Esta reconstrucción es fundamental, porque el centroizquierda representa simplemente una facción del poder que hasta ahora ha gobernado Italia.

JP: A nivel de movimientos sociales, además de la solidaridad con Palestina, ¿qué otros actores son importantes?

LT: Naturalmente, están los sindicatos, y los sindicatos más combativos como USB (Unión Sindical de Base), que fue uno de los actores detrás de la huelga general masiva del 22 de septiembre. También hay movimientos de migrantes que buscan cambiar las leyes migratorias para crear canales legales de acceso. Y el movimiento de las mujeres contra la violencia de género, que ha sido muy importante en los últimos años ante un problema persistente y grave de violencia machista, a menudo normalizado por los medios de comunicación. Además, está el movimiento estudiantil y juvenil, que forma parte de nuestro bloque social y, contrariamente a lo que sostiene la retórica dominante, está lejos de ser apático y pasivo y, de hecho, ha sido el actor más activo en estas décadas de «paz social» italiana.

JP: ¿Cuándo son las próximas elecciones y cuáles son los probables resultados en la correlación de fuerza electoral?

LT: Las próximas elecciones nacionales son en 2027. Recientemente, en elecciones regionales en Calabria y Toscana, se ha observado una tendencia a una abstención muy alta y progresiva. En Toscana, Potere al Popolo presentó la lista «Toscana Roja» que obtuvo un 4.5% de los votos, quedándose cerca del umbral del 5%. Fue un resultado positivo en comparación con nuestro historial. Próximamente habrá elecciones en Campania, donde uno de nuestros portavoces es candidato, lo que representa una buena oportunidad para seguir arraigándonos en la sociedad. Tenemos hasta 2027 para fortalecernos y intentar jugar un papel importante.


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