Comunicado del Equipo Editor: El Ciudadano y el pueblo judío

A la memoria de Diana Frida Arón Svigilisky (1950–1974), periodista chilena, militante del MIR y detenida desaparecida durante la dictadura militar de Augusto Pinochet

Por Wari

11/11/2012

Publicado en

Comunicados / Portada

0 0


A la memoria de Diana Frida Arón Svigilisky (1950–1974), periodista chilena, militante del MIR y detenida desaparecida durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.

A raíz del revuelo producido en las redes sociales por una pieza gráfica colocada en la cuenta de El Ciudadano en Facebook (Fan Page), con motivo del traslado de Rodrigo Hinzpeter desde el Ministerio del Interior hacia el de Defensa, el pasado 5 de noviembre, declaramos lo siguiente:

-Rechazamos enfáticamente la campaña de difamación que en contra nuestra se ha desatado la semana pasada en las redes sociales, acusándonos de “antisemitas”, racistas, “antijudíos” o de que estaríamos incitando al odio contra el pueblo hebreo. Nuestro ataque es hacia la actual política represiva del Estado chileno -liderada por Rodrigo Hinzpeter- y a la del gobierno israelí conducido por el Likud. Acusamos como instigadores de esta campaña al sector más reaccionario, derechista y filo fascista de la comunidad judía en Chile, quienes intentan afanosamente confundir a la opinión pública para estigmatizarnos como “discriminadores”; sector que sintoniza fielmente con la ultraderecha israelí responsable de la actual política expansionista del Estado hebreo que no ha cejado su ofensiva contra Gaza y en la ocupación de territorio palestino.

-Desde una óptica de Izquierda Autónoma y Libertaria, somos un medio que reconoce públicamente el inmenso aporte del judaísmo izquierdista para con los movimientos sociales de emancipación, comenzando por Karl Marx, y pasando por personalidades tan relevantes como Moses Hess, León Trotsky, Rosa Luxemburgo, Walter Benjamin, Herbert Marcuse, Emma Goldman, Albert Einstein, Martin Buber, Hannah Arendt, Erich Fromm, Daniel Cohn-Bendit, Gustav Landauer, Murray Bookchin, hasta Susan Sontag, Eric Hobswaum y Noam Chomsky (quien señaló hace poco que el actual régimen israelí es una de las principales amenazas para la paz mundial). Del mismo modo, admiramos el trabajo realizado por el movimiento socialista que se hizo experiencia práctica en los kibutz agrarios así como en el movimiento juvenil y obrero israelita. La “izquierda judía” e incluso el ala izquierdista del movimiento sionista ha rechazado las políticas expansionistas del Estado de Israel fomentadas por los sectores derechistas del mismo.

-Queremos que se respeten las resoluciones de las Naciones Unidas en cuanto a la existencia de dos estados, uno hebreo y otro palestino, tomando como base las fronteras de 1967. Apoyamos la petición de Palestina para ingresar con plenos derechos a formar parte de la ONU. Rechazamos el permanente veto que a ambas iniciativas presentan tanto Estados Unidos como Gran Bretaña. Fieles a nuestro prisma de Izquierda Libertaria, nuestro horizonte es la reabsorción de todos los estados por la sociedad, de manera de construir una gran confederación de pueblos del mundo.

-El Ciudadano es un medio laico, a-confesional, por lo que no apoyamos ni rechazamos ninguna religión, pero también se define como “libertario” en el sentido de fomentar el libre pensamiento, por lo que cualquier confesión o quienes las profesan pueden ser criticados en cuanto atenten contra los derechos humanos. En este sentido, la religión judía merece nuestro reconocimiento como parte del abanico de creencias espirituales de la humanidad, por lo que afirmamos categóricamente que El Ciudadano no es antijudío.

Rosa Luxemburgo

-El Ciudadano suscribe la declaración de derechos humanos de la ONU y, además, aboga por el reconocimiento de los llamados derechos de segunda y tercera generación. Por lo mismo, estamos en contra de cualquier forma de discriminación, ya sea por creencia religiosa, orientación sexual, nacionalidad, origen étnico, etc. Nuestro medio no niega el Holocausto judío (cometido por el régimen nazi) y rechaza todos los genocidios o matanzas masivas cometidas contra cualquier pueblo o sector (como contra los armenios, los pueblos originarios de América, los africanos que fueron esclavizados, en la Camboya de Pol Pot, en la URSS de Stalin, en la España de Franco, la China de Mao, contra la Unión Patriótica en Colombia, contra el pueblo maya en Guatemala, etc.). Pero no aceptamos la utilización de estas atrocidades para dar carta blanca a políticas de opresión hacia otros pueblos por parte de quienes las han padecido antes.

-El Ciudadano se ha identificado siempre con la causa de liberación del pueblo palestino, así como con la de todos los que luchan por la descolonización y/o autonomía-autodeterminación: kurdos, saharauis, tibetanos, vascos, mapuches, etc., y con lo que históricamente se ha conocido como «luchas de liberación nacional».

-No es cierto que en nuestro medio no se hagan críticas ni cuestionamientos a los regímenes árabes o musulmanes; las violaciones a los derechos humanos son denunciables en cualquier parte y bajo los gobiernos del color que sean. Esto lo pueden constatar analizando los contenidos publicados en nuestra web.

-Los elementos visuales colocados en Facebook no son unidades periodísticas ni portadas del medio, por lo que no necesariamente representan la opinión del Equipo Editor. Sin embargo, debido al impacto generado por la imagen en cuestión, hemos tomado conciencia de que lo que se publica en las redes sociales ya no es claramente distinguible de lo que es el medio en sí mismo, por lo que de ahora en adelante tendremos mayor cuidado de lo que se incorpora en nuestras cuentas.

-El símbolo de la estrella de David sobrepuesto con una svástica nazi no es una creación de nuestro medio, sino que es usado en muchos sitios y publicaciones de izquierda y pro palestinos, para manifestar la contradicción que significa que el mismo pueblo que fue víctima atroz del nazismo tenga ahora un Estado dominado por sectores filo fascistas que utilizan contra los palestinos métodos que hacen recordar a los usados por el régimen de Hitler. Y en cuanto a la figura de Rodrigo Hinzpeter, es un hecho que su actuación en el Ministerio del Interior estuvo marcada por casos repudiables, como la acusación contra Saif Khan («caso del pakistaní»), la represión contra estudiantes y mapuche o el llamado “Caso bombas”. Si bien todavía no se ha confirmado que Hinzpeter haya hecho el servicio militar en el Ejército de Israel, es un asunto que continuaremos investigando pues hay amplios antecedentes que muestran la penetración que en América Latina ha venido realizando los servicios de inteligencia y seguridad de Israel (Mossad) de la mano con los de Estados Unidos (CIA, Pentágono) y el Comando Sur. Si ya durante la Concertación se supo de los vínculos de los órganos de Defensa y seguridad chilenos con los de Colombia y EUA, durante la permanencia de Andrés Allamand en el Ministerio de Defensa, el Estado chileno pasó de lleno a implementar las nuevas políticas militares norteamericanas en Sudamérica (Base militar en ConcónEncuentro de ministros de Defensa en Montevideo).

-Apoyamos la labor de partidos hebreos como Meretz y el Comunista, y de movimientos ciudadanos como Paz Ahora (Shalom Ajshav) y Coalición de Paz (Gush Shalom), que propician un acuerdo justo tanto para palestinos como para israelitas. Y, en forma especial, a quienes se han transformado en los principales activistas de la izquierda judía israelí: «Anarquistas contra el muro«.

Hacemos nuestras las palabras de uno de los fundadores del “sionismo socialista”, Borojov, quien planteó que las clases obreras árabes y judías tenían intereses en común en la lucha contra la explotación en Palestina y podían y debían convivir en paz.

Gerardo Liebner, historiador de origen uruguayo que reside en Tel Aviv, señaló: “Repudiar la política del actual gobierno israelí no es ser antisemita, sino algo legítimo y una forma de apoyar de verdad al futuro democrático de la sociedad israelí”. (El otro Israel)

En consecuencia, con esta declaración sólo deseamos aclarar nuestra posición a todas las personas librepensadoras, progresistas y de izquierdas que pudiesen haberse sentido molestas; no pretendemos ser comprendidos por el ala derecha de la comunidad hebrea nacional, que al igual que el sector derechista del sionismo internacional, persistirá majaderamente en tachar de antijudío a todo aquel que denuncie la política fascistoide del actual gobierno y estado israelí. Ellos, al igual que todo el espectro conservador, reaccionario y derechista nacional, nos odian -y ha quedado de manifiesto en los comentarios emitidos por las redes sociales-, cosa que nos complace, pues es un indicador de que vamos por el camino correcto, junto a los pueblos del mundo, en nuestra trinchera comunicacional cavada en tierra fértil, abajo y a la izquierda.

Atentamente

Equipo Editor de El Ciudadano

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones