La deriva política del clan de los Carey:

De amigos de Sebastián Piñera a aplaudir el triunfo de los republicanos

Pese a que el actual patriarca del clan Carey, Jorge Carey Tagle, se define como liberal en lo valórico, se manifestó optimista con la hegemonía de la extrema derecha chilena en la convención constitucional. Amigo de Sebastián Piñera, ha salido en su defensa en los medios no pocas veces, asi como también para criticar las reformas de Bachelet II. Entre los que han sido sus clientes, un grupo de los 33 mineros atrapados en la mina San José los demandó en 2015 acusando que se habían apropiado de las ganancias de la película.

Si bien se han preocupado de mantener un perfil bajo en contingencia política, el clan de los Carey tiene un firme domicilio político en Renovación Nacional (RN) y, en más de una ocasión salieron a defender a Sebastián Piñera cuando estaba por el suelo en las encuestas; o a golpear los tímidos intentos de reforma tributaria emprendidos por el gobierno de Bachelet II.

En un reportaje anterior revisamos como tres generaciones de abogados hicieron fama y fortuna representando a capitales transnacionales y grandes conglomerados económicos a lo largo del siglo XX, redactaron leyes tributarias y prestaron las primeras asesorías en el proceso de despojo de las empresas públicas iniciado por la dictadura a fines de los setenta.

Revisaremos en esta entrega como el clan de los Carey si bien se definen como liberales frente a temas como el aborto y los derechos de las disidencias sexuales, y uno de los suyos fue como candidato a constituyente en 2021 en un cupo de RN; con el avance reciente de los republicanos en la última elección de constituyentes su discurso está virando a la extrema derecha.

UN AMIGO Y SOCIO EN LA MONEDA

El arribo de Piñera a la Moneda, en 2010, fue celebrado en grande por el estudio Carey. Siguiendo la tradición escalaron más en la altura, mudándose en septiembre de ese año a la zona oriente de la capital, instalando sus oficinas en varios pisos a partir del 43 de la torre más alta de Santiago en esa época, el Edificio Titanium.

Con 205 metros la torre superó al Hotel Marriot, aunque sería posteriormente rebasada por el Costanera Center. Con 55 pisos, en su parte superior, la torre Titanium tiene un helipuerto para dos naves y está equipado con 25 ascensores. Su edificación significó la consolidación del barrio El Golf como distrito financiero y empresarial de Santiago, tras la huida de las grandes firmas del centro de la ciudad comenzada en las décadas anteriores.

Aunque el perfil que cultivaron los hermanos Carey en los medios a lo largo de la post-dictadura se distancia de la política contingente, Jorge Carey Tagle es militante de Renovación Nacional (RN) casi desde sus orígenes y es amigo muy próximo de Sebastián Piñera, a quien defendió públicamente en 2012, cuando por efecto del movimiento estudiantil del año anterior, la popularidad del primer presidente de la derecha en décadas estaba en el suelo.

Torre Titanium en el barrio El Golf de Santiago, sede del estudio de abogados Carey

En un perfil de El Mercurio publicado en 2012, Jaime Carey destacaba que Piñera en su primer gobierno “lo ha hecho muy bien, pero se vende mal”. Para argumentar la sentencia luego agregó que “aprender a gobernar es muy difícil, pero confío en que en lo que queda se muestre lo bien que lo ha hecho y que la Alianza siga en el gobierno».

También su hermano, Jorge Carey Tagle, era cercano al ex-presidente. En una entrevista para Que Pasa, daba cuenta de su proximidad y conocimiento de la psicología íntima de Piñera. Consultado sobre el grado de influencia sobre su amigo, comentó: “yo consejos al presidente no le doy. Si me lo pide, le doy mi opinión. Pero no creo que yo tenga capacidad de influir en él. Además que él es tan estudioso, que todo lo que uno pueda decirle, él ya lo ha pensado 16 veces”.

