Aislamiento social del trabajo por cuenta propia pone en peligro la salud física y mental

“Trabajar solo me ha dado ataques de ansiedad impensables”, reveló un trabajador independiente.

Por Félix Eduardo Gutiérrez

11/02/2020

Publicado en

Salud

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El auge de internet y de las tecnologías digitales, ha dado lugar al impulso cada vez mayor el trabajo desde la casa, por cuenta propia o independiente.

Cada día son más las personas que abandonan las oficinas para dedicarse a un oficio que desarrollan con la ayuda de su celular o de una computadora.

Esta tendencia que tiene sus ventajas reduce los gastos de movilización, utilización de ropa, calzado y otros para cumplir con un horario, también tiene sus desventajas.

Un estudio realizado por una consultora de Estados Unidos, concluyó que la soledad y el aislamiento social del trabajo independiente o por cuenta propia, ponen en peligro la salud mental y física de los seres humanos 

Se trata de uno de los hallazgos del Índice de Soledad 2020 diseñado por  la compañía Cigna y nacida del análisis de más de 10.400 adultos, reseñó el diario italiano La Repubblica.

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«Trabajar solo me ha dado ataques de ansiedad impensables. La relación con los clientes siempre es por correo electrónico o por teléfono, y la confrontación suele ser difícil». aseveró Michele, un diseñador de 35 años, freelance. Foto referencial: Ojo Humano.

Según la encuesta estadounidense, los problemas pueden surgir directamente de los factores aislamiento y soledad, pero también de todos los demás que abarrotan el universo de trabajadores independientes: falta de horas, solicitud de flexibilidad, entregas cruzadas, incertidumbre salarial y sensación constante de precariedad… 

«Trabajar solo me ha dado ataques de ansiedad impensables. La relación con los clientes siempre es por correo electrónico o por teléfono, y la confrontación suele ser difícil. Estoy involucrado en grandes proyectos pero nunca formo parte de él: me falta el sentido de pertenencia y esto me hace sentir aislado». Las palabras de Michele, un diseñador de 35 años, freelance, reflejan un pensamiento compartido por muchos freelancers. 

«Lo que más me pesa es la ausencia de colegas con los que hablar sobre solicitudes de trabajo -dijo Riccardo, un cineasta independiente de 31 años- Con un punto de vista diferente, las cosas se minimizan: por otro lado, me pongo a pensar y actúo sin razón ».  

Estrés y flexibilidad

El concepto clave, para el psicólogo laboral y especialista en psicoterapia Pietro Bussotti, es el estrés, es decir, la forma en que todos logran hacer frente a las solicitudes. Mientras el esfuerzo de adaptación sea positivo, hay gratificación; cuando se vuelve negativo, es malo. 

«Si la solicitud que va más allá de mis recursos es estar solo durante mucho tiempo, entonces la soledad se convierte en un factor de riesgo y puede tener repercusiones en la salud mental, participando en el inicio de la depresión y / o ansiedad. 

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La solución entonces es el control: porque si es cierto que hay muchas solicitudes estresantes, en la vida de un profesional independiente también hay condiciones potencialmente positivas.  Foto: Saber vivir.

Claramente, también puede haber consecuencias para la salud física. Si, por otro lado, trabajas bien incluso por tu cuenta, la soledad no representará un esfuerzo de adaptación agotador. Por supuesto, algo más puede hacerlo, así que no tengo los recursos adecuados «, señaló el experto. 

Por ejemplo, para Caterina, una periodista independiente de 30 años, es la sensación de precariedad que el trabajo independiente alimenta la principal fuente de estrés: «No puedo permitirme hacer planes a mediano o largo plazo, pero solo a corto plazo. Es un sentimiento desagradable». 

Un elemento transversal entre los trabajadores independientes es la demanda de flexibilidad por parte de los jefes-clientes, una solicitud que a menudo rompe los límites entre la vida laboral y la vida privada. Entonces terminas nunca separándote

«Muchos trabajadores independientes que encuentro se superponen en los dos pisos, continúa Bussotti, pero las pausas son importantes porque sirven para regenerar la mente: una mente que nunca se separa corre el riesgo de deslizarse hacia la depresión». 

También porque las solicitudes y los recursos cambian con el tiempo: inicialmente, el entusiasmo y la disponibilidad pueden generar estrés positivo, pero la transición a lo contrario puede tener lugar sin conciencia y pesar durante meses, tal vez años. 

«Las personas en dificultad vienen a mí, expuestas al estrés por algún tiempo sin más herramientas para salir de él: no duermen, están ansiosas, irritables. 

¿Qué hacer?

La solución entonces es el control: porque si es cierto que hay muchas solicitudes estresantes, en la vida de un profesional independiente también hay condiciones potencialmente positivas. 

Estos incluyen no tener que ir a la oficina con medios abarrotados y, a menudo, tarde, poder organizar el día y trabajar de forma independiente, sin depender de los horarios y las estaciones de trabajo. 

«Necesitamos encontrar un equilibrio. Controlar los límites de la vida privada y mantener el esfuerzo de adaptación bajo control – concluye Bussotti –

Si la barra de tensión sigue siendo positiva, significa que puedo maximizar los beneficios que me brinda la organización autónoma del trabajo, como tomarme el tiempo durante el día o trabajar fuera de la ciudad. 

Si, por otro lado, estoy ansioso, deprimido y los síntomas físicos comienzan a aparecer, significa que durante mucho tiempo mi caña se ha convertido en estrés negativo».

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