Trump prepara el terreno para cantar “fraude” en elecciones de EE. UU.

El presidente estadounidense, Donald Trump, nuevamente se negó a comprometerse a aceptar y respetar los resultados de las elecciones del próximo 3 de noviembre

Trump

El presidente estadounidense, Donald Trump, nuevamente se negó a comprometerse a aceptar y respetar los resultados de las elecciones del próximo 3 de noviembre. En conferencia de prensa celebrada este miércoles en la Casa Blanca, el magnate no valoró acceder a una transferencia pacífica del poder si pierde los comicios.

Un periodista le preguntó si se comprometería a transferir el poder pacíficamente en caso de perder ante el candidato demócrata Joe Biden. «Bueno, tendremos que ver qué pasa», respondió el mandatario, en declaraciones recogidas por la agencia británica BBC.

Luego, Trump agregó: «Me he quejado mucho de las papeletas (…) Las papeletas son un desastre (…) Tú lo sabes. Y sabes quién está al tanto de eso también, los demócratas». Seguidamente, el periodista le comunicó que «la gente está protestando» en diferentes estados por esas polémicas declaraciones que viene ofreciendo en las últimas semanas.

«Deshazte de las papeletas y tendrás una muy, tendrás una muy pacífica… Bueno, no habrá una transferencia, francamente, allí será una continuación (sic)», argumentó el presidente.

Además, también aseguró que el resultado electoral quizás termine en la Corte Suprema, debido a un posible fraude en la votación por correo. Precisamente, Trump critica que más estados fomenten la votación por correo, citando la necesidad de mantener a los estadounidenses “a salvo” del coronavirus.

Ahora, no es la primera vez que Trump se niega a comprometerse a respetar los resultados de una elecciones en las que participa. En 2016 actuó de igual manera antes de la contienda contra la candidata demócrata, Hillary Clinton. En esa ocasión, la excanciller condenó la actitu de del magnate por ser “un ataque a la democracia”.

Sin embargo, finalmente fue declarado ganador, aunque perdió el voto popular por tres millones. Ese resultado aún lo cuestiona el hoy presidente.

Las más recientes reacciones

En todas las encuestas, el presidente está por debajo de su rival, Joe Biden, hasta por doble dígitos, a 41 días de las elecciones. Sobre estos sondeos, Trump responde igual que a todas las críticas y denuncias en su contra: son fake news (noticias falsas).

En declaraciones a los periodistas en Delaware, Biden calificó los comentarios de Trump como «irracionales», según recogió BBC. Incluso, advirtió que en el seno de su campaña están preparados para cualquier «travesura» del presidente.

«¿Alguien cree que habrá menos violencia en Estados Unidos si Donald Trump es reelegido?», expresó Biden días atrás. Por ello, recibió insultos y acusaciones de sectores conservadores, desde donde lo acusan por “avivar” los disturbios.

Al respecto, desde su equipo de campaña afirman que «el Gobierno de Estados Unidos es perfectamente capaz de escoltar a los intrusos fuera de la Casa Blanca».

Igualmente, el excandidato presidencial Republicano, Mitt Romney, se sumó las críticas contra su propio compañero de partido. A través de Twitter, expresó esta semana: «Es fundamental para la democracia la transición pacífica del poder. Sin eso, tendríamos una Bielorrusia”. Luego, añadió que “cualquier sugerencia de que un presidente no respete esta garantía constitucional es impensable e inaceptable«.

Por su parte, Hillary Clinton instó a Biden a no admitir la derrota «bajo ninguna circunstancia» en una carrera cerrada la noche de las elecciones. En ese sentido, advirtió que los republicanos intentarían «estropear el voto ausente» y movilizarían un ejército de abogados para impugnar el resultado.

¿Impugnará Trump los resultados?

También este miércoles, el presidente defendió su decisión de nombrar un nuevo juez de la Corte Suprema, antes de los comicios. Su plan por adelantado es que los resultados de su derrota terminen ante el máximo tribunal, y por ello necesita jueces “amigos” allí.

«Creo que esto (la elección) terminará en la Corte Suprema, y creo que es muy importante que tengamos nueve magistrados (…) Creo que es mejor si se nombran antes de las elecciones, porque esta estafa que están haciendo los demócratas irá a la Corte Suprema«, afirmó.

Además, el mandatario adelantó que nominará a una mujer para la Corte Suprema este sábado. Su candidata reemplazaría a la jueza Ruth Bader Ginsburg, quien falleció el viernes pasado.

Luego, el equipo de Trump espera que su nominado, si es confirmado por el Senado -de mayoría republicana-, cimente un predominio conservador de 6-3 en el tribunal más alto de la nación.

