Exclusivo:

Investigación revela secretos del simbolismo de las aves en la cultura mapuche

Desde el misterioso chukao hasta las danzas del choyke, el estudio desentraña significados profundos en los bosques nativos del sur de Chile. ¿Cómo estos ornito-símbolos conectan la cosmovisión mapuche con la naturaleza? Una mirada única que va más allá de lo descriptivo para explorar las dimensiones del lenguaje simbólico de los pájaros.

El chukao (Scelorchilus rubecula) es un ave que habita sólo en los bosques templados de Chile y Argentina, por lo que es considerada nativa de estos territorios. Este pequeño pájaro escurridizo es conocido popularmente por sus particulares y potentes vocalizaciones, cuyos sonidos denotan su presencia, por ejemplo, en la selva valdiviana situada en la zona austral de nuestro país.

No obstante, en el sur de Chile los mapuche asocian a este emblemático ser alado a significados oraculares relacionados al bosque virgen, a lo ecológico. También a espacios transicionales o puertas dimensionales que permiten viajar a otras esferas del universo mapuche, en cuyos lugares habitan espíritus tutelares, como los ngen mapu, quienes protegen las zonas prístinas.   

Simbolismo aves mapuche
El chukaw, como se conoce en la lengua mapuche, es asociado por los mapuche a un simbolismo vinculado a lo ecológico, a las entrañas del bosque nativo donde esta ave resulta ser un elemento relevante.

“Cuando entramos a un bosque, uno como mapuche debe pedir permiso. Cuando lo hace bien y de corazón el bosque responde. Si responde positivamente, aparece un animal sin asustar. Por lo general es el chucaw”, explica el ngenpin Juan Huichicoy, de la comunidad lafkenche “Fey tañi mapu” de la localidad costera de Los Molinos (comuna de Valdivia, Región de Los Ríos).

En este sentido, el longko del lof Külche de la comuna de Lanco, Manuel Compayante, detalla que el chukao “es un guardián del bosque. Cuida el monte. Cuando cualquier animalito aparece, como el zorro y el peuco, él avisa con su canto”. Además, sostiene que el chukao está asociado al ngen. “Ellos  [los ngen mapu] son los dueños de los esteros y de los cerros”, indica la autoridad, quien complementa que cuando piden permiso al ngen para realizar alguna rogativa “allí aparece el chukaw”.

La vocalización del chukaw es característica de los bosques templados del sur de Chile.

El simbolismo de las aves en la cultura mapuche

Los testimonios anteriores forman parte de un estudio reciente que se titula “El simbolismo de las aves en la cultura mapuche: una aproximación sociosemiótica”, cuya investigación explora el sistema simbólico de las aves como un sistema de significación, un lenguaje, que estructura el mundo mapuche, que permite la comunicación y que hace de mediador entre ésta sociedad y la naturaleza. En otras palabras propone un modelo teórico y metodológico que expone cómo opera y cuáles son los secretos o códigos del simbolismo de las aves en el sistema de creencias mapuche.

“En nuestro estudio nos interesa el carácter simbólico que se halla en las aves, en cuyo fenómeno se anudan múltiples significados condensados y que analizamos asociado al contexto en el que está constituido. Es decir, en el marco religioso y cosmovisionario mapuche”, explica el investigador social Mauricio San Cristóbal, quien desarrolló el estudio.

El  chuncho,  conocido como “quillquill” en la lengua mapuche, se asocia a un ave mitológica llamada choñchoñ.
El chuncho (en la foto), conocido como “quillquill” en la lengua mapuche, se asocia a un ave mitológica llamada choñchoñ, según la investigación.

El autor precisa que su propósito era reconstruir el universo de sentido, el contexto semántico y pragmático, en el que opera el simbolismo de las aves mediante el análisis semiótico, la perspectiva de la arqueología de símbolos y los principios de la teoría de los símbolos. Asimismo, propone la noción constelaciones semióticas para estudiar los vínculos de significación que permiten la lectura y el funcionamiento de los que denomina ornito-símbolos, cuyos elementos obran como nodos donde convergen múltiples dimensiones de sentido. Para el análisis emplea el estudio de casos múltiples y en ellos plantea explicaciones minuciosas y contextualizadas de las complejas tramas de significación que se organizan en torno a las formas simbólicas vinculadas a las aves.

—¿Cuál es el aporte de su investigación? Es decir, cómo se justifica, puesto que existe literatura sobre las aves y la cultura mapuche…

—La situación actual indica que la mayoría de las publicaciones suman datos a nivel descriptivo sin un modelo teórico ni metodológico para la lectura de los datos. En otras palabras, las publicaciones sólo exponen una dimensión de un simbolismo dado, por lo que no se aprovecha la riqueza de la multidimensionalidad, la polisemia, la capacidad de condensación de los símbolos. A su vez, como el sistema cosmovisionario mapuche penetra en la cultura popular, se produce una fusión de saberes y a veces las publicaciones presentan este saber mestizo como mapuche. No obstante, nosotros atendemos sólo al simbolismo de las aves en la cultura mapuche, puesto que creemos que se trata de un tipo particular de lenguaje, un dominio específico, esto es, un lenguaje simbólico.

—¿Puede profundizar en eso de que las otras publicaciones sólo exponen una dimensión del simbolismo de un pájaro?

