El agua turbia del proyecto Alto Maipo

Un oscuro caudal que arrastra pactos secretos de empresas sobre el uso de bienes públicos, información denegada, un río que reduciría en un 80 por ciento su caudal y una histeria energética que busca consolidar la tradición expoliadora de recursos mineros con energía producida con altos impactos ambientales es el guión del proyecto Alto Maipo, […]

Un oscuro caudal que arrastra pactos secretos de empresas sobre el uso de bienes públicos, información denegada, un río que reduciría en un 80 por ciento su caudal y una histeria energética que busca consolidar la tradición expoliadora de recursos mineros con energía producida con altos impactos ambientales es el guión del proyecto Alto Maipo, que de concretarse terminaría con el ecosistema y paisaje del conocido río de la Región Metropolitana. Para este martes en la mañana está convocada una protesta frente al Palacio de la Moneda.

Cuando los vecinos del Cajón del Maipo se enteraron de que la trasnacional AES Gener, la misma de la corrompida aprobación de la central Campiche en Puchuncaví, planeaba construir una central en la cordillerana comuna, se sintieron satisfechos porque entre los oponentes al proyecto estaba la empresa sanitaria Aguas Andina, la que incluso llegó a impugnar la resolución de calificación ambiental de la central hidroeléctrica. Pero grande fue su decepción cuando a través de la prensa se enteraron que Aguas Andina concretó un pacto secreto con la empresa energética del grupo AES Corporation.

Este pacto permite que AES Gener use durante 40 años los derechos de agua que la sanitaria tiene para producir agua potable en la central Alto Maipo, la que en marzo del 2009 obtuvo la resolución de calificación ambiental y el 20 de septiembre del 2011 el permiso para la construcción de la obra hidráulica de parte de la Dirección General de Aguas. Ambos permisos son impugnados por los defensores del río.

Rodrigo Weisner, ex Director General de Aguas y abogado de la coordinadora Alto Maipo, cuenta que “en un comienzo Aguas Andina impugnó el proyecto, hasta que finalmente -en junio de este año- se firmó un acuerdo entre ambas entidades, sin que éste pudiese quedar a la vista de los demandantes.

AGUA TURBIA

Las irregularidades en la tramitación del proyecto Alto Maipo tuvieron su guinda de la torta con el permiso dado por la DGA. El director de dicha repartición pública, Matías Desmadryl, antes de llegar al cargo era funcionario de Aguas Andina. Si bien se inhabilitó al momento de firmar el permiso, el fiscal subrogante que firmó depende directamente de su venia.

En tanto, los defensores del río Maipo pidieron una copia del contrato firmado entre Aguas Andina y AES Gener a la Superintendencia de Servicios Sanitarios, pero la repartición negó el acceso a dicho documento.

Por ello en septiembre, Weisner presentó un recurso de amparo ante el Consejo de la Transparencia para poder acceder al convenio entre las empresas. “Que el contrato sea secreto retrata muy bien los intereses oscuros que hay acá. Si no quiero mostrar algo quiere decir que no va a ser de acuerdo a la ley”- sostiene el abogado.

Weisner añade que “si bien no podemos decir aún que un contrato que no conocemos tiene tal o cual problema, vamos a revisar el contrato atentos a todos los vicios legales en que pueda incurrir y recurriremos a los tribunales de justicia para pedir la nulidad del contrato”.

Las sospechas se fundamentan en que Aguas Andina sólo puede tener por objeto el establecimiento, construcción y explotación de servicios sanitarios, es decir, la producción y distribución de agua potable, más la recolección y disposición de aguas servidas. O sea, la empresa sanitaria “no puede explotar ni involucrarse en un negocio de generación de energía y concretar un contrato sobre el uso de aguas, las que son bienes nacionales de uso público, o sea, la empresa no puede hacer lo que quiera con estas aguas. Tienen los derechos de agua que están afectos a la concesión sanitaria, pero por el tipo de concesión están fuera del comercio”- sentencia Weisner.

