La verdad detrás de la Vía Láctea

Ayer recibí un llamado que me dejó con la sonrisa de oreja a oreja… me invitaba a participar de un especial de temas femeninos y escribir sobre los beneficios que la lactancia materna tiene en la salud integral de la mujer.

En ese preciso momento estaba en el parque de la Quinta Vergara, junto a mis hijos y una chorrera de madres lactantes. Mientras hablaba veía mujeres gozosas, bebes risueños y tetas por doquier. ¿Qué mejor inspiración que ver el rostro de mi propias crías riéndose a carcajadas, seguros de sí mismos, con ese amor que sólo mamá les puede dar?… y entonces me dio ataque de pánico. ¿Cómo puedo resumir en tan pocas palabras algo que llevo cinco años sintiendo, charlando, discutiendo y aprendiendo?…

Lo que NO voy a hacer es defender la lactancia materna, y sus beneficios, por sobre la fórmula maternizada que se vende en tarros y se da en mamadera. Simplemente no existe comparación. Pero sí quiero aclarar un par de puntos.

 La leche de fórmula es UN MEDICAMENTO, un sustituto alimenticio que se ha formulado en modernísimos laboratorios, para suplir el alimento de su fuente natural.

 Los medicamentos no deben recetarse como rutina y sin una mirada integral de la patología, o situación ambiental de ese bebé en particular.

 El relleno no reemplaza a la leche materna, la que fue, es y seguirá siendo el mejor alimento para los recién nacido y lactantes.

 Cada medicamento debe ser recetado por un experto en el tema. Pediatra, ginecólogo, matron@, enfermer@, abuel@ o vecin@ no necesariamente es un experto en lactancia materna y sus consejos muchas veces empeoran las cosas.

LOS BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA (HUMANA)

Aclaremos que todas las madres mamíferas producen leche para sus crías, es lo que nos caracteriza como especie animal, y por lo tanto, todas las leches de origen animal son maternas… no olvidemos que la pobre señora vaca también es madre!!!.

Los beneficios que la Leche Materna tiene para los bebes son conocidos y bastante obvios, ya que es el único alimento 100% adecuado para su desarrollo y supervivencia. Con todas las campañas de promoción a la lactancia, incluido el famoso posnatal de seis meses (que en realidad son cinco y medio, pero quien está contando) la gran mayoría de las mujeres conocemos sus propiedades. Y bueno, por algo la industria alimentaria se gasta millones de millones tratando de imitarla.

Menos conocido son los aportes que la lactancia entrega a la madre, aunque cada día se van conociendo más y mejor. Y a medida que avanzamos nos damos cuenta que es ella, y su entorno, quien saca la mejor parte. Pero la necesidad de cada madre de dar de mamar a su hijo no puede definirse solo por sus beneficios observables. Es mucho más sutil que eso y nos afecta individual y colectivamente.

EL SISTEMA OXITÓCICO… O LA REVOLUCIÓN DEL AMOR

Con el tiempo me he convencido que dar teta nos empodera, nos enamora de nosotras mismas y de nuestros hijos. El simple hecho de producir leche para nutrir al recién nacido, y a través de ella darles salud y amor, verles crecer felices y seguros, nos transforma en super heroínas. No necesitamos estudios, el esfuerzo es mínimo y la devuelta de mano no tiene precio… Poner a mis hijos sobre mi pecho y conectarme con ellos, con sus ojos que son la más clara expresión de amor, ver sus manitos perfectas aferrarse a mis dedos, a mi pelo, a mi piel, ha sido la experiencia más feliz en toda mi vida. Esa sensación me motivó a un cambio profundo de vida, volcando todos mis esfuerzos en acompañar e informar a otras como yo.

Lo que muchas hemos vivenciado, pero pocas conocen, es que esas sensaciones y sentimientos tan profundos, nacen del sistema oxitócico. La liberación de Oxitocina, conocida como la hormona del amor, y del sincronizado baile que ésta realiza con otras sustancias que se secretan durante el embarazo y en los momentos cercanos al parto (y nacimiento) son las responsables de este cóctel de emociones que nos mueven en lo más profundo. La Oxitocina regula la eyección de leche, desencadena las contracciones uterinas del trabajo de parto y el reflejo de eyección del bebé, la erección masculina y está presente en los orgasmos femeninos y masculinos. En pocas palabras, esta bella y tímida hormona nos conecta con todas las facetas del amor.

Cada vez que una mujer amamanta, libera picks de oxitocina manteniendo activo sus sistema oxitócico, y a su vez, estimulando el del bebé amamantado. Durante las primeras semanas luego del parto, experienciar estos niveles lo más seguido posible ayuda a establecer la lactancia, el apego seguro y nos dan oleadas de bienestar… es, en pocas palabras, aquello que nos mantiene vivos como especie.

Priscila es matrona, tiene 28 años y en julio del año pasado fue mamá por primera vez. “Antes de que naciera la Violeta yo era de las típicas matronas bien cuadradas, que sabía que la lactancia era el mejor alimento de la guagua, pero nada más. Después de tenerla en mis brazos, y gracias a la ayuda de bellas mujeres y un tratamiento con Flores de Bach, entendí su real significado… no solo le traspasaba alimento y defensas, podía transferirle lo que yo quisiera, amor, paz, alegría, energía, luz. Estábamos y estamos aún en una conexión única, como cuando estábamos unidas por el cordón umbilical…Yo podía visualizar una esfera de luz rodeándonos que nos brindaba protección y energías positivas,un momento sagrado que hacía y hace actualmente fluir en mí la oxitocina y más me enamora de mi pequeña,es un ciclo maravilloso…”.