En los tiempos modernos, todos los candidatos presidenciales estadounidenses perdedores han aceptado los resultados, hasta aquellos muy ajustados. Estos incluyen los de 1960, cuando John F. Kennedy venció por poco a Richard Nixon; y los del año 2000 cuando, George W. Bush venció a Al Gore por los votos de Florida.

¿Cómo es el voto por correo?

En las elecciones presidenciales de 2016, alrededor del 25 % de los votos se emitieron por correo. No obstante, esta vez el número de sufragios por correo aumentará significativamente debido a preocupaciones de salud pública.

En la nación norteamericana, cada estado controla sus propias reglas de votación para las elecciones federales. Esta vez la mayoría coincide en que por la pandemia del coronavirus, quieren evitar grandes reuniones en los colegios electorales.

Incluso, ya seis estados anunciaron que planean celebrar el proceso exclusivamente por correo postal. Se trata de California, Utah, Hawái, Colorado, Oregón y Washington, aunque el número seguramente se incrementará mientras se acercan las elecciones.

De acuerdo con BBC, estos estados enviarán automáticamente las boletas postales a todos los votantes registrados. Luego, estos deben devolverlas o entregarlas el día de las elecciones.

Aproximadamente en la mitad de los estados se permite que cualquier persona inscrita vote por correo cuando lo solicite. Mientras, en los estados restantes debe existir una razón de peso para pedirlo, como por ejemplo tener más de 65 años o estar muy enfermo.

El propio presidente Trump ya votó por correo en el pasado. El caso más reciente fue en las elecciones primarias de Florida de 2020. El motivo es que aunque es un votante registrado allí, actualmente vive en otro lugar: en Washington DC.

¿Son reales los temores de fraude de Trump?

Al respecto, Ellen Weintraub, comisionada de la Comisión Federal de Elecciones, precisó: «Simplemente no hay base para la teoría de la conspiración de que votar por correo causa fraude».

Ahora bien, sí existen casos aislados de fraude en la boleta postal, como en las primarias de Carolina del Norte de 2018. En esa ocasión, el proceso se repitió después de que un consultor del candidato republicano manipulara los papeles de votación.

Igualmente, hubo un caso este año en Nueva Jersey. Allí, dos concejales demócratas fueron acusados de presunto fraude por el voto por correo, luego de encontrarse cientos de boletas en un buzón.

Sin embargo, la tasa de fraude electoral en el país se ubica apenas entre 0,00004 % y 0,0009 %. Esos números derivan de un estudio de 2017 del Centro Brennan para la Justicia.

Asimismo, una investigación de Charles Stewart, del Instituto Tecnológico de Massachusetts concluyó que es más probable que se pierdan las papeletas a que sean manipuladas. En ese caso, los votos perdidos no valen para ningún candidato.

En ese sentido, recordó que la cantidad de votos perdidos a través del sistema postal en las elecciones de 2008 pudo ser de hasta 7,6 millones. Ese número constituye una de cada cinco personas que ejercieron el sufragio vía correo.

¿Cuando se conocerían los resultados?

Está previsto que se emitan alrededor de 80 millones de boletas por correo, el doble que en 2016. Entonces, la preocupación es si ese volumen de entregas de boletas retrasará todo.

Pero, ese miedo no se debe solo al gran volumen de papeletas a contar. También influye que el Servicio Postal sufre hoy grandes recortes en un momento en el que tiene una gran responsabilidad.

Cada estado tiene amplia libertad para determinar sus reglas electorales. Por ejemplo, Pensilvania solo incluye las boletas recibidas antes de las 20:00, hora local, del día electoral. Mientras, California acepta todos los votos, incluso si llegan semanas después.

Por ello, el escrutinio postal lleva más tiempo, pues cada voto debe tener una firma que se corresponda con un autógrafo separado en una tarjeta de registro.

El día de la votación, los primeros resultados se conocen en la costa este, a eso de las 19:00 locales. En Estados Unidos el detalles es que los presidentes no se eligen ganando una votación nacional, sino una serie de contiendas estatales. Resulta que el ganador en cada estado obtiene una cierta cantidad de “votos del colegio electoral”.

En 2016, se declaró a Trump victorioso alrededor de las 02:30 hora del este, después de que ganar Wisconsin lo colocó por encima del umbral de 270 votos del colegio electoral.

Y aunque en los días y semanas que siguieron se contaron más y más votos demócratas, lo que llevó a Hillary Clinton a estirar su ventaja en el voto popular, ya la batalla en los colegios electorales taba perdida, incluso la guerra.

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