Loa ambientalistas están a la espera que el Consejo de la Transparencia resuelva el asunto.

LECHOS DE RÍOS SECOS

El proyecto para concretar la central Alto Maipo entró a tramitación ambiental el 2007 y contempla introducir los tres afluentes del Río Maipo – los ríos El Yeso, El Volcán y el Colorado- en un túnel de 70 km. Dos años después fue aprobado.

El túnel pasaría por debajo del Parque Nacional El Morado e iría a devolver las aguas al río a la altura de El Manzano. Según los vecinos del sector existe posibilidad de que los ríos Yeso, Colorado y los esteros Colina, Las Placas y la Engorde queden secos o con un mínimo caudal, debido a que el proyecto entubará el 80% del caudal de agua de los tres ríos.

Intervenciones de los ríos del proyecto Alto Maipo

Para que la central funcione tendrán que haber 2 millones de metros² de agua, o sea, tres estadio nacional llenos dentro del túnel. La inversión considerada es de U$ 700 millones, cifra que incluye el túnel y habilitar las centrales Alfalfal II y Las Lajas. Si bien se dice que en su conjunto aportarían 531 MW al Sistema Interconectado Central, el promedio del caudal mensual que lleva el río permitiría que sólo aporte 128,61 MW.

El permiso ambiental fue revisado por dos comisiones investigadoras de la Cámara de Diputados, las que concluyeron que el proyecto fue aprobado con irregularidades por la Conama Metropolitana. Una que duró 11 meses y que recibió en audiencia a representantes de organizaciones sociales y funcionarios públicos involucrados en la evaluación ambiental del proyecto, concluyó que “existían antecedentes suficientes que demostraban que no debía haberse aprobado este proyecto en las condiciones en que se presentó”.

Marcela Mella Ortíz, de la Coordinadora Ciudadana Ríos del Maipo, sostiene que “hemos denunciado todas las irregularidades, tanto de la calificación ambiental como de la tramitación del permiso, pero la institucionalidad permite que el proyecto siga en curso”.

Mella agrega que el proyecto pone en riesgo la desertificación de 100 mil hectáreas, incluyendo lagunas y glaciares, que dependen de la hoya hidrográfica del río Maipo.

Además este río abastece de agua potable al 80 por ciento de los habitantes de la Región Metropolitana, a 120 mil hectáreas del Valle Maipo y a otras 10 comunas del Gran Santiago.

Mella declara que “este proyecto es una brutal e irreversible intervención a la cuenca del río Maipo. Cualquier plan de descontaminación debe considerar esta cuenca ya que el aire que circula por ella limpia la ciudad.

RAFTING FRENTE A LA MONEDA

La Coordinadora Ríos del Maipo integra a vecinos, organizaciones y empresarios turísticos que dependen de la cuenca, como guías turísticos o de deporte aventura. Juntos convocan a una protesta para este martes 6 de diciembre a las 10 y media de la mañana en la Plaza de la Constitución, frente Palacio de la Moneda.

La actividad es de carácter pacífico y está autorizada por la Intendencia y los manifestantes llegarán con balsas, botes, kayak y remos para entregar una carta dirigida al presidente Sebastián Piñera en la que piden paralizar el proyecto.

Nelson Rubilar, presidente de la asociación de guías y empresarios de rafting del Cajón del Maipo, estima que “el turismo es la fuente laboral del 70 por ciento de la gente que vive en la zona, o sea, directa o indirectamente todos nos vemos afectados. De concretarse el proyecto en el 20 por ciento que quedaría del caudal de agua sería imposible hacer rafting”.

Rubilar agrega que “el caudal de agua abastece el agua potable de Santiago. Invitamos a toda la gente que viene al Cajón del Maipo a que se sumen a las movilizaciones y digan no al proyecto Alto Maipo y los que vienen”. En tanto Mella dice que “estamos sentando un precedente no sólo para defender el cajón del Maipo, sino que a todas las comunidades que se ven enfrentadas a las trasnacionales”.

 

Mauricio Becerra R.

@kalidoscop

El Ciudadano

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