Elena Marín, comunera de Totoral y opositora a la Termoeléctrica Castilla: “Yo no me vendo y mi pueblo tampoco”

Hija de minero y campesina, de chango y diaguita, nació en 1952 en el yacimiento Costa Rica –cercano a Totoral, localidad situada en la comuna de Copiapó- y se crió entre pirquineros y pequeños agricultores de la Región de Atacama

Hija de minero y campesina, de chango y diaguita, nació en 1952 en el yacimiento Costa Rica –cercano a Totoral, localidad situada en la comuna de Copiapó- y se crió entre pirquineros y pequeños agricultores de la Región de Atacama. Desde los 17 años integró grupos juveniles cristianos y de movimientos obrero-campesinos de su provincia. “Esta lucha de hoy –indica- es para evitar el proyecto Central Castilla, y para que se vaya el empresario Eike Batista; no sólo es una termoeléctrica que sería la más grande de Sudamérica, también es una desalinizadora y un mega puerto”.

Para conocer sobre su trayectoria de compromiso con los derechos humanos y el medioambiente, El Ciudadano la entrevistó en la casa que su familia posee en la ciudad de Copiapó el 13 de julio de 2011. “Me fui dando cuenta muy temprano –explica- de lo que significaba seguir un ideal, una lucha continua, de auxiliar a quien lo necesita; desde que era una adolescente ayudé, apoyé a la gente, aún sin conocerla; es que he amado a mi Chile siempre; mi Dios me ha permitido tener esta misión y esta fortaleza para hacerlo”.

“¿TE CREÍAS DIOS?”

-¿Cómo vivió el período de la Unidad Popular y el Golpe de Estado de 1973?

-En esa época tenía entre 18 y 19 años y realizaba bastante trabajo social; no tenía derecho a voto, pero sí participaba en estos grupos, en este caso con Garretón, en el Mapu Obrero Campesino. Estaba en ese entonces Jorge Riquelme Varas, un dirigente grande de Santiago, estaba Ignacio Agüero Piwonka, y Paulina Elissetche; con ellos es que nos juntábamos y ahí se hacía este trabajo social, que es muy importante y muy fortalecedor para mí.

Después vino el Golpe y ahí es cuando -aun sin ser yo militante de ningún partido- se me entregaron como 150 carnés de gente obrera y campesina, y de mineros; y me tocó sacar de la región, resguardar, amparar como a cinco personas, entre ellos a Jorge Riquelme.

-¿Sufrió algún tipo de persecución por su labor?

-Yo era el pilar, el sustento de mi familia, de mi madre y de mi hermana, y tenía un negocio, un restaurante en el camino y trabajaba muy duro para mi gente. Y pasó que venía de estudiar de noche en Vallenar, donde estaba haciendo el curso de auxiliar de enfermería en el Servicio Nacional de Salud, y en uno de esos días típicos después de haber salvado y sacado gente -y tenían tal vez los antecedentes míos-, me apresaron, me vendaron, me tomaron entre tres, cuatro hombres –lo calculé por las voces-; me llevaron a un lugar de reclusión, me torturaron mucho, tengo secuelas…

Me cuesta mucho hablar de esto, hasta ahora… Siempre pensé que iba a llegar virgen al matrimonio, pero ellos me violaron; callé siempre, pero ahora saco mi verdad, y no tengo rencor con nadie; no vi sus caras jamás, me pegaron en alguna celda, y después de las preguntas y torturas, me fueron a tirar a donde se llamaba en ese entonces el estanque Cavanchas.

-¿Cuántos días estuvo detenida?

-Dos días tal vez. Ellos me decían “¿Te creías Dios?”… me despertaban y seguían las torturas y las violaciones. En algunos momentos me desvanecía y tengo una cicatriz en la pierna derecha que me la hicieron tal vez con un corvo… que ya es parte de mí…

No me escondí; me pregunté muchas veces ¿por qué?, pero no me he arrepentido jamás y nunca lo haré, de salvar a esas personas, de apoyar a la gente…

En vez de tener odio y frustración, seguí luchando; he seguido en la parte social, he trabajado mucho; hace dos años fui una de las iniciadoras y enfermera del hogar del cáncer terminal acá en Copiapó, donde he ayudado a morir dignamente a varias personas; he estado en juntas de vecinos, he formado agrupaciones, he enseñado, he sido paño de lágrimas de miles, y sigo en esto porque lo amo, amo la vida, detesto la injusticia.

