Luksic arremete contra Paine: Mega proyecto CCU extraería 24 millones de litros de agua al día

“Planta CCU Paine” es el nombre del Mega proyecto que instalará el grupo económico Luksic en la comuna de Paine y que tiene como fecha de finalización el año 2032. Para entonces serán aproximadamente 50 las hectáreas afectadas y el impacto ambiental a una zona silvoagropecuaria será irreversible.

Sacar proyectos de ley mientras la gente celebra un partido de la selección chilena, ya no es sólo una táctica política, sino que es un manual del que también ha aprendido el mercado. Dicen que, para bien o para mal, los hermanos se mimetizan. Meses atrás, mientras los chilenos zapateábamos las fiestas patrias, la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU) sacaba un proyecto para una tamaña instalación en la localidad de Paine: US$300 millones. Para ello se contó con la firma del alcalde, Diego Vergara Rodríguez, y la ausencia absoluta de la comunidad, cual completo trámite por secretaría.

Tal como relata Fabiola Videla, integrante del Comité Ambiental de la Comunidad, afortunadamente los vecinos se enteraron a tiempo (último día) para poder interponer una apelación donde se envió una carta al ministerio del Medio Ambiente. Dicha acción significó poder exigirle a la empresa una evaluación de impacto ambiental pues ya no bastaba el pre informe enviado por CCU al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), ya presente de irregularidades.

Actualmente los vecinos viven una tremenda incertidumbre ante el temor de lo que significa la concertación de esta planta industrial que operará con una perforación total de siete pozos, es decir, el 25% del acuífero de Paine. Esto sin considerar que la empresa realmente trabajará con ambos acuíferos intervenidos, Paine y Buin, pues la ubicación comprende una zona que los incluye al mismo tiempo.

Para tener una idea de las repercusiones de lo que es esta construcción, Marcela Rojas, vocera de la Asociación de Pozos Rurales de Paine de Colonia Kennedy, explica: “Este proyecto tendrá una extracción de 24 millones de litros de agua diarios de nuestras napas, la sequía será inminente en un radio no menor a 20 kilómetros. Y a eso sumar el hecho de la utilización de aguas servidas, lluvia e industriales con que trabajará la planta serán vertidas en el canal Panamá cuyo uso para muchos agricultores es de regadío de cosechas”.

Se entiende que para la elaboración de todo esto la compañía cervecera ha debido iniciar procesos de compra de derechos de agua, pues Paine es una zona que funciona por redes y cada vecino tiene como propiedad determinados porcentajes de derechos. Ellos necesitan varios más de los que actualmente se adjudican con el Fundo Santa Amalia, territorio legalmente comprado por CCU, pero que no alcanza a cubrir las 50 hectáreas promedio que realmente implicará este mega proyecto.

Pese a que tiempo atrás la comunidad logró un recurso de protección contra la construcción de esta mega planta, la Corte de San Miguel no les concedió la orden de no innovación y sólo se decretó una consulta ciudadana. No deja de ser curioso que dicha consulta se apode ciudadana cuando quienes la debatirán son sólo autoridades y directores de la zona.

De alguna forma los vecinos se han transformado en la piedra de tope de todo esto, y por lo mismo el primer medio de CCU fue el acercarse a negociar con ellos. Sin embargo, como cuenta Fabiola Videla, la única oferta de la comunidad fue una reunión amplia a la cual la empresa negó su participación. Ahora, muchos de quienes se organizan sospechan de intervenciones de la empresa en las vías de comunicación.

Así, tal como se inició el proceso del proyecto, la veta estratégica de la empresa del grupo Luksic continúa luciéndose con las tácticas que al parecer no cobran impedimentos en el ejecutivo. Actualmente la empresa ha conseguido una extensión de plazo para la presentación de las observaciones de modo que recién en abril se verá la aprobación de éstas, fecha que para entonces todo indica que quien verá el asunto será Michelle Bachelet beneficiara directa del grupo económico de CCU en estas candidaturas y de quien esperan la de vuelta de mano.

Por María Jesús Ibáñez C.

El Ciudadano / Clarín