Los relatos infantiles pasaron dos siglos después de Charles Perrault a hablar de mujeres sumisas, a la espera de hombres listos y fuertes que les salvan la vida
Los sádicos cuentos infantiles antes de Walt Disney
Algunos de los protagonistas de los relatos populares no comieron perdices al final de la historia. O, para comerlas, tuvieron que atragantarse varias veces. Así eran los desenlaces originales de la Cenicienta, Caperucita y la Bella Durmiente.