No quiero que me aten, no deseo ataduras, creo que somos libres de hacer todo lo que queramos sin atropellar a nadie.

-¿Participó en los años ’80 en la lucha contra la dictadura?

-Sí, … yo tuve que irme… mire, son cosas de la vida; había por ahí en cierto sector un incendio y me tocó salvar de que murieran quemados a dos hijos de un carabinero; y él me dice: ‘por favor váyase que la van a apresar; sabemos lo que usted hace’; ‘yo no hago nada’, le respondí, ‘yo estoy apoyando a la gente’; y él me contestó: ‘Sí, pero por ese solo hecho a usted la van a apresar’, y entonces viene y agrega: ‘Váyase, por favor, se lo suplico, porque usted me salvó mis dos hijos’. Ahí reaccioné y me tuve que ir un poco a la clandestinidad y luego a Santiago; allá estuve trabajando con el padre [Rafael] Maroto en las arpilleras de Nos; trabajé bastante con el padre Luis López, que fue el que me casó en la capital.

-¿Entre qué años estuvo en Santiago?

-Del ’79 hasta el ’87, en que regreso con mis hijas; ellas nacieron en Santiago pero las traje chicas; quería volver a mi pueblo, soñaba con él, me emociona mucho mi Totoral; soy de ahí del sector, nací en una minera que se llama Costa Rica y me crié entre ella y el pueblo; y de ahí me fui a estudiar a Vallenar y todo eso; pero volví acá y me radiqué en Copiapó, aunque siempre yendo y estando en Totoral, donde soy comunera.

DE PASCUA LAMA A CASTILLA

Elena Marín cuenta que en Totoral son 138 comuneros, pero sumando a las familias, llegan a ser unas dos mil personas vinculadas a esa comunidad agrícola. Aunque no tiene cuantificada la superficie total, estima que cada comunero tiene casi 300 hectáreas. Comenta que la comunidad posee cultivos, especialmente de olivos libres de químicos, y que tiene 33 kilómetros de costas vírgenes.

Ella explica que son siete personas las que conforman el directorio de la comunidad, y que dentro de ésta conviven varias organizaciones: “Tenemos la asociación de las aguas, de las mujeres artesanales; está la junta de vecinos, y está la junta de regadío”, aclara.

-¿Cuándo comenzó su lucha ambientalista?

-Yo pertenecía a la Red de Mujeres Rurales y en 2000 o 2001 fui invitada a Freirina, y ahí me conmovió esta mujer Mirna Inostroza, que lloraba por su tierra en el interior de Vallenar y por su gente. Y dije ‘esto no puede ser’ y me quedé en este trabajo de lucha contra Pascua Lama y también ahora contra El Morro, que también está ahí y son consorcios que están unidos; para mí es un solo saqueo.

-¿Por qué se inicia el conflicto con el brasileño Eike Batista, uno de los hombres más ricos de América y del mundo?

Eike Batista compra Castilla con un derecho de reserva, según él, y nos están rodeando… ellos nos están quitando todos los terrenos por el derredor, incluyendo la costa de Punta de Cachos hacia Pajonales, y para nosotros como comunidad y como territorio -estamos constituidos desde 1634 y asentados desde mucho antes-, ellos no deberían tener derecho alguno sobre nuestro territorio, por ningún motivo. Esto, para nosotros, huele muy mal, huele a atropello, huele a que ese multimillonario se está empoderando para quitarnos nuestros pajonales, nuestras tierras, y por eso estamos en esta lucha, porque no dejaremos que nos saquen un ‘chuyento’ palo de estos pajonales.

