Guaidó y la pregunta ¿qué vendrá después del 16 de noviembre en Venezuela?

Mientras anhela recuperar la calle y llenar al país de violencia, parte de su "equipo" sigue promoviendo en Washington el recrudecimiento del bloqueo total contra el pueblo venezolano

Guaidó

«Vendrá el 17 de noviembre y el 18». No, no es un chiste ni una burla, fue la respuesta del propio Juan Guaidó a la pregunta de qué pasará después de su convocatoria de «una gran marcha nacional» este sábado 16 de noviembre, en conjunto con el sector extremista venezolano, para intentar retomar la violencia en las calles y reavivar un conflicto aletargado tras los continuos fracasos de alguien que prometió «el cese de la usurpación» y ahora -venido a menos- no cuenta el con apoyo ni de sus propios seguidores.

La respuesta trivial de Guaidó deja mucho que desear, no sólo a sus seguidores en Venezuela, sino también a la mal llamada «comunidad internacional» que, prácticamente obligada por la administración de Donald Trump, aún le brinda el «espaldarazo» al miembro del grupo sedicioso Voluntad Popular para continuar con el plan de Washington que instalar un Estado paralelo en Venezuela en torno al falso cargo de «presidente encargado».

Sin embargo, al tomar en serio y no trivializar la pregunta: «¿Qué vendrá después del 16 de noviembre?» o siendo más concretos ¿Qué pasará el 16 de noviembre en Venezuela?; habría que tomar en cuenta varios factores que influyen en esa convocatoria de Guaidó, entre ellos su decaída popularidad, la falta de credibilidad y los distintos escándalos y delitos en los que ha estado inmerso, tales como corrupción, narcotráfico, prostitución, golpes de Estado, promesas incumplidas, entre otras acciones que se resumen en decepción.

Desde al menos tres meses atrás, Guaidó ha tratado de que sus -cada vez más escasos- seguidores vuelvan a las calles para tratar de mostrar al mundo la «incorformidad» con «el régimen» de Nicolás Maduro, pero las distintas convocatorias han resultado un total fracaso.

La más recientemente de estas convocatorias para realizarse en Caracas, a duras penas logró agrupar a algunas decenas de personas, sumando a los integrantes de su entorno de confianza.

Sin embargo, Guaidó insiste que este 16 de noviembre es -como ya lo ha prometido decenas de veces antes- el momento cumbre para lograr definitivamente el «cese de la usurpación» de Maduro y así comenzar la liberación de Venezuela.

El llamado apocalíptico de Guaidó se da justo cuando en la región se intensifican las luchas sociales de los pueblos de Haití, Ecuador y Chile, que denuncian las arbitrariedades de gobiernos liberales de extrema derecha que apuntan sus armas contra la población, que en masivas manifestaciones exigen la renuncia de los jefes de Gobierno que negociaron con el Fondo Monetario Internacional (FMI), mentienen modelos excluyentes como regímenes de Estado y sólo ejecutan políticas en detrimento de la calidad de vida de la población.

Pero ahora, el llamado de Guaidó a tomar las calles se alimenta no de lo que exigen los pueblos de Chile y Haití, sino del Golpe de Estado perpetrado en Bolivia por la Fuerza Armada, la policía y grupos secesionistas de la extrema derecha de contra Evo Morales, quien se vio obligado a renunciar tras las consecuentes y cada vez más violentas amenazas de muerte contra él, su familia y miembros de su Tren Ejecutivo y del Movimiento Al Socialismo.

Para Guaidó, el ejemplo a seguir es Bolivia. No lo que hace el pueblo de Chile ni el de Haití, ni mucho menos lo que hizo la población ecuatoriana en su momento. Resulta que Bolivia, en donde se acaba de autoproclamar «Presidenta» una diputada del senado sin que hubiese quorum y con la colocación de los estandartes patrios por parte de efectivos militares que ejecutan el Golpe de Estado, es la viva representación de lo que anhela Guaidó para concretar su -hasta ahora- fallido plan continuado de intento de usurpar el Poder Ejecutivo en Venezuela.

https://www.youtube.com/watch?v=2cyzi9bnia0

Guaidó siempre está en ridículo

Las reacciones de los opositores contra Guaidó luego de su respuesta a la periodista el pasado domingo 3 de noviembre en el estado Monagas, marcaron lo que posiblemente será un nuevo fracaso de convocatoria el próximo 16 de noviembre.

Un usuario respondió en Twitter: «Fantástico @jguaido lograste convencer a todo el país de ir a la marcha».

Sin embargo, Guaidó vende la convocatoria como «la gran marcha» en la que se conseguirá «una gran victoria y una gran demostración», que tiene como «ejemplo y aliciente» la situación en Bolivia.