Uno de los negocios del estudio Carey en la época fue asesorar a los 33 mineros que protagonizaron el rescate en la mina San José de Atacama en 2010. Pocos días después de salir de la mina, el estudio Carey se apresuró en ofrecerles su representación para lo que sería la creación del libro ‘Deep Down Dark’ y la película ‘The 33’. Los mineros confiaron en los abogados en un comienzo, pero para noviembre de 2015 un grupo de los mineros interpuso una querella por estafa contra el flamante bufete. Acusaron “presiones para firmar contratos de cesión de derechos y el engaño de hacerles creer que serían los mismos mineros los controladores de las sociedades”. Luis Urzúa, uno de los protagonistas del accidente, dijo en la oportunidad que “nuestros derechos han sido vulnerados por los abogados que nos estaban asesorando”.

El minero argumentó que “los contratos que firmamos no eran como los abogados decían, por ejemplo, de 150 millones de dólares que llegaron a la sociedad, nosotros recibimos sólo un 17%”. El reclamo es haber sido marginados de las ganancias recaudadas.

En el plano político, el bajo perfil es roto cuando determinados eventos amenazan con sembrar dudas sobre las transacciones transnacionales en los cuales Carey abogados son reconocidos expertos. Así, en noviembre de 2016, Jorge Carey Tagle salió en defensa de Sebastián Piñera, tras revelarse la compra de acciones por el primero en la pesquera peruana Exalmar en pleno litigio por territorio marítimo en La Haya.

A través de una escueta carta publicada en El Mercurio titulada ‘Investigaciones con responsabilidad cívica’, Jorge Carey Tagle relacionó dicho evento con la licitación ganada para construir el Hospital Marga Marga por parte de un cuñado de Ricardo Lagos, pese a presentar el costo más alto. Luego de empatar ambos hechos, sostuvo que “los chilenos tenemos derecho a esperar que esas investigaciones, de ser procedentes, sean hechas con la máxima responsabilidad cívica y cuidando la honra de los afectados”.

La línea argumental se dirigía a quienes levantaban fundadas sospechas contra Piñera, a quienes indirectamente encuadra como inquisidores que actúan por mala fe y oportunismo. El abogado sostuvo que “cuando se asiente el polvo que están levantando las imputaciones de inconductas que, directa o encubiertamente, se están haciendo en estos dos casos, quedará al descubierto quiénes habrán sido los inquisidores que habrán actuado de mala fe y oportunismo”.

Terminó la misiva diciendo que en Chile los políticos se han comportado con decencia y que no había que perderse salpicando a ex-presidentes, ya que “de otra forma, descenderemos en uno más peldaños en nuestra autoestima, espíritu republicano y bien ganado prestigio internacional”.

CONTRA BACHELET II Y ASESORÍAS EN FUSIÓN BAYER-MONSANTO

Aunque durante el segundo gobierno de Bachelet las empresas públicas siguieron contratando sus servicios, desde el comienzo Jorge Carey se colocó en una vereda de confrontación con las políticas de la Nueva Mayoría.

Y eso que no les iba mal en los negocios.

Al tercer año de gobierno de la Nueva Mayoría, en 2017, el estudio Carey lideraba el sustancioso mercado de las fusiones y compras de empresas. Un análisis de Transactional Track Record (TTR), detalló un aumento de un 11 por ciento en ese tipo de negocios (247 en total), siendo el bufete de Carey el más contratado con 22 operaciones, seguido por el estudio Philippi, Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (18); y Claro y Cía (16). Para dimensionar el dinero involucrado, apenas 105 de esas transacciones significaron un importe de casi US$ 13 mil millones.

En 2018, el estudio Carey asesoró la fusión de Bayer-Monsanto para sortear las exigencias de la Fiscalía Nacional Económica (FNE) respecto de la condición monopólica en el mercado de las semillas y agroquímicos. Se establecieron medidas de mitigación ofrecidas por el mismo conglomerado agroquímico. Se trató de una operación a nivel global que involucró montos por 66 mil millones de dólares.

Lucía Sepúlveda, de la Red de Acción contra los Plaguicidas (Rapal), comenta que dicha fusión “fortaleció la tendencia a la privatización de las semillas para los campesinos. En un momento en que había expectativas de librarnos de los plaguicidas, se produjo esta fusión que dio más poder a estas empresas semilleras. En Paine ellos tienen el plantel más grande de América latina. Lo tenían funcionando, pero no lo habían promovido”.