Hasta hace poco tiempo estaban requiriendo gente para sacar los tambos, ¿sabe lo que significa eso?, los tambos son los vestigios indígenas, y eso que están decretados monumentos nacionales; entonces, qué necesitamos nosotros, mucho apoyo del extranjero en cuanto a que se difunda esto.

La ex seremi de Salud del gobierno anterior [Bachelet], Pilar Merino, les pidió que pusieran unos filtros especiales y ellos no quisieron y ella rechazó totalmente este proyecto; si este proyecto no tiene por qué estar.

Simplemente no vamos a dejar que eso suceda, porque esto es un atropello, es un flagelo y es una vergüenza para Chile.

“ESTA LUCHA VA PARA LARGO”

-Y en estos momentos, ¿en qué está el asunto de Castilla?

-Nosotros y los pescadores de las caletas adyacentes hasta Caldera pusimos ocho recursos de protección para detener el proyecto Castilla. Y está parado, no hacen grandes cosas porque saben que en verdad nosotros no vamos a detenernos ni a descansar; creo que esta lucha va para largo; iremos a llevar unos 14, 15 años, pero no importa, tal vez yo ya no estaré; pero, sabe qué, vale, por nuestras tierras, nuestras riquezas; nosotros tenemos que aprender a amar cada cosa que tenemos, cada playa, cada rincón, cada río y lago.

-¿Han existido negociaciones con la empresa?

-Ellos habían mentido en la Red Atacama [TVN] diciendo que nosotros le habíamos pedido no sé cuántos millones de dólares y jamás fue así; en esa reunión vine yo y les dije: ‘nosotros queríamos saber si ustedes se van a retirar de estas tierras’.

Hace 20 días atrás [fines de junio de 2011], 72 comuneros tuvimos una reunión con los representantes de Castilla y ellos nos pidieron que levantáramos las demandas, para negociar, pero, ¿cuál es el negocio que ellos dicen?: Mejoramiento para 20 viviendas, becas de estudios para los que estén mejor calificados -no más allá de diez personas-, luz, que van a hacer una posta en su planta –ya hay una en Totoral- y que si necesitamos podemos ir allá; lo que ofrecen es la nada misma.

Si la termoeléctrica se llega a poner será un asesinato; nosotros no vamos a poder vivir ahí, porque va a haber cianuro, todos los componentes tóxicos y metales pesados, porque son seis turbinas, cuatro a carbón y dos a petróleo. Entonces, la gente dijo: ‘¿Cuánto nos van a dar para salir de ahí?’. Y los representantes de la empresa dijeron que ellos ya no tienen dinero para indemnizar, porque hay que estarle pagando a los abogados; a mí me pareció increíble, por decir lo menos, qué se creen. Es ahí donde uno de los comuneros de acá le grita: ‘oiga, ¿usted cree que están tratando con hueones?’.

Yo soy de la directiva de la comunidad, y en ese momento me quedé anonadada; cuando ya ha terminado este señor, vengo y le dije: “el octavo multimillonario del mundo, ¿no tiene dinero para pagar los abogados?; ustedes, hace dos años que venden a 800 pesos el metro cúbico de agua a una carretera de doble vía que están haciendo ahora, y dicen que no tienen”. Y agregué: ‘Sabe qué, lo que quieren escuchar acá los comuneros es cuánto les van a dar de dinero para salir de ahí, porque ahí ustedes van a ser los asesinos de nuestro territorio, porque es nuestro territorio, no es de ustedes’.

Ahí se para este señor -no me gusta recordarme de los nombres de esta gente que en verdad para mí no vale la pena-, y dice: ‘mire, en verdad nosotros no damos dinero’. Una de las personas del directorio le pregunta: ‘oiga, aunque en verdad no queremos dejar el territorio, no queremos irnos, nosotros para poder salir de ahí nos conformamos -porque tenemos casi 300 hectáreas- con 220 millones de pesos cada uno que nos den para que nosotros nos vayamos’.