Pero ante la poca credibilidad de Guaidó, por su poca capacidad de convocatoria y pérdida de popularidad que lo han llevado casi al olvido, los miembros y sectores de la extrema derecha que siguen apostando a la salida violenta e inconstitucional de Maduro, se han sumado a lo que pareciera un cierre de campaña presidencial para tratar de captar opositores que acudan a la marcha.

https://twitter.com/cianurosex/status/1194236994664173572

Cuentas en Twitter de miembros de Voluntad Popular, Primero Justicia y Acción Democrática, y otras tipo spam son utilizadas para masificar la convocatorias para «lograr el cese de la usurpación». Todo esto ocurre en un momento en el que la oposición se encuentra cada vez más dividida, pues al mismo tiempo un sector democrático de ellos trabaja en una mesa de diálogo junto al Gobierno Nacional para lograr soluciones concretas a la crisis política, social y económica.

En Twitter las reacciones de los opositores hacen burla del llamado y emanan críticas contra sus convocantes. La usuaria @Marianitave1999, por ejemplo, dice: «😂🤣😂🤣😂 el día que Venezuela despierte no quedará mudero (político de la extinta MUD) con cabeza, todos irían pa’ fuera junto al chavismo».

Otra usuaria identificada como @yinotrjera agrega: «Una duda que tengo ¿Por qué esperar a un mes para que termine el año para supuestamente querer reactivar la calle otra vez. Será que a Maduro se le acabó el oxígeno y necesitan excusas para darle más?»

Un usuario identificado como @cianurosex coloca: «Y Freddito ya despertó??» acompañado de una imagen de Freddy Guevara -prófugo de la justicia venezolana y protegido por el gobierno de Sebastián Piñera en la embajada de Chile en Caracas- donde aparece acostado cómodamente en la cama de un hotel.

‏En tanto, @daviam12 en respuesta a @cianurosex dice: «Nooo!! Por Dios!! A ese se le junta desayuno con almuerzo. A golpe de 12 y pico (pm) es que se levanta ese guerrero».

Otro usuario, @Rollerk3, dice: «El único punto tiene que ser es Miraflores sin retorno, de resto su bailoterapia es para engañar a los ciudadanos para que el dictador, los colectivos, y la FAN (Fuerza Armada), los masacren y maten y así ustedes sigan pidiendo los millones de $ a los países internacionales. QUE NEGOCIO NOO»

Guaidó, quien asegura ser el «presidente encargado» de Venezuela desde enero de 2019, fue esta semana a una estación del Metro de Caracas, transporte subterráneo de la capital venezolana, para intentar llamar la atención, pero mientras estuvo ahí, no causó mayor impresión en los transeúntes.

A través de un video colgado en redes sociales se observa a Guaidó en el anden donde las personas esperan el tren y nadie se le acerca al «presidente encargado», que según el gobierno de Estados Unidos es el «único representante» de Venezuela.

La popularidad de Guaidó ha ido en franco declive luego de conocerse sus vínculos con grupos narcoparamilitares colombianos, así como delitos vinculados a corrupción, robo de recursos como «ayuda humanitaria», prostitución, drogas y hasta un intento de golpe de Estado fracasado.

https://www.instagram.com/p/B4xE6kinZdQ/?igshid=14l932s3cutf9

El propósito de Guaidó es retomar «la fuerza de la calle para acelerar la presión internacional», «incluyendo la Fuerza Armada», declaró recientemente.

A través de un video que publicó en Twitter, Guaidó dice que «acelerar la salida depende fundamentalmente de qué hagamos nosotros, juntos de nuevo» y eso incluye «acelerar las contradicciones internas de la dictadura y favorecer la actuación constitucional de todos los sectores de la sociedad, incluyendo la Fuerza Armada”.

“Yo necesito de todos, si cada uno de nosotros cumple con su deber vamos a lograrlo. Los llamo a luchar, a no perder la fe, a confiar en nuestro poder, a mantener la unidad de todos los que queremos un cambio e ignorar aquellas voces que nos quieren hacer dudar, dividirnos, o peor que es convencerte de que te rindas. Que toda Venezuela despierte depende de todos”, dijo Guaidó.

«Millones de venezolanos» y las falsas expectativas que genera Guaidó

El opositor Alfonso Marquina dijo recientemente que el 16 de noviembre saldrán «millones de venezolanos a las calles». Según Marquina, el problema que ha tenido la oposición en las convocatorias anteriores a marchas y concentraciones, donde apenas han asistido decenas de personas, es «generar falsas expectativas en la gente».

«Muchas veces salimos a protestar creyendo que la solución es inmediata», confesó Marquina quien además acotó que cuando las marchas opositoras que terminan vacías y con poca gente son vistas en el extranjero como si en el país «todo funciona».

