Hong Kong en la mira: Trump vuelve a la carga con su obsesiva cruzada antiChina

El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, notificó al Congreso que la administración Trump ya no considera a Hong Kong como región autónoma de China continental

El impacto sanitario, económico y social de la pandemia del COVID-19 en Estados Unidos, agravado por la política negacionista de Donad Trump, ha reducido el liderazgo mundial de la nación norteamericana que sigue perdiendo terreno ante China.

Por tal motivo, el inquilino de la Casa Blanca arreció su obsesiva cruzada antiChina, a tono con su eslogan de campaña, “America First” (América Primero, en referencia exclusivaa los estadounidenses) para tratar de ganar votos en su cada vez más difícil camino a la reelección.

El Presidente norteamericano busca culpar a China por los 100 mil muertos y los 40 millones de desempleados que tiene hoy su país debido a la pandemia, y mantiene una competencia con su rival demócrata, Joe Biden, para ver quién es el más antichino.

Ante el aumento de la hostilidad, el Canciller chino, Wang Yi, denunció que Washington empuja a los dos países hacia el borde de una nueva «guerra fría».

China acusa a Estados Unidos de aupar las manifestaciones en Hong Kong. Foto: La Razón.

Injerencia en Hong Kong

La administración Trump busca atacar al gigante asiático por la vía comercial, sanitaria y política, llegando al punto de interferir en las tensas relaciones entre Pekín y  Hong Kong.

Hong Kong es una excolonia británica y una ciudad semiautónoma, según el principio conocido como «un país, dos sistemas», después de que volvió a la jurisdicción de China como Región Administrativa Especial en 1997.

Desde entonces, la ciudad ha mantenido su independencia judicial, su propia legislatura, su sistema económico y su moneda: el dólar de Hong Kong. Además, sus residentes gozan de libertades civiles que no están a disposición de los habitantes de la República Popular China.

Sin embargo, desde julio de 2019 se han registrado diversas protestas en la ciudad por la aplicación de leyes por parte de Pekín, entre las que figura una nueva política de extradición de criminales hacia la China continental.

Protestas en Hong kong. Foto: Boing Boing

El Gobierno de Xi Jinping denunció que algunos países occidentales, como Estados Unidos, tratan de ‘usar a Hong Kong como plataforma para socavar China’, por lo que respaldan y promueven las protestas.

De hecho, en noviembre, Trump firmó la denominada Ley de Derechos Humanos y Democracia de Hong Kong, que apoya a los manifestantes de esta región administrativa especial china.

Esta acción causó indignación en el Gobierno chino, porque la «ley» interfiere en los asuntos internos de su país, violando las normas de derecho internacional y los principios básicos de las relaciones exteriores.

“Recordamos a Estados Unidos que Hong Kong es parte de China y que los asuntos de Hong Kong son asuntos internos de China, en los que ningún Gobierno o fuerza extranjera debe interferir. Esta ley sólo pondrá aún más de manifiesto la naturaleza maliciosa y hegemónica de las intenciones de Washington”, denunció la Cancillería china en esa oportunidad.

Ley de la discordia,

La tensión entre Hong Kong y China se incrementó en días recientes, a raíz de que Pekín decidió aplicar una ley de seguridad nacional en esa Región Administrativa Especial.

La norma busca sancionar y prevenir los actos que constituyan una amenaza para China, incluyendo actividades secesionistas y subversivas, así como injerencias extranjeras y terrorismo.

Esta iniciativa ha provocado protestas y críticas internacionales porque, supuestamente, elimina la protección jurídica que fue prometida a los hongkoneses cuando Pekín retomó el control de la antigua colonia británica en 1997, prometiendo acatar el principio de ‘un país, dos sistemas’, concerniente a  la idea de coexistencia del capitalismo y el socialismo en algunas regiones del país.

Las manifestaciones volvieron a las calles de Hong Kong por la nueva ley de seguridad. Foto: Getty Images.

Los defensores de la norma aseguran que es necesaria para hacer frente a la violencia en las protestas, mientras que activistas hongkoneses temen que suponga un mayor recorte de libertades y, por ende, el fin de su autonomía.

Pese a la controversia, el Congreso Nacional del Pueblo de China aprobó este jueves, con 2.878 votos a favor, uno en contra y seis abstenciones, la propuesta de la nueva ley de seguridad en Hong Kong.