Se para este señor y dice: ‘Nosotros no estamos vendiendo nada, nosotros no compramos nada, nosotros no negociamos nada, nosotros no entregamos dinero’, así pero enojado, totalmente enojado; y qué le dije yo: ‘claro, pero ustedes vienen a saquear, vienen a robarse nuestros recursos y vienen a asesinar, y se llevan todas nuestras riquezas y se van; entonces, saben qué más, les dije a todo el directorio, ‘vámonos por favor, aquí no tenemos nada que hablar’.

ENGAÑOS, SOBORNOS Y AMENAZAS

-¿Cómo ha intentado la empresa disuadir a la población para que acepten el proyecto?

-Trataron en su momento de hacerle creer a la ciudadanía que esa electricidad iba a ser para cada uno de ellos, para abastecer la red de la región, y no es así, es para alimentar a la gran minería.

Por otra parte, pasa que el ex alcalde [de Copiapó], Marcos López, tuvo conversaciones con ellos, a espaldas nuestras, y nosotros nunca supimos, y se agarraron de los 23 pescadores que están en la caleta e hicieron una negociación con ellos, en el sentido de que les compraron su área de manejo; también les metieron el dedo a la boca porque resulta que les ofrecieron cinco millones de pesos a cada uno, y es ahí donde hicieron toda esta manipulación entre gallos y medianoche, y se trajeron a los pescadores en un bus y firmaron este acuerdo. Y entre esos pescadores solamente hay dos comuneros, las demás personas no son de Totoral, no son de nuestras raíces, por lo tanto se agarraron mal, o sea, no es válido lo que ellos han hecho.

Además, han tratado de separarnos, decir, por ejemplo, que yo hablé con ellos, que hice un trato; entonces ahí empiezan las dudas, ¿se fija? Pero eso lo hacen todas estas empresas que quieren dividir y agarrarse los territorios, es lo que nos está pasando a nosotros. Pero ellos piensan que uno no tiene idea, que no sabe, y en verdad, sí sabemos, sí estamos bien claros.

A mi esposo tuvieron que operarlo de urgencia del corazón y habían hablado de que me habían dado los millones para pagar la cirujía; entonces lo hicieron correr por ahí como público eso, pero la gente se dio cuenta y yo hablé en los medios, me llamaban para Viña; hubo mucho apoyo para mí, saben que nunca me venderé; todo lo contrario, creo que mi padre, mi Dios, me ha dado estas armas; si yo quiero tener dinero, trabajo mis artesanías, hago lo que sea, porque si usted me ve allá en mi pueblo, yo estoy clavando un clavo, ando con la carretilla, estoy viendo los olivos, hago todo lo que yo sé hacer.

-¿El directorio de la comunidad tiene una posición unánime o hay diferencias?

-Empezamos todos unánimes, pero después ha habido cambios. Ellos, por ejemplo, a la presidenta la llamaban todos los días para saber cómo estaban las reuniones. Y claro, justamente la hicieron como dudar o cambiar de opinión, y hasta ahora ellos están metidos.

-¿Han intentado sobornarla?

-En enero de 2011 tuvimos una reunión y yo les dije que no necesitaba que me coimearan, que yo no me vendo y mi pueblo tampoco. Una vez terminada esa sesión me fui a Totoral. Al otro día, un sábado, a las cinco de la mañana, siento un bombazo, y pensé que asesinaron a alguien o que me iban a cargar a mí algo malo; prendo la vela, salgo de mi casa y vi que estaba mi taller en llamas; me habían tirado una bomba incendiaria, intenté apagar el fuego y me fui a buscar un teléfono; en ese entonces estaba Milton Morales de presidente y le pedí por favor que llamáramos a Carabineros y a Investigaciones; eso fue como a las seis de la mañana. Llegaron más o menos como a la una de la tarde y los hice pasar, les pedí por favor que entraran y revisaran todo y que investigaran a fondo. Hasta hoy día no sé quiénes fueron, hasta ahora no hay culpables.

-¿Encontraron rastros?