Pese a que hubo protestas de los vecinos, Sepúlveda comenta que la planta “nunca pasó por el sistema de Impacto Ambiental. Nadie entiende por qué no pasó, si se trató de la ampliación de una planta pequeña que fue convertida en la más grande de América Latina. En Argentina, un proyecto similar en Córdoba no se pudo hacer al ser ocupado por las mujeres de la región. Creo que ese capital se trasladó para Chile”

En una entrevista concertada claramente para hablar de política y publicada por Que Pasa en octubre de 2017, poco antes de las elecciones presidenciales, el abogado no reconoció el abuso de los grandes monopolios sentido por gran parte de la ciudadanía, minimizó los casos de concertación en alza de precios conocidos en la época y repitió el mantra del empresariado diciendo que toda la política debe centrarse en el ‘crecimiento’.

De sus bolsillos, está claro.

A juicio de Jorge Carey Tagle, el gobierno de Bachelet se había equivocado gravemente en las reformas tributaria y laboral, argumentando no estar a tono con la ‘competitividad mundial’ y que faltó ‘flexibilizar’ aún más las relaciones laborales. La esperanza estaba puesta en la segunda aventura presidencial de su amigo, Sebastián Piñera. Sostuvo así que “afortunadamente, esa sensación se está aminorando porque los emprendedores y empresarios perciben que Piñera será el próximo presidente”.

Pese a que Piñera volvió a la Moneda, las bienaventuranzas no funcionaron y la economía chilena siguió estancada. Luego vino el estallido de octubre de 2019 y el proceso constituyente.

ENFRENTANDO EL PROCESO CONSTITUYENTE

Tras el acuerdo de noviembre de 2019 y luego de que la derecha cediera la Constitución de 1980, uno de los socios de Carey leyó rápidamente el panorama político y comenzó uno de los primeros intentos de articulación de los sectores conservadores ante el anunciado proceso constituyente.

Juan Francisco Mackenna, abogado a cargo del grupo de Energía de Carey abogados, fue el promotor principal de un borrador denominado ‘Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución’, firmado por 500 abogados, como Rodrigo Correa, Constanza Hube y Víctor Manuel Avilés.

El texto fue promocionado por El Libero.

Entrevistado sobre la iniciativa por el medio de ultraderecha, Mackenna comentó que “un día después del brote de violencia del 18 de octubre empecé a conversar con amigos abogados sobre que había que prepararse para la discusión constitucional que se venía, la que rápidamente llegó”.

Se articuló con la también abogada Macarena Letelier para coordinar el grupo de abogados de derecha y eligieron el descafeinado nombre ‘Constitución de Todos’. Un primer foco que pusieron fue en el quorum de dos tercios en la aprobación de las normas. Luego se afanaron en realizar charlas informativas, agrupar a los expertos constitucionalistas, incidir en cabildos ciudadanos y formar cuadros en la doctrina del neoliberalismo económico puro expresado en términos jurídicos. Una vez formados los enviaron a colegios, juntas de vecinos, sindicatos para ‘instruir a la sociedad civil’. Otro grupo asumió la tarea comunicacional, armando grupos de activistas para influir en las redes sociales.

En la elección de constituyentes el clan Carey mandó uno de los suyos, Andrés Carey Carvalllo, como candidato. Hijo de Jorge y también abogado socio del estudio durante seis años, especializado en tributación y en fusiones de empresas, Carey Carvallo postuló por el distrito 11 y, siguiendo la tradición familiar, en el cupo de RN.

Le fue mal, sacando 4.133 votos, lo que representó el 1,1%.

Después del triunfo del Rechazo en el Plebiscito de 2022, el clan de los Carey ha seguido en sus negocios, consiguiendo incluso contratos de asesoría con Codelco bajo el actual gobierno. Sin embargo, en el plano político no han tenido problemas en aplaudir el avance de la extrema derecha, representada por el Partido Republicano, en las elecciones de constituyentes de mayo de 2023.

Y la opinión del actual patriarca del grupo, Jorge Carey Tagle, tiene su peso.

Entrevistado al día siguiente del triunfo de los republicanos por El Diario Financiero, el abogado fue el vocero del optimismo del empresariado de cara al proceso constituyente que será redactado por la extrema derecha.

Consultado por sus expectativas comentó que “se cumplieron parcialmente, porque si bien creía que los partidos a la derecha del centro iban a ganar, no creía que el Partido Republicano iba a crecer tanto como lo hizo. Con el resultado obtenido hay una razonable posibilidad de que las utopías, descalificaciones, y revanchismos del último proceso constitucional no se repitan”.