El proceso de promulgación de la ley podría demorarse algunos meses porque necesita ser completado.

Trump amenaza con nuevas medidas

Fiel a su política  injerencista, Trump advirtió que prepara medidas contra China por su intento de imponer leyes de seguridad nacional en Hong Kong, Sin entrar en detalles, agregó que su Administración está «haciendo algo» que se daría a conocer en los próximos días.

«Hay todo un catálogo de potenciales acciones que podría emprender y estoy seguro de que están trabajando ahora mismo para pulir las ideas y proponer algo que sea una respuesta apropiada», declaró el secretario de Comercio, Wilbur Ros, citado por la cadena Actualidad RT.

Estados Unidos busca revocar a Hong Kong el trato preferencial, algo que causaría pérdidas económicas millonarias. Imagen: Web.

Riesgos para el comercio entre EE.UU. y Hong Kong

A la vez, el secretario de Estado, Mike Pompeo, notificó al Congreso que la administración Trump ya no considera a Hong Kong como autónomo de China continental.

«Ninguna persona puede asegurar hoy que Hong Kong mantiene un alto grado de autonomía de China, dados los hechos en el terreno», afirmó este miércoles Pompeo en un comunicado.

La decisión de Trump podría tener graves consecuencias para el comercio entre EE. UU. y Hong Kong, y para el futuro de las inversiones de la nación norteamericana en la ciudad asiática.

El estatus especial de Hong Kong bajo la legislación estadounidense proporciona al territorio condiciones favorables comerciales, en el marco del acuerdo alcanzado cuando la excolonia británica volvió a manos chinas en 1997.

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Dicho estatus especial está condicionado a que el Secretario de Estado certifique cada año que Hong Kong mantiene suficiente autonomía de China. Pero, si no lo certifica así, el Congreso estadounidense puede revocar a la región ese trato preferencial.

De este modo, Hong Kong sería tratado de la misma manera que China en cuestiones comerciales y de otro tipo, lo que podría poner en riesgo las relaciones comerciales que ascienden a miles de millones de dólares.

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El Consulado de Washington en Hong Kong dice que representa a más de 1.200 compañías estadounidenses que están haciendo negocios allí. Más de 800 son oficinas regionales o sedes generales.

Hong Kong fue el 21º socio comercial más grande de EE. UU. en 2018, según la Oficina del Representante Comercial. El país norteamericano exportó 6.360 millones de dólares en bienes e importó 952 millones de dólares en bienes, en el primer trimestre de 2020.

La medida también dañaría a China, que utiliza Hong Kong como una suerte de intermediario en sus transacciones con el resto del mundo. “Empresas del continente o firmas multinacionales usan la región de base regional o internacional”, explicó la agencia BBC.

El gobierno de Donald Trump busca utilizar a Hong Kong como parte de su cruzada anti China. Imagen: Web.

Conflicto geopolítico

Aparte de las consecuencias económicas, la revocación del estatus preferencial ocasionaría  consecuencias geopolíticas que pueden ser aún mayores.

“La decisión probablemente será recibida con una furiosa reacción por Pekín y amenazará las ya frágiles relaciones entre Estados Unidos y China, que parecen estar en caída libre entre las tensiones comerciales, la pandemia y la rivalidad tecnológica”, advirtió el analista Zhaoyin Feng a BBC.

También expone que quizás el objetivo de Trump es castigar al pueblo de Hong Kong mientras logra una ventaja estratégica limitada sobre China.

«Si ponemos fin al estatuto específico de Hong Kong dañamos a su población más que a lapoblación de China continental. Eso los devastará. Así que a las personas que intentas proteger, les estás disparando”, dijo Stephen Orlins, presidente del Comité Nacional de Relaciones Estados Unidos-China, en declaraciones a CNN.

Por el momento, el Gobierno de Xi Jinping dejó claro que también tomaría acciones frente a la injerencia extranjera. «La posición de nuestro país sigue siendo extremadamente clara: me gustaría enfatizar que Hong Kong es una región administrativa especial de la República Popular China», afirmò Zhao Lijian, portavoz de la Cancillería china.

“El Gobierno de China está decidido a defender los intereses de su soberanía, seguridad y desarrollo, a defender el principio de ‘un país, dos sistemas’ y se opone a cualquier injerencia extranjera en los asuntos de Hong Kong”, subrayó.

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