-Había un encendedor y yo no fumo. Se llevaron una botella; yo trabajo con botellas porque hago arrope de chañar, pero había ahí unos restos que ellos tomaron y se llevaron y revisaron toda mi casa.

También hubo unas cinco vacas degolladas de los otros comuneros, y también se perdieron como 32 cabras. Además, teníamos los límites marcados y con nuestros letreros, y los arrancaron de cuajo.

TRAICIÓN Y POBREZA DE ALMA

-¿Qué siente al saber que hubo personeros de la Concertación, a los cuales usted ayudó, que después aparecieron apoyando a Castilla?

-Es muy doloroso que Marcos López, el ex alcalde [de Copiapó], nos traicionara, y no sólo a la comunidad de Totoral, sino también a la región. Habiéndole hecho la campaña, habiendo trabajado muy fuertemente en la parte social, en los consultorios y hacia fuera, con el adulto mayor postrado, apoyando, y, después, entre gallos y medianoche, él cambió el uso del suelo para permitir el proyecto, y además de esto firmaron con estos 23 pescadores de la caleta Pajonales, y nosotros nunca supimos hasta último momento. Y además es doloroso saber que la ex intendenta [del gobierno de Bachelet] Viviana Ireland, está trabajando ahora en una de las mineras que tiene Castilla.

Esas son cosas muy dolorosas, son cosas que dan cuenta de que parte de la Concertación tiene muchas culpas en muchas cosas turbias, a espaldas de la ciudadanía, porque si estás ofreciendo algo y estás haciendo otra cosa, esa es una falta de respeto; para mí vale tanto una persona que tiene mucho dinero como ese trabajador, ese obrero, ese campesino, ese pirquinero, que con mucha fortaleza son los que dan el sustento a Chile.

-¿Qué me puede decir de esta familia Domínguez, que en un comienzo se opuso a la termoeléctrica y finalmente la apoyó por dinero?

-Para empezar, para mí, la familia Domínguez es de un alma muy pobre, porque saben perfectamente que nosotros amamos esas tierras pues pertenecemos a ellas, así como los mapuches aman su territorio. Esta familia Domínguez, lo único que hizo, fue venir a apoderarse de cierta parte de nuestras tierras y a llenarse de dinero, a negociar, y eso es traición, y es otra de las penas que me da porque tres días antes de que ellos negociaran estuvimos con televisión, que ellos mismos la trajeron, adentro en el pueblo; yo le pregunté personalmente a Gonzalo Domínguez, padre, ¿usted negociaría, vendería Bahía Salado?, ‘por ningún motivo; eso tiene mucho valor’, me respondió. Y tres días después sale negociando con esta empresa, y eso me parece otra traición más grave y más grande; ojalá no apareciera jamás por el sector nuestro de Totoral, porque aunque él tenga mucho dinero, para mí es muy pobre de alma.


REDES DE APOYO

-Pero también han recibido la solidaridad de varios actores.

-Hemos estado con abogados, Olca nos ha apoyado mucho, Océana también vino y ha ayudado; también la alcaldesa de Caldera [Brunilda González], los diputado [Alberto] Robles [PRSD] y [Lautaro] Carmona [PC]; el presidente del Senado [Guido Girardi] en su momento también vino acá, y en las conversaciones dice que apoya.

-¿Qué es lo que se viene ahora a parte de los recursos de protección? ¿Seguir haciendo movilizaciones?

-Por supuesto, esto de las movilizaciones no tienen por qué parar, y está la Mesa Social Atacama contra la termoeléctrica Castilla, que se formó hace dos años atrás, donde hay personas que vienen de Huasco, nos juntamos con la gente de Vallenar, donde también está la Mesa de Trabajo contra la Barrick. Estamos unidos, ahí está la junta de vecinos, están las organizaciones de salud, los profesores, los alumnos, la universidad, la gente de la costa, todo lo que es de Caldera, de Bahía Salado…

-¿Cuál es el papel que usted le asigna a las comunicaciones en la conformación de redes sociales y medioambientalistas?