—Claro. Por ejemplo, el caso del chukao. La mayoría de las publicaciones sólo enfatiza en el canto agorero del chukao, esto es, si canta por la derecha de la persona es bueno, si lo hace por la izquierda es malo. Sin embargo, no pasa de ser un elemento situacional puesto que el significado no queda simbolizado en el lugar de forma permanente. En este sentido, la creencia sobre los augurios del chukao posiblemente haya pasado a ser parte del imaginario popular chileno, ya que su frecuencia y difusión podría confirmar esta idea. En cualquier caso se trata de una sola dimensión de significado de las que provee el chukao.

El chukaw y al fondo una planta medicinal llamada rükachukaw
El chukaw, a la derecha una oruga (uno de sus alimentos) y detrás una planta medicinal llamada rükachukaw. (Gentileza del investigador).

En cambio, nuestro estudio aborda, por ejemplo, que el chukao encarna simbolismos que se relacionan a centros de veneración, ciertas hierbas medicinales, prácticas curativas de la machi y a mensajes negativos o benéficos de acuerdo a su comportamiento, su hábitat, sus cantos o a su presencia o ausencia. Se trata de una simbólica oracular, premonitoria, que se asocia al bosque nativo o prístino, a lo ecológico, y a sus espacios transicionales que, a su vez, se relacionan con espíritus tutelares del espacio como lo es el ngen mapu Kintuante. Es decir, las connotaciones pueden ser negativas o positivas, cuyas relaciones de significación reflejan la estructura dualista de la cosmovisión mapuche. A su vez, este dualismo se encarna en la morfología del chukao, quien ostenta un vistoso vientre barrado blanco (lig) y negro (kurü) cuyos colores suponen fuerzas opuestas.

Asimismo, este simbolismo se ve reforzado por la asociación a las prácticas de la machi y al conocimiento herbolario, cuya relación se sustenta en los principios semióticos de la metonimia, la mediación, la analogía y la metáfora. Resulta difícil de comprender este tipo de abstracciones, pero es parte de la complejidad que supone el sistema religioso y cosmovisionario mapuche. 

La bandurria o raki, en la lengua mapuche, es asociada por las personas mapuche a la sabiduría y también al rol de machi.

—Entonces ¿Este simbolismo está vigente?

—Sí, es uno de los resultados de la investigación. El sistema simbólico está operativo, en mayor o menor medida, en ciertos territorios. Hallamos vestigios que están anclados en la memoria colectiva de algunos grupos mapuche como pudimos corroborar con los testimonios de los informantes entrevistados. Sin embargo, cabe señalar que este simbolismo se presenta variante en cada territorio debido al contacto con otras formas de pensamiento. Es decir, las representaciones no se muestran fijas, sino diversas, cuyas variantes se expresan en el marco del sistema de transformaciones de la sociedad mapuche.

—¿Puede mencionar un ejemplo?

—Sí. Uno de los más representativos y a la vez complejo es el caso del choyke. El ñandú petiso que habita en la Patagonia argentina y en parte de la chilena. Hay una danza ritual que se realiza durante la ceremonia del nguillatun que se denomina choyke purun. Resulta que en los valles centrales de Chile adquiere rasgos cómicos, humorísticos, y su ejecución expresiva es pobre en comparación con la riqueza de los despliegues practicados en comunidades cordilleranas [pewenches] o al este del cordón de Los Andes. Quizás un elemento que influye es que en las cuencas descritas y en La Araucanía, hasta donde sabemos, no habitó el choyke de forma natural. Entonces, en La Araucanía posiblemente el baile corresponde a una mímesis imaginativa del comportamiento del choyke que mezcla elementos del “treguilpurrun”, la danza ritual del tregül o treile.

Un choyke macho y sus crías, cuya especie fue analizada en este estudio y que provee una serie de capas de significados desconocidos hasta ahora. (Imagen: Raúl Demangel).
Danza del choyke purun ejecutada por la Comunidad mapuche Domingo Trangol en Victoria, Región de La Araucanía.

Las otras aves analizadas

La investigación floreció en el marco del proyecto Fondecyt Regular N° 1200251 “Patrones transculturales en la modelización sociosemiótica de los símbolos naturales co presentes en el Wallmapu: Un estudio de casos translingüístico de linajes, calcos y préstamos simbólicos en perspectiva etnosemiótica histórica”, dirigido por el Dr. en Antropología Rodrigo Moulian.

En las más de 200 páginas del estudio, San Cristóbal utiliza los principios teóricos de autores como Claude Lévi-Strauss, Carl Jung, Umberto Eco, Pierre Bourdieau, María Ester Grebe, Rodolfo Lenz, Martín Alonqueo, Georg Hegel, Roman Jakobson, entre otros y de investigadores actuales como Guillaume Boccara, Eugenio Alcamán, Pedro Mege, Rolf Foerster, Tom Dillehay, Philippe Descola, Ana Mariella Bacigalupo.

Asimismo, analiza los simbolismos que resultan de otras aves que en la lengua mapuche son conocidas como raki (bandurria), choñchoñ (chuncho o el concón) y ñamku (aguilucho común), entre otras, cuyas capas de significados puedes conocer aquí.

Sigue leyendo:

Síguenos y suscríbete a nuestras publicaciones