Para Priscila, igual que muchas otras mujeres, comprender la libre demanda, y satisfacer la necesidad mutua que tienen los bebes y sus madres de estar pegaditos, les significó salvarse de una depresión postparto.

En los tiempos que corren -donde la automatización de la vida y la intervención de los ciclos naturales del hombre le convierten en un ser lineal (ideal para la producción en masa), desconectado de sí mismo y del mundo que le rodea- mantener en buen estado nuestro sistema oxitócico es un acto revolucionario. En un mundo que se ahoga, la oxitocina es nuestro salvavidas.

EL CAMBIO QUE VINO PARA QUEDARSE

En mi trabajo de Doula y monitora de lactancia, suelo escuchar frases como “el nacimiento de mi hij@ me salvó la vida, ahora soy más feliz”… o “luego de un parto violento, haber superado las dificultades y ser capaz de amamantar a mi bebé me sacaron de mi depresión y pude convertirme en la madre que mi bebe necesitaba”.

Una madre que lacta mira el mundo con otros ojos. Se torna empática con el dolor ajeno, y también con las alegrías. Cuando nos conectamos con un acto tan natural y saludable como amamantar, miramos las necesidades de nuestros hijos por sobre aquellas generadas por el medio cultural. Somos capaces de olvidar el éxito profesional y ser felices en nuestras casas, maternando… y el costo económico de estas decisiones nos hacen más creativas, económicas y ecológicas. Descubrimos la importancia vital del reciclaje, de los pañales de tela, cultivar y cocinar nuestros alimentos. Buscamos tribus de mujeres que nos acompañan y contienen, fortaleciendo los vínculos sociales y los procesos de socialización de nuestros pequeños. Es una cadena que nos transforma casi sin pensarlo, fluyendo junto a nuestra tibia leche.

El encuentro de Gaby con su hijo no resultó tal como ella lo esperaba. Algunas complicaciones de su parto terminaron con el bebé asfixiado y hospitalizado durante un mes. Al cuarto día de nacido, Salvador pudo prenderse al pecho de su madre, con la misma convicción con la que se aferraba a la vida. “Yo tenía mucha leche, tanto así que me dio mastitis dos veces, y la conexión con mi bebe fue tanta que él mamaba con más intensidad para sanarme de mi dolor. Darle teta a mi hijo me hace sentir la mujer mas bendecida del mundo, saber que todo en él se calma con su tetita, ver su cara de tranquilidad, paz y felicidad cuando mama es impagable”.

Un enorme aporte al fortalecimiento de la lactancia materna son los grupos de apoyo, talleres para madres y círculos de mujeres. En ese lugar las madres se encuentran con sus pares, dejan de padecer solas y se dan cuenta que muchas de las emociones que las hacen sentir locas y desajustadas, son en realidad sumamente normales y correctas, que el instinto es más fuerte, y que el apoyo de otras que ya han pasado por lo mismo, o están en la misma de ellas, es un gran incentivo para continuar la lactancia.

Michelle Fuentealba pertenece a varias “tribus virtuales” que comenzaron a gestarse a través de las redes sociales, como Facebook. Allí encontró la información y contención que necesitaba para seguir intentando amamantar a su bebe, a pesar del dolor y los malos consejos que la empujaban a usar leche de fórmula. “En mi caso creo que fueron tres cosas fundamentales las que me ayudaron… primero, amar a mi bebé y querer entregarle lo mejor y eso era mi leche. Estar informada sobre los beneficios de la lactancia y contar con el apoyo de mujeres como las Mamitas Pro, que se veían felices amamantando a sus hijos y pensaba que yo también iba a poder”.

Mientras más investigo sobre los beneficios de la lactancia, más preguntas me hago sobre mí misma y el mundo que me rodea. Me vuelvo crítica, pero también hacedora de cambios. La respuesta está en cada uno de nosotros, pero solo veremos resultados si protegemos a las madres y bebes empezando desde su gestación, parto y lactancia.

Fuentes:

Dr.Carlos Gonzalez, pediatra español. “Un regalo para toda la vida”

Dr. Michel Odent, ginecologo frances. “Ecología prenatal” “El nacimiento en la era del plastico”

Extractos de conversaciones de círculos de madres, talleres de crianza y lactancia.

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Recuadro

BENEFICIOS DE LA LECHE MATERNA PARA LA MADRE Y SU ENTORNO

 Beneficios en a salud a corto, mediano y largo plazo: La lactancia a libre demanda es uno de los mejores y más eficaces anticonceptivos naturales, además de ayudar a perder los kilos extra del embarazo, previene la depresión post parto y, a largo plazo, disminuye las probabilidades de cáncer de mama y útero, osteoporosis y mejora la absorción de calcio y hierro.

 Beneficios económicos: La leche materna es gratis, está siempre disponible y solo necesita de un bebé y los pechos de su madre.

 Beneficios medioambientales: la leche materna es ecológica, no necesitamos explotar a otras especies, con el obvio desequilibrio del ecosistema que eso produce y evita el sufrimiento de las vacas explotadas para producir una leche que NO NECESITAMOS.

Por Valeria Segovia

Doula

Fotografías de Paloma Leiva

El Ciudadano Nº150, verano 2014