La calle del dolor: Así se vive el auxilio de los heridos que deja la represión de Piñera
A ratos el lugar es invadido por un silencio sepulcral, interrumpido a veces por un grito de apoyo hacia las víctimas. Un "¡vamos compañeros!" que intenta arengar y levantarle el ánimo a esa hilera escalofriante de cabezas cabizbajas, vendadas y con parches en los ojos que esperan para partir arriba de la ambulancia.