«Si usted estuviese en otro país, y viera que en Venezuela nadie protesta la percepción es que todo funciona. Es importante dejar constancia del malestar, la inconformidad que se vive en el país», dijo Marquina al tratar de conseguir que los opositores, que están desvinculados y desconectados de Juan Guaidó y el resto de «líderes» de la oposición, acudan a la mencionada marcha.

«Creer que hay una fecha límite es generar falsas expectativas en la gente. Insisto en decirle a cada venezolano que debe salir», agregó.

Por otro lado, el sector democrático de la oposición que participa en la mesa de diálogo con el Gobierno sostiene que no piensan participar en la convocatoria de Guaidó porque desconocen su objetivo y su propósito.

Al respecto, Timoteo Zambrano -representante del partido Cambiemos- indicó que lo más importante en este momento no es llenar de violencia al país ni incendiar las calles ni muchos menos tomar salidas fuera del orden constitucional, sino buscar el consenso y la negociación para conseguir soluciones concretas, como el nombramiento de un nuevo Consejo Nacional Electoral (CN) de cara a las elecciones parlamentarias de 2020.

«Es importante tener el CNE este año, para que el nuevo CNE tenga dos meses para organizar el proceso electoral y estaríamos hablando de que a partir de octubre de 2020 podamos tener parlamentarias».

Bloqueo contra Venezuela

Mientras Guaidó anhela recuperar la calle y llenar al país de violencia, parte de su «equipo» sigue promoviendo en Washington el recrudecimiento del bloqueo total contra Venezuela por parte del Gobierno de Estados Unidos.

Al respecto Carlos Vecchio, uno de los «embajadores de Guaidó», realiza una gira en Estados Unidos junto con Julio Borges, «canciller de Guaidó», para conseguir e imponer nuevas medidas coercitivas contra Venezuela por parte de la administración Trump que son aplicadas a través del Departamento del Tesoro.

A través de Twitter, el también integrante del grupo sedicioso Voluntad Popular, Guaidó, celebró las nuevas «restricciones migratorias» concretadas contra venezolanos.

Según Vecchio, las nuevas medidas de EE. UU. «imponen restricciones migratorias contra usurpadores y bloquean sus activos para evitar que sigan aprovechándose criminalmente de recursos de Venezuela».

Vecchio, quien junto a Julio Borges sirve de mensajero de Donald Trump, ha secuestrado más de 34.000 millones de dólares en activos y recursos de Petróleos de Venezuela (PDVSA) y su refinería Citgo, ambas pertenecientes al Estado venezolano en suelo estadounidense.

Contexto regional

Todo esto también se da cuando el Gobierno de Jair Bolsonaro en Brasil confesó que trabaja en lograr volver a encarcelar a líder del Partido de los Trabajadores y expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, quien fue liberado el fin de semana mientras espera la sentencia de la apelación de su caso, luego del escándalo judicial protagonizado por Bolsonaro y el juez Sergio Moro, quienes lo privaron de libertad de forma infundada para evitar que ganara la Presidencia.

Lula quien recuperó la libertad el pasado viernes tras 580 días preso injustamente, pudiera ser devuelto a la cárcel si Bolsonaro lograr ejecutar una enmienda a la Constitución de 1988. La idea del «bolsonarismo», cuya popularidad ha caído en picada desde que asumió el poder y se sitúa hoy en torno al 30 %, según diversas encuestas, es que el Parlamento, donde la derecha tiene mayoría ejecute una enmienda que acabaría con las interpretaciones que la Constitución permite sobre la ejecución de una condena penal.

En ese sentido, el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del mandatario, ya anunció que trabaja en el parlamento para llevar adelante una alteración del texto constitucional que establezca de forma clara que una pena se debe ejecutar una vez confirmada en segunda instancia.

De hecho, en las cámaras legislativas ya tramitan tres proyectos en ese sentido, que las fuerzas del llamado «bolsonarismo» pretenden impulsar tras la excarcelación de Lula.

Además de esta situación, ya Guaidó y su grupo «reconocieron» a la autoproclamada Jeanine Añez como «Presidenta de Bolivia», una mujer con antecedentes racistas que repudia a los indígenas y que ahora es parte fundamental del golpe de Estado en Bolivia.

Si algo llegara a ocurrir en Venezuela el próximo 16 de noviembre no será precisamente por la popularidad e influencia de Guaidó, de pasar algo sería por la intromisión de la mano extranjera. De hecho, ya en Bolivia y Brasil, «representantes de Guaidó» han intentado ocupar las embajadas de Venezuela en ambos países.

https://www.youtube.com/watch?v=Q8tIJFAIVQw

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