-Nosotros venimos desde hace cuatro años con el tema este de Castilla, y había un programa de radio que tenía Luis Codocedo, de Caldera, y él fue el que me abrió las puertas para yo empezar a informar a la ciudadanía y le agradezco mucho eso.

Me parece muy bien que esté la computación, la Internet y todo eso para la información, ya no estamos tan ignorantes y sabemos; está la RAN [Red Ambiental Norte], en la cual estamos siempre comunicados y hay agrupaciones desde La Serena hasta Arica y cada vez estamos fortaleciéndonos más.

“DICTADURA DISFRAZADA”

Elena Marín en la Corte de Apelaciones de Antofagasta

-¿Por qué cree que en Chile estamos viviendo estos conflictos?

-Veo cada vez más, especialmente en este Gobierno, que todo dice que sí, como que es el mundo de Bilz y Pap, y no ha cumplido nada de lo que él ha prometido, incluso por eso en estos momentos está el Gobierno con estas movilizaciones, y todos tienen un tema en común, el país ha madurado y está cansado de aguantar, y es por ahí que digo que se está viviendo, disfrazada, una dictadura más, porque van a una mesa de diálogo, por decir de los estudiantes, y están en ella y luego salen haciendo lo que el Gobierno quiere, y eso significa no respetar en verdad a lo que significa la ciudadanía, porque detrás de cada alumno hay una madre y una familia chilena de lucha, y así es como se tienen que endeudar sus padres para seguir pagando y es por eso que los jóvenes que están luchando están en esto por una justa razón.

-Pero en esto también la Concertación es co-responsable, porque estuvieron 20 años y uno se da cuenta de que muchas veces dicen una cosa y hacen otra, los ve en los directorios de las grandes empresas, entonces habría como una traición de lo que originalmente planteaban a comienzos de los noventas.

-Con mucha tristeza –y uno pensaba que estaba muy tranquila en esto y muy confiada-, pero uno cae en la cuenta en realidad de que, en parte, la Concertación sí tiene que tener culpas, tiene que asumir sus culpas.

PROBLEMÁTICA BINACIONAL

-¿Tienen contacto con la gente de Argentina que está en luchas similares?

-Hubo un encuentro binacional en junio de 2009, en Alto del Carmen, y ahí nos dimos cuenta, trabajando, de que le habían ofrecido corriente, electricidad y agua desalinizada para 200 mineras; ellos están haciendo los negocios a espaldas nuestras y de eso es el abuso real que yo hablo, porque eso es a costa de todos nosotros, de la Región.

En cambio, nosotros podemos apuntar a la energía eólica, a la energía solar, y como pueblo tenemos cómo hacerlo, y también toda la gente de la costa; si somos como cinco mil, entre pescadores artesanales y trabajadores que hay en la zona.

-¿Ha ido a encuentros al otro lado de Los Andes?

-Sí, fuimos un grupo grande de huascoaltinos de acá de la Región –de Totoral fui yo-, y vimos lo que pasa allá; por ejemplo, en el sector donde está la Barrick ya tienen todo seco, en la parte de Iglesia ellos son chacreros y cuando plantan sus hortalizas todo eso ya está contaminado. Una de las compañeras lloraba y contaba qué pasaba con sus cosechas, que cuando las analizaban estaban todas contaminadas; la gente está empobrecida, duermen en las plazas; en verdad me impactó mucho, pero también fue muy gratificante estar con ellos y poder aprender más y estamos más unidos. A uno siempre te tienden a decir que los argentinos son muy lejanos de nosotros, y en verdad al contarnos las realidades y hablar en ese sector donde tenemos Jáchal, Iglesia, toda esa parte de San Juan, ahí el cáncer es pan de cada día, así como es Huasco acá ahora que está contaminado por la termoeléctrica Guacolda, y en verdad está grave esto.

DEFENDER NUESTRAS RIQUEZAS: NACIONALIZAR NUESTROS RECURSOS

-¿Usted piensa que la mayoría de los comuneros, de la gente que vive ahí en la comunidad, va a seguir resistiendo?

