«El riesgo de hambre está en todas partes en Gaza», declaró este martes 19 de agosto (2025) el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, Thameen Al-Kheetan, quien responsabilizó de esta situación al gobierno de Israel encabezado por Netanyahu.
«Esto es un resultado directo de la política del Gobierno israelí de bloquear la ayuda humanitaria», manifestó el portavoz del Alto Comisionado, denunciando que en las últimas semanas, las autoridades israelíes solo han permitido que ingrese ayuda en cantidades muy inferiores a lo que es necesario para evitar una hambruna generalizada.
Al-Kheetan indicó en esa línea que aún siguen registrándose muertes relacionadas con el hambre en la Franja, incluidos niños.
Desplazados
El funcionario de la ONU explicó que «a medida que el Ejército israelí intensifica sus ataques en el norte, ha continuado emitiendo órdenes de desplazamiento para los palestinos», a quienes se les ha indicado que se trasladen «a la zona de Al-Mawasi, a pesar de los continuos ataques aéreos y las condiciones desastrosas allí».
«Cientos de miles de palestinos desplazados a Al-Mawasi tienen poco o nulo acceso a servicios esenciales y suministros, incluidos alimentos, agua, electricidad y tiendas de campaña», advirtió el portavoz.
En esa línea, se reiteró la denuncia en cuanto a que «recibir ayuda humanitaria puede ser una búsqueda mortal». Los últimos datos que indican que 1.857 palestinos fueron asesinados mientras buscaban alimentos desde el 27 de mayo, cuando comenzó a operar el esquema de distribución de ayuda militarizada respaldado por Estados Unidos e Israel, conocido como «Fundación Humanitaria de Gaza».
De ese número, 1.021 fueron asesinados en las cercanías de los sitios de esta Fundación Humanitaria y 836 en las rutas de los camiones de suministro. «La mayoría de estos asesinatos parecen haber sido cometidos por el Ejército israelí», indicó Al-Kheetan.
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