Luego agregó que eran “alentadoras las declaraciones de algunos candidatos elegidos por el Partido Republicano en el sentido de que no ejercerán irrazonablemente el poder de veto que pueden haber alcanzado”.

Cuando se le preguntó sobre el ánimo del empresariado, sostuvo que:

-Indudablemente los inversionistas, especialmente los chilenos, ahora tendrán más ánimo para tomar decisiones de negocio que no puedan seguir postergando. Respecto a las de mediano y largo plazo, seguramente quedarán a la espera de que esa mayoría se ejerza con moderación, en concierto con los sectores menos radicalizados de la izquierda, de tal modo que se logre conservar los elementos centrales de la tradición constitucional chilena y se dé cauce, al mismo tiempo, a cambios necesarios, bien fundados y graduales.

La entrevista permite apreciar el anhelo por mantener el modelo económico del saqueo de recursos naturales por parte del abogado. Junto con decir que la patronal está muy atenta al desarrollo del proceso constitucional, destacó que prestarán especial importancia a la mantención de los monopolios acumulados desde la dictadura, la mantención del negocio en educación, salud y previsión social y los ya repetidos mantras de la ‘estabilidad económica’ y el ‘crecimiento sostenido’.

En su refinada jerga, expresó la observación celosa del empresariado respecto a una “adecuada protección al derecho de propiedad, en todas sus formas, incluyendo, por supuesto, a la propiedad intelectual; la libertad para elegir quienes atenderán sus necesidades en educación, salud y previsión social; y, en general, disposiciones realistas para hacer que en Chile tengamos, efectivamente, un Estado con estabilidad económica y política y con crecimiento sostenido”.

De igual modo consideró como preocupación del empresariado la posibilidad de un rechazo en el Plebiscito de salida, lo que puede dejar “abierta una incertidumbre constitucional (que se puede encausar indebidamente cuando las mayorías electorales cambien), las preocupaciones de los inversionistas seguirán siendo, entre otras, la inestabilidad de larga data respecto a la tributación que los afecta; la tentación recurrente de algunos sectores de gravar el emprendimiento, sin medir adecuadamente las consecuencias de ello en el crecimiento del país; la demora y dificultades innecesarias para conseguir permisos administrativos que hacen muy inciertos y costosos sus nuevos proyectos de inversión; la presencia o ausencia de una razonable flexibilidad laboral; la judicialización posterior de proyectos ya aprobados o implementándose”, entre otras materias.

El gran listado da cuenta de que, pese el estallido de 2019, la patronal chilena persistirá por mantener y profundizar su modelo de acumulación. La ‘inestabilidad en tributación’ o el ‘gravar el emprendimiento’ es no cambiar la situación de Chile, en donde las empresas pagan tasas bajísimas de impuestos; el reclamo por la demora y los problemas para conseguir permisos da cuenta de su rechazo a la la legislación ambiental y la también repetida monserga de la ‘flexibilidad laboral’ evidencian que el empresariado quiere mantener relaciones laborales absolutamente diseñadas a su antojo.

Ya con 80 años a cuestas -según una nota reciente de La Tercera– Jorge Carey Tagle seguirá a cargo durante dos años más del estudio que dirige, secundado por su hermano Jaime (67 años), que hace de administrador.

Jorge Carey Tagle además ha integrado el directorio de varias empresas que comenzó asesorando en sus inversiones en Chile, como Cementos Melón (del grupo peruano Bresciaia), Masisa, y la AFP ProVida (del grupo Metlife).

Los otros Carey integrantes del negocio son Guillermo Carey Claro (hijo de Guillermo Carey Tagle); Francisco Carey Carvallo (hijo de Francisco Carey Tagle) y, Jaime Carey Astaburuaga, hijo de Jaime Carey Tagle.

Confiados en la continuidad del modelo económico cimentado sobre la venta constante de los recursos naturales chilenos, con la confianza en que los republicanos harán bien la tarea de profundizar el modelo de saqueo impuesto por Pinochet -para lo cual uno de los suyos invirtió adquiriendo la señal de CNN Chile- el estudio Carey se proyecta seguir para rato.

Mauricio Becerra R.

El Ciudadano

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