Neurocientíficos revelan el mecanismo cerebral detrás del hábito de mentir
En un experimento, los investigadores observaron cómo al mentir para lograr un beneficio personal, se activaba la amígdala del cerebro en los participantes, en un proceso que iba cambiando gradualmente: con cada mentira, la amígdala se desensibilizaba, disminuyendo su respuesta, mientras el nivel de engaño iba aumentando.