-Por supuesto que sí, no le quepa la menor duda; para nosotros, ellos tienen que irse; no creo que vayan a ser fiscalizados o monitoreados; ya está visto, en todas las otras centrales que han puesto la contaminación es grande.

Esto es tan grave como el proyecto que había de poner una central nuclear en Tal Tal. El Gobierno ha apuntado a que necesitamos energía, pero la verdad es que los chilenos no necesitamos esas cantidades inmensas de energía, menos acá en la región; lo que ocurre es que esa energía es para las grandes mineras extranjeras, a las cuales les entregamos todas nuestras riquezas, porque el único que deja el excedente acá es Codelco que es una empresa de todos los chilenos; los demás lavan sus dineros en los paraísos fiscales, en las islas Bahamas, etcétera.

Soy nortina, sé que tenemos todas nuestras riquezas, nuestras aguas y son nuestras, de Chile; ¿por qué nos vienen a succionar, por qué nos vienen a flagelar? Hago un llamado al Presidente y a todo aquél chileno que tenga conciencia, un llamado real de atención y del alma, del corazón, porque nosotros tenemos que aprender que nuestro Chile es lo que Dios nos ha dado, es tan rico en todo; en siete u ocho horas tenemos nuestra cordillera, nuestro mar, entonces por qué flagelar la tierra; para mí la tierra en donde nacemos todos es nuestra segunda madre, es donde tú das los primeros pasos y donde aprendes a amarla, y eso es para mí, mi región, mi gente, Totoral, y es por eso que es esta lucha. Y hago este llamado; necesitamos más abogados, periodistas nacionales y extranjeros, necesitamos de todo el apoyo, porque esto no se puede quedar aquí.

-Usted me contaba que ahora los pirquineros no tienen dónde ir porque está todo comprado…

-Bueno, qué le cuento de esto; un pirquinero va a sacar una ‘chucuyá’ –se le llama así a unos cinco gramos cúbicos de mineral- para poder sustentar a sus familias, y resulta que cuando van son tomados detenidos, y eso es muy grave porque está todo entregado a las manos extranjeras; no puede ser, es inconcebible; me da mucha pena cuando veo un pirquinero vendiendo chatarras en la feria, por favor, un hombre que nunca tuvo educación pero que sabe la ley del metal como lo hacía mi padre. Ver al pescador artesanal al cual las grandes empresas pesqueras les han quitado su sustento, porque tienen todos cierta cantidad de pescado, y donde todo es un cuento muy atroz. Hablar de esto es muy doloroso para mí, pero nunca me van a acallar, porque seguiré en esta lucha por la defensa de mi región.

-¿Qué mensaje le entregaría a las nuevas generaciones?

-Hay que salir a las calles con fortaleza y unidad; ‘nosotros tuvimos una nacionalización del cobre’; tiene que haber una regionalización y, a la vez, una re-nacionalización; los políticos tienen que preguntarnos, porque así como nos piden el voto, y nos cuentan un cuento, a veces, yo no digo que son todos, pero hay que tener ese compromiso.

No tengo nada contra los ricos ni contra los empresarios, pero hay que ver cómo va la mano, unos muy pobres y otros muy ricos que se quedan con todo. En estos momentos, si hablamos una pincelada sobre la educación, deja en verdad mucho que desear, y en salud, olvídese, es algo terrible.

En eso estamos, enseñando a que seamos personas con gallardía. Quiero felicitar a los mapuches por luchar; los pueblos indígenas -changos, diaguitas, coyas, etcétera.- merecen nuestro respeto. Tenemos que luchar por la vida, por defender nuestras riquezas; que las negociaciones sean para favorecer a la gente local. Que se reconozca y valorice el trabajo de los campesinos, de la gente de mar. Si amas tu Chile, a tu gente, debes luchar para que seamos respetados y gocemos de nuestras riquezas; hay mucho potencial turístico en nuestros territorios.

Por Cristian Sotomayor Demuth

[email protected]

El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones