Guaidó y Duque: líderes de red criminal que ejecutaría magnicidios en Venezuela

Cliver Alcalá Cordones confesó que junto a Juan Guaidó, J.J. Rendón, Robert Colina Ibarra y "asesores norteamericanos" estaban detrás del plan que buscaba asesinar al presidente Nicolás Maduro

Guaidó

Se abre un capítulo más en el ya largo prontuario criminal de Juan Guaidó y su socio Iván Duque. Esta vez se trata de un nuevo plan que tenía como objetivo realizar varios asesinatos en Venezuela, entre ellos dos magnicidios: el del presidente Nicolás Maduro y el del titular de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello.


La información fue ofrecida en detalle por el ministro de Comunicación e Información de Venezuela, Jorge Rodríguez, quien denunció este miércoles 25 de marzo, desde el Palacio de Miraflores en Caracas, un plan tramado en Colombia con apoyo, coordinación y financiamiento directo de Iván Duque en cooperación con Juan Guaidó y el Gobierno de los Estados Unidos.

Se trata de un plan que incluía bases de entrenamiento de mercenarios y paramilitares vinculados a las mafias del narcotráfico colombiano, que pretendían ingresar armas a Venezuela, así como también sicarios preparados para ejecutar asesinatos selectivos contra varios dirigentes y funcionarios de alto rango del Gobierno de Venezuela.

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Armas incautadas que fueron compradas por Guaidó

Entre los involucrados aparecen varios nombres conocidos que durante los últimos años han estado envueltos en los distintos planes violentos y sediciosos que ha ejecutado la extrema derecha venezolana con apoyo estadounidense y de Gobiernos como el de Colombia, que hasta el momento no han tenido éxito.

Cliver Alcalá Cordones es uno de los nombres que aparecen en la red operativa de este grupo criminal. Este sujeto fue un militar que estuvo en varios cargos de responsabilidad dentro de la Fuerza Armada venezolana y que también fue alcalde del municipio Vargas del estado La Guaira, zona costera central de Venezuela y una de las regiones vecinas a Caracas, la capital.

Alcalá Cordones, quien actualmente vive en Barranquilla, Colombia, bajo el conocimiento y amparo del Gobierno uribista de Duque, es un prófugo de la justicia venezolana que se encuentra envuelto en distintos crímenes de Estado.

Tras la divulgación de este nuevo plan fallido, Alcalá Cordones dio una entrevista este jueves al medio colombiano WRadio, a quienes les confesó que él sí era el responsable de coordinar todo lo relacionado a la distribución de las armas y el entrenamiento de los mercenarios en Colombia, todo esto en coordinación con Juan Guaidó, «asesores norteamericanos» y J.J. Rendón, y bajo el conocimiento de Duque y el Ejército de Colombia.

Guaidó firmó contrato de armas con «asesores» gringos

Cliver Alcalá Cordones confesó que él junto a Juan Guaidó, J.J. Rendón, Robert Colina Ibarra, alias “Pantera”, y «asesores norteamericanos» estaban detrás del plan que buscaba asesinar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y otros altos funcionarios del Gobierno venezolano.

En la entrevista que dio a WRadio, Alcalá corroboró la denuncia realizada este miércoles por el ministro Jorge Rodríguez, quien indicó que desde Colombia se intentó pasar un arsenal de armas que incluía 26 fusiles de asalto, visores nocturnos y silenciadores, con el fin de realizar asesinatos selectivos, al utilizar a mercenarios y paramilitares entrenados estratégicamente.

Alcalá dijo que las armas que fueron incautadas por la Policía de Tránsito de Colombia antes de cruzar la frontera hacia Venezuela estaban destinadas a que las recibiera «Pantera», quien años atrás fue jefe de seguridad del exministro de Comunicación e Información de Venezuela Andrés Izarra.

Según Alcalá, Pantera es un «oficial» bajo su mando «comprometido con la liberación de Venezuela» y una de las piezas claves en el operativo descubierto.

El exalcalde del municipio Vargas, que ya ha estado involucrado en distintos crímenes organizados para asesinar a Maduro y ejecutar acciones terroristas en Venezuela, confesó además que el lote de armas fue incautado por efectivos policiales de Colombia que no tenían conocimiento del plan.

Sobre las armas, acotó que estas «eran parte de un acuerdo» firmado entre él y «Juan Guaidó con asesores norteamericanos que tenían como fin ser utilizadas en una operación en contra de Nicolás Maduro». Dijo que Guaidó firmó un contrato para comprar estas armas bajo el cargo de «presidente encargado» y que nadie le puede negar la existencia de ese documento porque él mismo lo tiene guardado en su casa en el caso de que le toque enfrentar a la justicia.

Alcalá detalló que en ese acuerdo para la compra de armas también aparece «la firma de J.J. Rendón», quien «es el estratega político de Juan Guaidó». También aclaró que no puede «revelar los detalles de la operación».

Iván Duque sabía el plan magnicida de Guaidó

El exmilitar venezolano también confesó que el presidente Iván Duque y el Ejército de Colombia sabían de este plan magnicida, que según él lo supieron 48 horas antes de que fuera descubierto por Venezuela.

Durante la entrevista, Alcalá confesó que actualmente vive en su «hogar» en Barranquilla, y que el Gobierno colombiano lo sabe, pues las autoridades colombianas han estado hablando con el, debido a que -según él- su vida «está en peligro».

Al preguntarle sobre la lista de búsqueda que emitió el Gobierno de Estados Unidos y que lo incluye a él como uno de los más buscados por un precio de 10 millones de dólares, Alcalá dijo que presume que el fiscal general de Estados Unidos, William Barr, quien fue el que emitió el fallo para generar la lista «no debe conocer el acuerdo confidencial» que tiene él con los «asesores» de Estados Unidos.

Agregó que seguramente aparece en la lista «debido a la mencionada incautación» en la que un ciudadano colombiano identificado como Jorge Molinares Duque ―conductor de la camioneta― intentó pasar las armas a Venezuela «sin tener conocimiento de lo que llevaba en la camioneta», pero que sí estaba bajo su coordinación.

En medio de la entrevista y justamente cuando le preguntaron si Duque y el Ejército colombiano sabían del plan, Alcalá ―quien ya había dicho que sí― se contradijo y dijo que no, para luego confirmar que lo supieron 48 horas antes.

En medio de eso, dijo que él se hacía responsable por el traslado de las armas de guerra y de repente interrumpió intempestivamente diciendo que «lo estaba llamando el asesor norteamericano», y pidió que lo volvieran a llamar en 15 minutos. Una vez colgada la llamada, no declaró más.

El Gobierno de Estados Unidos ofreció este jueves 15 millones de dólares por cualquier información que lleve al arresto del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, 10 millones de dólares por Diosdado Cabello y otros 10 por el ministro de Industria y vicepresidente de Economía, Tareck El Aissami.

También ofrece 10 millones de dólares por el exgeneral y exdirector de inteligencia militar de Venezuela (DGCIM) Hugo Carvajal, quien es prófugo de la justicia venezolana y se unió al grupo sedicioso de Juan Guaidó ―al menos públicamente― durante 2019; y 10 más por Cliver Alcalá Cordones, quien también es prófugo de las autoridades venezolanas y trabaja actualmente con Guaidó. Ambos sujetos son buscados e investigados por varios delitos graves en Venezuela.

Según el Departamento de Estado, esta lista se origina por el supuesto «Cartel de los Soles» que, según ellos, introdujo en su país cerca de 300 toneladas de cocaína, pero no han presentado prueba alguna, al menos en los casos de Maduro, Cabello y El Aissami.

¿Además de Guaidó, quiénes son los otros involucrados?

El ministro Rodríguez reveló nombres de las personas involucradas en el plan donde además de Alcalá, a quien califica de «asesino» y de ser pareja de la hija de un narcotraficante y paramilitar colombiano.

Según Rodríguez la red criminal que coordina Alcalá desde Barranquilla, además de Juan Guaidó integra al grupo golpista de militares desertores que el pasado 30 de abril de 2019 intentaron dar un golpe de Estado contra Maduro, y también forman parte la exfiscal y prófuga de la justicia venezolana, Luisa Ortega Díaz, y su esposo Germán Ferrer.

En la parte superior de la red criminal, acotó Rodríguez, está el presidente de Colombia, Iván Duque, quien se encargó de financiar el entrenamiento de mercenarios y paramilitares en varias zonas de su país, así como también la compra de armas para equipar a estos delincuentes, con un valor estimado que supera el medio millón de dólares.

Rodríguez comentó que otro sujeto involucrado y que tiene importancia en la operatividad de este grupo es otro desertor, el ya mencionado Pantera, quien era el encargado de coordinar a los mercenarios una vez llegaran a Venezuela y concretar los asesinatos selectivos contra altos funcionarios del Gobierno venezolano.

«Pantera pone en contacto a Fernández Figuera con Antonio José Sequeda, uno de los desertores que participó en el golpe de Estado del 30 de abril de 2019 y que coordina junto con sus otros hermanos, Juvenal Sequeda Torres y Juven José Sequeda Torres, todo este proceso de violencia en Venezuela», acotó Rodríguez.

El ministro comentó que por encima de Sequeda Torres, según testimonio de Fernández Figuera, se encuentra Cliver Alcalá Cordones, quien a su vez tiene relación cercana con Raider Alexander Russo, alias Pico, «que fue el entrenador operativo y logístico de los magnicidas en la finca Chinácota con participación directa de Iván Duque».

Otros nombres que destacó el ministro fueron los de Jorge Molinares Duque, conductor de la camioneta marca Renault, modelo Duster, que intentó pasar las armas a Venezuela, quien confesó que la señora Yasix Álvarez le entregó las armas en territorio colombiano.

Otro involucrado es Félix José Charaima Mubuerza, quien está preso por narcotráfico en Puente Ayala, y fue quien se encargó de contactar a Rubén Darío Fernández Figuera, alias “Búho”, para que viajara a Colombia y allá fue recibido por Humberto Rafael Alemán, quien lo puso al tanto de los detalles del plan.

Luego, Fernández Figuera, fue atrapado por las autoridades venezolanas cuando trató de penetrar a Venezuela por una trocha ilegal y posteriormente terminó confesando el plan a las autoridades venezolanas.

La intención era provocar el caos en el país mediante asesinatos y colocación de explosivos, entre los que había 26 fusiles de asalto AR-15, 36 culatines para fusil, 28 visores nocturnos de dos ojos, nueve visores nocturnos de un solo ojo, 8 silenciadores de fusil, 24 miras para fusil Spark, 4 binoculares nocturnos, 30 miras láser de un punto, 14 designadores láser, 7 designadores láser, 2 radios de comunicación Motorola, 3 baterías Motorola, 15 cascos militares marca Hetz y 3 chalecos militares marca CryPrecission.

Todo este arsenal de guerra que fue incautado en la vía Ciénaga-Barranquilla, iba a ser introducido por la frontera de Paraguachón, en el estado Zulia y que, de acuerdo con las investigaciones, el plan contemplaba el ingreso al país de tres grupos de mercenarios de asalto entrenados en Colombia.

Campamentos paramilitares entrenados por gringos

El ministro Rodríguez acotó que las averiguaciones sobre esta incautación determinaron que en Riohacha hay tres campamentos de entrenamientos paramilitares con jefes norteamericanos.

De acuerdo con el testimonio ofrecido por Rubén Darío Fernández Figuera a las autoridades venezolanas, Robert Colina Ibarra ―desertor del Ejército venezolano conocido con el sobrenombre de “Pantera”― era el líder de un campamento paramilitar en el que se preparaba a mercenarios para incursionar irregularmente a Venezuela.

Este testimonio fue mostrado al país por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez durante una alocución televisiva.

Según lo expuesto por Rodríguez, para la preparación de la acción armada se establecieron tres campamentos paramilitares que contaron con el entrenamiento de tres agentes estadounidenses, cuyos alias son “el agente Jordan», «el agente Luke» y «el agente Aro”.

Asimismo, “el jefe del primer grupo, del primer campamento, es Juvenal Sequea Torres, solicitado por los hechos golpistas del 30 de abril; el jefe del segundo grupo es un desertor llamado Félix Adonai Mata Sanguinetti, que, a su vez, tiene un subalterno, denominado José Manuel Ramos López, alias ‘Loco-loco’. Y el jefe del tercer campamento, al que pertenecía Fernández Figuera, es un desertor llamado Robert Colina Ibarra, alias ‘Pantera’ ”, detalló Rodríguez.

Rodríguez recalcó que las acciones de estos “perpetradores de hechos violentos” contaban con “el aval, el auspicio y el patrocinio de Iván Duque”.

«Por eso se hablaba de marzo para promover los actos de violencia (…) Emplazamos a Iván Duque (presidente de Colombia) la dirección de Riohacha para entrenar a asesinos es: Riohacha carrera 19 entre calles 21 y 22 11° 32. 3 minutos al norte».

Rodríguez acotó que en Colombia, además de Riohacha, hay campamentos de entrenamiento en Barranquilla y Santa Marta, que están bajo la responsabilidad de «Pantera».

El ministro solicitó al secretario general de la ONU, António Guterres «que conmine a Colombia a que explique por qué tiene campamentos de asesinos paramilitares en Colombia y que se detenga ya cualquier acción agresiva contra el pacífico pueblo de Venezuela”.

¿Quién es Félix Adonai Mata Sanguinetti?

La plataforma digital de investigación y periodismo de datos La Tabla publicó una información referente a un coronel de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) que probablemente aún se mantiene activo en funciones y que estaría involucrado en el plan de asesinatos selectivos y operaciones terroristas que se ejecutarían en Venezuela con financiamiento del Gobierno de Colombia que dirige Iván Duque.

De acuerdo con La Tabla, el plan que fue develado este miércoles por el ministro de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, tendría como uno de sus principales perpetradores al coronel Adonai Mata Sanguinetty, de 47 años, quien es especialista en acciones de comando.

En uno de los mensajes difundidos por el mencionado medio en Twiter, se revela la identidad de Mata Sanquinetty con una fotografía de abril de 2014 cuando tenía el rango de mayor y se encontraba en Mérida

«El oficial operativo de mayor rango en plan de asesinatos selectivos y operaciones especiales, desde Riohacha, es el coronel de la GNB Felix Adonai Mata Sanguinetty, de 47 años. Es especialista en acciones de comando», cita el tuit de @latablablog.

En el hilo de mensajes también se revela que Mata Sanguinetty «fue el comandante fundador de la Unidad Táctica de Fuerzas Especiales del Grupo de Acciones de Comando GNB Región Central, unidades creadas por el presidente Maduro el 28 de diciembre de 2016 para cada una de las Redi».

Cuando fue designado para este cargo, Mata aún tenía el rango de mayor, sin embargo, en julio de 2017 fue ascendido a teniente coronel y en octubre de ese mismo año fue enviado a Colón, estado Táchira, al ser designado comandante del Destacamento 213 de la GNB.

«Apenas un año después», agrega La Tabla, en julio de 2018, Mata «fue ascendido a coronel según resolución anexa».

«Su más reciente cargo referenciado es el de comandante del Destacamento 239 de Comandos Rurales con sede en La Ceiba, estado Trujillo. Lo más probable es que aún sea militar activo», cita otro tuit.

¿Por qué las armas entrarían por Paraguachón?

El ministro Rodríguez reveló que los grupos terroristas que quieren atentar contra Venezuela son dirigidos por Cliver Alcalá Cordones, quien se mueve a su antojo por el norte de Colombia, porque esa zona “es controlada por un clan del narcotráfico que coordina su suegro”.

Desde allí, tres grupos de mercenarios se dirigirían a Maicao y penetrarían al territorio venezolano a través de Praguachón, con el propósito de alcanzar la ciudad de Maracaibo, que les serviría de centro de operaciones para distribuirlas en el resto del país y posteriormente, perpetrar acciones terroristas y asesinar selectivamente a miembros del Gobierno.

En Riohacha, cerca de Maicao y Paraguachón, estaba el campamento 3 de este grupo criminal donde se entrenaban asesinos, exactamente en la carrera 7H con calle 34, casa número 22”, señaló Rodríguez.

De hecho, Rodríguez mostró una foto en la que se ve la vivienda de color verde y que se encuentra detrás de unos matorrales, “allí está el campamento número 3 dirigido por Pantera”.

“El tipo de armas que estaban tratando de introducir, el tipo de accesorios que tenían esas armas –miras telescópicas para visión nocturna, silenciadores–, era porque la intención principal era introducir grupos de asalto que se encargaran del asesinato selectivo del presidente de la República, del presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, de vicepresidentes y ministros del Gobierno del presidente Nicolás Maduro», dijo Rodríguez.

El portal especializado en periodismo de datos e investigación La Tabla difundió este miércoles a través de su cuenta en Twitter una fotografía de Robert Levid Colina Ibarra, alias “Pantera”.

Colina Ibarra es señalado por Rubén Darío Fernández Figueras como el jefe de una de las tres unidades paramilitares que debían incursionar en Venezuela siguiendo la ruta Riohacha-Maicao-Paraguachón, con el objetivo de ejecutar los asesinatos selectivos.

Según La Tabla, Robert Levid Colina Ibarra, tiene 36 años y fue oficial de la Guardia Nacional Bolivariana –retirado o desertor, no se ha especificado con precisión–.

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